Usted está aquí: viernes 27 de octubre de 2006 Estados Sicarios ejecutan a cinco personas en Guamúchil, entre ellas 3 niños

Ultiman en Tijuana a agente de la policía municipal

Sicarios ejecutan a cinco personas en Guamúchil, entre ellas 3 niños

JAVIER VALDEZ, ANTONIO HERAS Y SERGIO OCAMPO CORRESPONSALES

Desconocidos ejecutaron con fusiles AK 47, cuernos de chivo, a cinco personas, entre ellas tres niños, e hirieron a dos en la ciudad de Guamúchil, cabecera municipal de Salvador Alvarado, en Sinaloa.

Las víctimas fueron identificadas como Carlos Alberto Gastélum Pacheco, de 24 años; Carlos Heliodoro Valdez, de 28; Víctor Manuel Gastélum Pacheco, de 10; Carlos Alberto Gastélum Arce, de cinco, y José Max Gastélum Arce, de dos, estos dos últimos hijos de Gastélum Pacheco.

Todos viajaban en una camioneta tipo Cherokee, de modelo reciente, placas VHW-3296 de Sinaloa y vidrios polarizados, cuando fueron atacados por un sujeto que descendió de otro automóvil.

El sicario disparó contra Carlos Heliodoro Valdez, pero como el conductor de la unidad aceleró, el pistolero baleó al resto de los pasajeros. En el ataque resultaron gravemente heridos Gustavo Adolfo Cuevas Martínez, de 21 años, y Daniela Guadalupe Gastélum, de seis.

En otros hechos, un agente de la policía municipal de Tijuana fue ultimado y otro de la policía ministerial de Baja California resultó herido, luego que desconocidos los atacaron con rifles AK-47 y AR-15 y una arma calibre .45 cuando circulaban en un vehículo por la colonia Praderas de la Mesa.

Fernando Morales Juárez, agente de la dirección de deguridad pública de Tijuana, adscrito a la unidad contra la violencia doméstica de esa corporación, fue hallado sin vida en el asiento del copiloto en el que viajaba como pasajero.

Miguel Magaña Reyes, de la policía ministerial del estado, quien conducía la unidad, fue herido de bala, pero logró salir del vehículo ante la presencia de los sicarios, que los persiguieron por varios minutos a bordo de una camioneta.

La agresión a los dos policías ocurre dos días después de que el agente municipal Abraham Alvarado Alvarez fue ultimado de más de 50 tiros de armas automáticas en el patio de su casa.

Mientras, en los límites de los municipios de Chilpancingo y Eduardo Neri, Guerrero, fue descubierto el cuerpo de un hombre no identificado, con las manos atadas, que según las primeras indagatorias tenía unos tres días de haber sido privado de la vida.

 
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