En Mixquic, además de la celebración tradicional hubo feria hortícola y gastronómica

Ayer fue día de gozo para muertos y vivos en los panteones de la ciudad

ALEJANDRO CRUZ FLORES, JOSEFINA QUINTERO M. Y ROCIO GONZALEZ ALVARADO

Miles de personas acudieron ayer desde muy temprano a los panteones civil y vecinal de San Lorenzo Tezonco, para visitar a sus seres queridos. En el primero, la mayoría de los deudos se dieron a la tarea, aunque sea una vez al año, de arreglar "un poquito" las tumbas, regarlas y cortar la hierba que las invadía. En contraste, en el vecinal, donde la gente acude cada semana, se ocupaban de colocar y encender cirios para "alumbrar" el camino de sus familiares, en el trayecto para reunirse con ellos.

En el cementerio civil, los visitantes llegaban con los arreos necesarios para su labor: cubetas, escobas y palas. Esta situación fue aprovechada por algunos vivos que pedían 20 pesos por proporcionar dos cubetas con agua para limpiar las lápidas. De lo contrario, los visitantes tenían que recorrer una distancia considerable para acarrearla desde una cisterna. Ello, a pesar de que el líquido lo envió la delegación Iztapalapa en pipas para quien lo requiriera.

Enrique Pérez no ocultaba su asombro al ver la tumba de su hermano Carlos cubierta totalmente de hierba, pero de inmediato se le acercó un joven que "por sólo 25 pesos" se la arregla.

Mientras, en el panteón vecinal, que se encuentra a un lado del civil, los deudos, sentados alrededor de las tumbas, rezaban y platicaban con sus seres queridos. Tenían todo preparado para pasar un buen rato con ellos y "comer juntos".

Muchas personas regresarían por la noche para continuar agasajando a sus muertos, enmedio del panteón iluminado por cientos de cirios colocados sobre las lápidas.

Durante la jornada, en ambos cementerios no faltó la música. Solistas, tríos, bandas y mariachis se desplazaban entre las tumbas para ofrecer su repertorio. Las tarifas iban desde los 20 pesos la canción hasta mil 300 la hora.

Por un lado se podía escuchar una melodía norteña, por el otro una de mariachi, y quienes no podían pagar llevaban una grabadora "para ponerle su canción favorita" a su familiar.

Las lápidas fueron adornadas con flores, sobre todo de cempasúchil, y se encendió incienso, aunque en el civil se combinaron con motivos del halloween nórdico, como las brujas y las calabazas, y además los niños aprovecharon la ocasión para pedir su "calaverita".

Aunque el Gobierno del Distrito Federal prohibió el ingreso con bebidas alcohólicas, muchos ignoraron la medida, eso sí, con "mucha discreción", porque "mi tío no perdonaría que no le trajera su tequilita", que finalmente fue para el gozo del vivo.

Celebración blanca: SSP

En general la celebración del Día de Muertos transcurrió con tranquilidad en la ciudad de México, que quedó adornada por ofrendas, como la denominada Las pulquerías, tradición que no muere, realizada en Xochimilco, donde más de 35 mil personas degustaron la bebida al natural o en sus distintos curados: nuez, piña, guayaba...

La Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal reportó saldo blanco durante los dos días de celebraciones y reportó que alrededor de 636 mil personas acudieron a los 117 panteones de la ciudad. Indicó que fueron detenidos seis franeleros y un asaltante, en el panteón de Dolores.

Jornada inédita en Mixquic

Ejidatarios de San Andrés Mixquic, en la delegación Tláhuac, aprovecharon la afluencia de visitantes nacionales y extranjeros que arribaron a sus panteones con motivo del Día de Muertos, para mostrar que además de ser depositarios de la colorida tradición de rendir culto a la muerte, son los principales productores de hortalizas libres de contaminantes en el país.

Los horticultores realizaron una exposición de verduras y legumbres en la plaza central del poblado, donde además de ofrecer toda la gama de esos productos a precios económicos, realizaron una muestra gastronómica que incluyó los diversos platillos que pueden prepararse con los vegetales que cultivan.

Como parte de la exposición, los productores de San Andrés Mixquic también montaron un periódico mural con fotografías en las que exhibieron, paso a paso, el método para cultivar sus tierras, en las que destacaron las líneas de riego y los hidrantes distribuidos en las mil 200 hectáreas dedicadas a la siembra de romero, brócoli, acelgas y todo tipo de legumbres.

De esta manera, los más de 200 mil visitantes que se estima arribaron al poblado durante la celebración del Día de Muertos, además de disfrutar las diferentes actividades que se realizan con ese motivo, pudieron regresar a casa con sus itacates de verduras y legumbres a precios de regalo, o paladear en el sitio platillos hechos con esos productos, como pipián con romeritos, o brócoli con atún.

En los puestos instalados en el centro de San Andrés Mixquic se ofrecieron manojos de rabanitos a seis pesos, la pieza de coliflor a ocho pesos, de brócoli a cinco pesos, así como chilacayote, acelgas y verdolagas.

Genaro Reyes, presidente del comisariado ejidal de San Andrés Mixquic, explicó que la iniciativa surgió a raíz de la mala racha que tuvieron en días pasados en la venta de hortaliza, por la confusión que generó entre los consumidores la alerta del gobierno federal de no consumir lechugas y espinacas empaquetadas en Estados Unidos, por estar contaminadas con la bacteria E. Coli.

A ese hecho, agregó, se suma la versión que se divulgó hace tres años, de que los productores de esta zona utilizaban aguas residuales en sus sembradíos, lo que, aunque no es cierto, dijo, continúa afectándolos injustamente, porque en el ejido se cuenta con líneas de riego que se proveen del líquido de la planta de tratamiento del Cerro de la Estrella, ubicada a 50 kilómetros de distancia, en la delegación Iztapalapa.

Indicó que fue una buena oportunidad para que los visitantes conocieran esa faceta del pueblo de Mixquic, pues a pesar de ser los principales abastecedores de hortalizas en el país -se calcula que producen alrededor de 500 toneladas al día-, la mayoría de la gente lo ignora, aun cuando esa actividad es tan antigua en esa comunidad como los rituales a los muertos que se llevan a cabo en estos días.