Afectará principalmente la producción de manufacturas, afirma Werner

Se desacelera la economía y habrá menos empleo: Hacienda

Para 2007 se prevé un crecimiento de 3.5%, con generación de 200 mil puestos menos de trabajo

Ineficiencias y excesos en gasto público en los tres niveles de gobierno: subgobernador del BdeM

JUAN ANTONIO ZUÑIGA

A la par de Estados Unidos, la economía mexicana entró en un proceso de desaceleración que se prolongará en 2007, con afectaciones principalmente en la producción de manufacturas y una sensible disminución en la generación de empleos, advirtió el titular de la Unidad de Planeación Económica de la Hacienda Pública, Alejandro Werner Wainfeld.

El funcionario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), quien informó que se trabaja ya con el equipo de transición en la elaboración de los presupuestos del próximo año, estimó que el crecimiento económico de 4.5 por ciento en 2006 probablemente se reducirá a 3.5 en 2007, pero la producción manufacturera disminuirá de 4.9 a 3.1 por ciento, respectivamente.

En coincidencia con vaticinios de los principales centros de consultoría del sector privado, Werner consideró que en el primer año de gobierno de la siguiente administración, la generación de empleos será menor en unos 200 mil puestos de trabajo en el sector formal de la economía, respecto a los creados en 2006.

La economía mexicana, dijo, ''entrará en un proceso de desaceleración en un escenario muy cercano al contemplado por los analistas privados'', según los cuales, de alrededor de 800 mil empleos creados durante este año, se pasará a unos 600 mil en 2007.

''Estamos en la etapa de elaboración de los documentos'' de presupuesto de gastos, iniciativa de ley de ingresos y de los criterios generales de política económica del próximo año, y se busca cumplir con el ordenamiento de ''déficit cero'' considerado en la nueva ley de presupuesto en vigor, pero marcar el énfasis en el gasto social y de infraestructura, comentó al intervenir en el foro Certidumbre financiera en un mundo volátil.

La determinación del precio del petróleo de exportación, fundamental para determinar tanto el nivel de ingresos como el de gastos presupuestales ''es todo un reto'', explicó, sobre todo porque una baja en las cotizaciones el próximo año afectará las finanzas públicas. En 2006, estimó, el precio de la mezcla mexicana de exportación petrolera cerrará en un promedio de 52 dólares por barril, 15.50 dólares arriba de lo considerado en la Ley de Ingresos de la Federación de este año.

Alejandro Werner consideró que los ingresos por remesas no sólo deben verse como un fenómeno de la migración, sino también como un resultado de la estabilidad económica alcanzada por México durante el gobierno que termina.

Por su parte, el subgobernador del Banco de México, Everardo Elizondo Almaguer, señaló la necesidad de revisar los patrones de gasto público en México, y manifestó que el atraso institucional en los tres niveles de gobierno se ha convertido en un obstáculo para el crecimiento económico.

En lo que denominó ''debilidades estructurales'' de la economía mexicana, Elizondo Almaguer enumeró en primer lugar la extensión de la pobreza que padece 50 por ciento de la población; la falta de definición y respeto a los derechos de propiedad; la permanencia de un ahorro interno relativamente bajo; la elevada dependencia fiscal de los ingresos petroleros, y la vulnerabilidad sectorial frente a la competencia externa.

En su participación, el subgobernador del banco central obvió el tema relacionado con la extensión de la pobreza y se detuvo con mayor detalle en la ''falta de definición y respeto a los derechos de propiedad''.

Sobre este punto postuló que una economía de mercado, como la mexicana, no puede funcionar bien si no están definidos los derechos de propiedad o si están definidos, pero no se respetan.

''Hay ejemplos palpables de ineficiencia y excesos en el gasto público en los tres niveles de gobierno. Ciertamente hay insuficiencia de ingresos, pero también hay ineficiencia en el gasto público'', planteó.

En el mismo sentido apuntó que ''todavía hay verdaderos compartimentos estancos en la economía mexicana, sectores aislados de la competencia'', que obstruyen el desenvolvimiento económico, pero señaló también que el atraso institucional se ha convertido en un obstáculo al crecimiento, porque se duplican gastos y se derrochan recursos. El atraso institucional, precisó, afecta las definiciones y el respeto a los derechos de propiedad, lo cual incentiva la informalidad.

Everardo Elizondo también enumeró lo que en su opinión constituyen los cinco retos más importantes que deberá enfrentar la siguiente administración: consolidar y mantener la estabilidad económica, condición que consideró ''vital''; incrementar el empleo y la productividad; contener el crecimiento de la economía informal; fortalecer las finanzas públicas, y mejorar la calidad de las instituciones.