Realizan en Chiapas encuentro internacional sobre identidades amerindias
El video indígena comunica hechos reales sin maquillarlos: Estrada
Muestra a esos pueblos como sujetos de la historia y no como objeto de estudio, dice el realizador
San Cristobal de las Casas, Chis., 30 de octubre. El video ha pasado a ser parte de la comunicación indígena. Se ha asimilado este importante medio de comunicación para reforzar los trabajos de organización, colectivos. Comunicar de adentro hacia adentro, porque no sólo divierte lo que se muestra por medio de la pantalla, sino que induce a reflexionar sobre la situación real de hoy y cómo hacerle frente, expuso el realizador Mariano Estrada en el Encuentro Internacional de Imágenes, Memorias e Identidades Amerindias.
Organizado por la Universidad Autónoma de Chiapas, el Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, el encuentro reunió durante el 25, 26 y 27 de octubre a hacedores de cultura de las comunidades indígenas, que dialogaron con los académicos sobre la literatura, la pintura, la fotografía y el video que realizan en torno de las actividades de sus pueblos.
"Hasta donde sabemos -expuso Mariano-, el video indígena era inicialmente más que nada un proyecto de gobierno. El hoy desaparecido Instituto Nacional Indigenista tenía el propósito de recoger documentos visuales de las culturas y fiestas de los pueblos indígenas, y para ello dotó a varias comunidades del país (entre las cuales nos contamos) del equipo de producción audiovisual para registrar los momentos más bellos o alegres de la comunidad, como sus fiestas, pues, como se sabe, al gobierno le interesa más ver a los indígenas en fotografías o esculturas para museo que verlos de carne y hueso... los ve como atractivo turístico y no como pueblos vivos y sinceros."
Cuidadosos de ceremonias y ritos
Mariano es integrante de un grupo de videoastas que trabaja en las comunidades del municipio de Palenque. Sostiene que la única manera de tener documentos visuales de los hechos es que los mismos actores los documenten, "ya que los indígenas eran, son y seguirán siendo celosos de sus ceremonias y ritos".
En su ponencia se refirió a un momento del video como comunicación real; momento que, por método, abarca de 1992 a 1999. "Cuando nosotros sentimos el video como nuestro, decidimos darle el uso adecuado, según nuestras necesidades. Quisimos que todo lo que se documentaba se diera a conocer y era por demás necesario, pues en nuestros pueblos ya se venían dando situaciones muy difíciles en la lucha por el reclamo de nuestros derechos como pueblos, sujetos de la historia y no objetos de estudio. Nació de esta manera el uso significativo y adecuado para el video."
Informó que desde entonces se comenzó a tener videos que documentan los movimientos sociales (las marchas, los mítines, las reuniones). El video indígena cumple la tarea de informar, "de comunicar hechos reales, sin maquillarlos. Comunicar de adentro hacia fuera, como de afuera hacia adentro, o de adentro hacia adentro, para reforzar los trabajos organizativos que se llevan a cabo. Se trata de estar en todos los momentos fuertes, los que quedan muy marcados en la historia de los movimientos sociales".
Planteó que tal vez uno de los efectos más notables de la comunicación indígena "es penetrar en el seno del conflicto intracomunitario para evitar hechos lamentables, ya que por medio de los videos que se muestran se platica, y se han llegado a olvidar las diferencias. Creemos que con esto cumplimos con el papel de no sólo comunicar, sino evitar conflictos mayores. Y no sólo eso, sino de unificar fuerzas y comunidades enteras.
"Estamos concientes de que no es suficiente lo que se ha hecho, pero también está muy claro para nosotros el hilo a seguir", concluyó.