Derbez lamenta que la autorización de la ley se inscriba en el proceso electoral

La valla fronteriza lastimará la relación con Estados Unidos: SRE

Propiciará un clima de tensión en las comunidades limítrofes, señala la cancillería

JUAN BALBOA Y JESUS ARANDA; NELDA JUDITH ANZAR Y CARLOS FIGUEROA REPORTEROS Y CORRESPONSALES

El gobierno mexicano advirtió ayer, por medio de un comunicado, que la entrada en vigor de la Ley de Valla Segura lastimará considerablemente las relaciones entre México y Estados Unidos en su conjunto; es contraria al espíritu de cooperación que debe prevalecer para garantizar la seguridad en la frontera común y propiciará un clima de tensión en las comunidades fronterizas.

En tanto, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Luis Ernesto Derbez Bautista, calificó ayer, en Guadalajara, Jalisco, de "reprobable y frustrante" la autorización de George W. Bush, presidente de Estados Unidos, para la construcción del muro fronterizo, privilegiando las medidas de seguridad como solución al fenómeno migratorio.

Al fijar la postura de México frente a la medida tomada por el gobierno estadunidense, Derbez señaló que es altamente preocupante que el enfoque integral por el que ambas administraciones habían estado pugnando se pretenda supeditar a una visión que considera exclusivamente medidas de seguridad.

Derbez descarta que la ley propicie romper relaciones

Descartó que la firma de la "ley del muro" implique la ruptura de relaciones entre México y Estados Unidos, en razón de que esa acción no cancela la posibilidad de seguir discutiendo el tema con apego a la reforma migratoria integral aprobada por el Senado estadunidense en mayo pasado.

Lamentó que la autorización del doble muro fronterizo se inscriba en el proceso electoral que tiene lugar en la vecina nación, toda vez que "se corre el riesgo de que se convierta en ley".

Derbez Bautista rechazó que la decisión estadunidense de construir un muro en la frontera con México represente una derrota para el gobierno de Vicente Fox. Por el contrario, dijo, esta administración hizo visible un tema que nadie veía.

En un comunicado oficial, el gobierno mexicano aseguró que la pretensión de construir barreras físicas en la frontera no sólo impacta la relación de México con Estados Unidos, "sino que tiene repercusiones en asuntos de seguridad interna y en las relaciones con los países de Centroamérica".

Preocupante, que se considere exclusivamente la seguridad

La Secretaría de Relaciones Exteriores reiteró su tajante rechazo a la construcción de vallas -aprobada ayer por el presidente Bush- y otras estructuras similares en la frontera con México.

"Es altamente preocupante que el enfoque integral por el que ambas administraciones han pugnado se pretenda supeditar a una visión que considera exclusivamente medidas de seguridad.

"La construcción de un muro en la frontera entre México y Estados Unidos no representa una solución al tema de la seguridad en esa región y mucho menos puede considerarse como solución al complejo fenómeno migratorio que tiene lugar entre ambos países", señaló la cancillería después de conocer que el presidente Bush firmó la ley que autoriza la construcción de un doble muro a lo largo de más de mil 126 kilómetros de la frontera con México.

La cancillería reiteró que para lograr una mejor administración bilateral del fenómeno migratorio se requiere de nuevos mecanismos que permitan una migración legal, segura, ordenada, digna y respetuosa de los derechos humanos, mismos que abonarán a la seguridad y prosperidad de ambas naciones.

Expresó su preocupación porque esa medida podría incrementar los riesgos a la seguridad física de los migrantes que transitan por esa región.

A su vez, el gobernador del estado de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores, repudió la construcción del muro fronterizo y aseguró que, lejos de frenar la migración ilegal, agravará la situación entre los dos países.