Usted está aquí: martes 31 de octubre de 2006 Cultura Se aviva el interés por el diseño industrial y la obra de Clara Porset

Después de la muestra en el Museo Franz Mayer, publican libro sobre la artista

Se aviva el interés por el diseño industrial y la obra de Clara Porset

MERRY MACMASTERS

Ampliar la imagen Clara Porset (izquierda), con Fidel Castro, en Cuba, ca. 1962, imagen incluida en el libro Inventando un México moderno: el diseño de Clara Porset Foto: Sergio Besani

La exposición Inventando un México moderno: el diseño de Clara Porset, que se presentó durante el primer semestre de 2006 en el Museo Franz Mayer, revive el interés por esta disciplina y por la obra de la diseñadora cubana arraigada aquí.

Sin embargo, el Estado mexicano pocas veces, si es que nunca, ha impulsado el diseño, política que a la larga beneficiaría a la población.

Ana Elena Mallet, cocuradora de la muestra con Oscar Salinas y coautora del libro que ostenta el mismo título, publicado por Editorial Turner, Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Museo Franz Mayer, atribuye la omisión a ''esta mentalidad un poco impuesta por el Estado de que hay que fijarnos en las cosas profundas y no en las banales". En efecto, había la idea de que ''el diseño es de las clases altas y no hay interés por estudiarlo".

También han influido las crisis. A final de cuentas como el diseño tiene que ver con el capitalismo y con poseer los medios de producción ideales, ''las constantes crisis económicas que hemos tenido han afectado muchísimo las propuestas de los diseñadores. Ha habido momentos, como los años 80, en que estas propuestas se han reducido.

''Después, a principios de los años 90 ya hubo más diseñadores independientes que decidieron producir, moverse, poner su tienda. Pero desde el punto de vista académico no hay nadie que trabaje el diseño. Es un tema que, creo, les parece banal. A raíz de la presente investigación salieron muchos otros nombres, propuestas, vertientes para explorar, lo que hace del diseño un campo muy fértil para entender, sobre todo, el desarrollo y la evolución de la identidad mexicana por medio de los interiores."

La entrevistada apunta que apenas hace un mes Dina Comisarenco, de la Universidad Autónoma Metropolitana, publicó una historia del diseño industrial mexicano e internacional.

Aportes a la Revolución Cubana

Para Clara Porset (1895-1981), quien llegó a México en 1936 por motivos políticos, todo el mundo tenía derecho a una vida más digna por medio del diseño. Mientras hacía muebles, por ejemplo, para las grandes obras del Country Club Churubusco o para las residencias de los nuevos industriales de entonces, al mismo tiempo parte de sus proyectos más relevantes fueron ese mobiliario de bajo costo que hizo para el multifamiliar Miguel Alemán. Partió de lo popular para crear un mueble moderno.

A principios de los años 60, Porset cerró su taller, vendió sus cosas y regresó a Cuba para ponerse al servicio de la revolución. Mallet explica: ''Tuvo mucho contacto con el Che Guevara; inclusive con él planeó el mobiliario de las escuelas Nacional de Danza y de la Sierra Maestra, que Fidel Castro proponía para educar a las nuevas huestes de la revolución. Las sillas, literas, comedores, mesas, banquitos propuestos por Porset eran de bajo costo, con materiales y mano de obra de la isla.

''También con el Che planeó la primera escuela de diseño en Cuba, que Porset pensaba dirigir, pero al final hubo una serie de grillas políticas que se lo impidieron. Entonces regresó a México."

Realizar la exposición y el libro permitió a Mallet y Oscar Salinas clasificar el archivo que Porset legó a la UNAM, institución de la que fue docente, para que esté a disposición del público en la biblioteca del Centro de Investigaciones de Diseño Industrial.

 
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