Usted está aquí: viernes 27 de octubre de 2006 Ciencias Analizan investigadores relación entre genética y el uso de drogas

Debaten 750 especialistas en el primer Congreso Nacional de Medicina Genómica

Analizan investigadores relación entre genética y el uso de drogas

En México, hasta 3.5 millones de personas enfrentan problemas de adicción, pero sólo 17% reciben atención profesional

Una tercera parte ya presenta problemas sicológicos, advierten

ANGELES CRUZ MARTINEZ

A partir del conocimiento que la medicina genómica aporte sobre la conexión que existe entre las variaciones genéticas y las adicciones, los investigadores estarán en condiciones de entender mejor el problema del uso y abuso de las drogas, y diseñar alternativas efectivas de rehabilitación de los pacientes.

En México este problema afecta a un universo de entre 3 y 3.5 millones de individuos, de los cuales sólo 17 por ciento solicitan ayuda profesional, aseguraron especialistas que participaron en el segundo Congreso Nacional de Medicina Genómica.

George Uhl, investigador del Instituto Nacional de Abuso de Drogas de Estados Unidos y de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, es pionero en la utilización de métodos de "barrido" genómico con base en la asociación entre variantes genéticas y la dependencia de los estupefacientes.

El especialista, quien participó en el segundo día de trabajos del congreso, es reconocido porque fue uno de los primeros investigadores que en la década de los años 90 identificaron la estructura del receptor opioide mu (por la letra griega), principal blanco de la morfina y mediador de los efectos de reforzamiento y recompensa de los opioides. Uhl sentó las bases para el desarrollo de un campo que en el futuro abrirá alternativas para el tratamiento de las adicciones.

Tratamientos disponibles

María Elena Medina Mora, investigadora del Instituto Nacional de Siquiatría, resaltó que con este conocimiento será posible identificar a los individuos con riesgos especiales de desarrollar dependencia de alguna sustancia. También puede contribuir al desarrollo de tratamientos médicos para los adictos, lo cual resulta alentador dado que las herramientas disponibles en la actualidad "son menos que óptimas", indicó.

Sobre la problemática de las adicciones en México, dijo que existen entre 3 y 3.5 millones de personas con dependencia al alcohol o a alguna droga ilegal. Una tercera parte reporta una enfermedad adicional, especialmente de tipo siquiátrico, pero sólo 17 por ciento se someten a tratamiento especializado.

Al dar cuenta de lo complejo que resulta tratar las adicciones en el país, la investigadora señaló que los adictos que solicitan ayuda profesional para rehabilitarse tardan entre cuatro y 20 años en hacerlo, pero únicamente la mitad recibe una terapia mínima adecuada.

Comentó también que la tasa de dependencia del alcohol entre los mexicanos es 50 por ciento de la reportada en Estados Unidos; sin embargo, la dependencia de las drogas ilegales es 11 veces inferior en el país. Por su parte, la tasa de asistencia a tratamiento es 3.7 veces menor, lo que significa que la mayor parte de los adictos enfrentan su vida con problemas de dependencia.

Medina Mora resaltó la importancia de la investigación genómica en este campo, aunque señaló que los factores ambientales y las experiencias específicas de cada individuo influyen de manera distinta. En la manifestación de las adicciones pesan el entorno, las normas culturales, la actitudes e inclusive las políticas públicas, señaló.

Una vez que se ha iniciado la investigación de las variaciones genéticas que influyen en el problema de la adicción será necesario ligarlas al conocimiento aportado por la epidemiología siquiátrica, sostuvo.

En México existe un proyecto del Instituto Nacional de Siquiatría, a cargo de Carlos Cruz y Corina Benjet, en el que ambos campos se conjuntaron en la elaboración de una encuesta entre adolescentes de 12 a 17 años de edad de la ciudad de México.

De hecho, ya se han dado los primeros pasos para establecer una colaboración con el Instituto Nacional de Medicina Genómica, comentó Medina Mora.

Lo que sigue, dijo, es iniciar estudios longitudinales para dar seguimiento a individuos susceptibles genéticamente a las adicciones y a otros que presentan esa vulnerabilidad, a fin de evaluar la forma en que las vicisitudes del desarrollo y el ambiente influyen en la dependencia de los estupefacientes.

Otro tema del congreso, que reúne a 750 especialistas, fue la propiedad intelectual, de especial relevancia en México por el trabajo que realiza el Instituto Nacional de Medicina Genómica.

Jaime Serra Puche, ex secretario de Comercio y miembro del patronato del Inmegen, se pronunció por patentar la investigación mexicana e incorporar mecanismos de flexibilidad para poder compartir el conocimiento adquirido con el resto del mundo en situaciones específicas.

Advirtió que existe un riesgo de no conocer otras investigaciones si se pone un precio al uso de los descubrimientos y no existe disposición para compartir los avances en otras naciones.

En la mesa se abordó la complejidad del tema por la necesidad de especificar los límites entre el bien común y el privado.

Leroy Hood, presidente del Instituto de la Biología de Sistemas, de Seattle, rescató la idea de crear una asociación de investigadores a escala global..

A partir de este concepto se pueden obtener beneficios como la capacitación de estudiantes y la generación de oportunidades para las instituciones de investigación y desarrollo.

 
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