Reunión de la federación internacional de productores
La situación alimentaria en el orbe es desesperante
La diferencia entre ricos y probres, abismal: CNC
Con el objetivo de lograr acuerdos para luchar contra la pobreza, consolidar la seguridad alimentaria y la justicia social en sus países comenzó este jueves la 147 reunión de la Federación Internacional de Productores Agropecuarios (FIPA) y el primer pleno extraordinario de la Conferencia Continental de Productores Rurales (CCPR). Al acto asisten 500 representantes de productores de 78 organizaciones y 53 países de los cinco continentes.
Líderes agropecuarios de todo el mundo analizarán durante dos días las desventajas de los tratados de libre comercio firmados con Estados Unidos y la Unión Europea y el estado que guardan las luchas nacionales de las organizaciones rurales en favor de políticas prioritarias de apoyo al campo, a los productores y a las comunidades indígenas.
El presidente de la Federación Internacional de Productores Agropecuarios, Jack Wilkinson, consideró que la verdadera situación mundial en materia alimentaría es desesperante, porque millones de personas sufren hambre; más de mil 200 millones de habitantes tienen un ingreso diario de menos de un dólar, mientras que 2 mil millones ganan menos de tres dólares al día y muchos se van a la cama con hambre.
Para enfrentar esta situación, propuso a los 500 representantes de productores de todo el mundo trabajar juntos, al lado de los gobiernos tanto de países en proceso de desarrollo, como de los propios desarrollados. "No dejar estos problemas a nuestros niños", pidió.
"La globalización económica mundial ha hecho que en la actualidad la agricultura de América Latina se nos escape de las manos; las decisiones ya no las tomamos en función de nuestras necesidades y problemas, sino pensando en las exigencias del mercado y comercio internacional", dijo el senador Heladio Ramírez López en la inauguración de la reunión.
El presidente nacional de la Confederación Nacional Campesina (CNC) afirmó que los precios de los productos agrícolas de exportación tienden a la baja y gran parte de las ganancias se la apropian los intermediarios. En los hechos, agregó, estamos cediendo nuestros recursos naturales a los intereses de las grandes corporaciones trasnacionales, lo que provoca que nuestra dependencia se agudice en virtud de que estas corporaciones controlan los paquetes tecnológicos, los financiamientos, la comercialización y la distribución en los países de destino.
El senador destacó que las diferencias entre ricos y pobres son las más abismales del planeta, "la pobreza de 225 millones de latinoamericanos es un agravio a nuestra dignidad continental".
Nuestro campo, continuó, se abrió a la globalidad buscando nuevas opciones, pero, paradójicamente, en lugar de crecer y desarrollarse nos hemos hecho más vulnerables y dependientes. Y apuntó:"las abismales asimetrías con nuestros socios comerciales nos han dejado como perdedores en el juego del libre mercado y en las reglas del tratado comercial".