Usted está aquí: viernes 27 de octubre de 2006 Política Presenta el PRD en San Lázaro agenda del FAP

Presenta el PRD en San Lázaro agenda del FAP

GEORGINA SALDIERNA, ROBERTO GARDUÑO Y CIRO PEREZ

El Comité Ejecutivo Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) convino realizar el 7 y el 8 de noviembre una reunión ampliada fuera del Distrito Federal para llevar propuestas unificadas al consejo nacional, que se efectuará los días 11 y 12 del mismo mes.

Entre los temas a tratar está el apoyo al acto del 20 de noviembre, cuando Andrés Manuel López Obrador rendirá protesta como "presidente legítimo" de México.

Se acordarán medidas para impedir que Felipe Calderón rinda protesta, el apoyo al gobierno que encabezará el tabasqueño y a la resistencia civil, así como el fortalecimiento de la Convención Nacional Democrática y el Frente Amplio Progresista (FAP).

La cúpula perredista decidió llevar a cabo un congreso nacional, pero aún no fija fecha. El tema a discutir sería el fortalecimiento y la restructuración del partido.

Por otra parte, los coordinadores parlamentarios de PRD, Partido del Trabajo y Convergencia, Javier González Garza, Ricardo Cantú y Alejandro Chanona, respectivamente, entregaron formalmente a los líderes del resto de las bancadas representadas en la Cámara de Diputados la agenda legislativa del FAP.

A decir de los tres representantes populares, se pretende discutir en San Lázaro el documento que incluye la visión integral de un nuevo orden interno.

En el texto se propone la creación de pensiones alimentarias universales para ancianos, madres solteras y discapacitados; una mejor educación, y salud de calidad, así como una distribución equitativa de los presupuestos.

Dicha agenda también plantea reformar el sector energético y las empresas públicas, así como impulsar el acceso a la información y fomentar un sistema de justicia y seguridad, otorgando autonomía al Ministerio Público.

Se incluye en el texto un apartado importante en torno a la austeridad republicana; a la vez, se promueven sanciones al tráfico de influencias y se proponen las bases de una política exterior que dependa del Congreso de la Unión y el Ejecutivo. Se contempla la creación entre todos los mexicanos de una nueva Carta Magna.

Cantú señaló que el documento no plantea cambios cosméticos, sino "una transformación profunda de México para seguir avanzando en democracia y en un sistema social más justo y equitativo".

 
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