Usted está aquí: viernes 3 de noviembre de 2006 Economía Gil Díaz: la estabilidad resultó insuficiente para bajar la pobreza

Dista de haber concluido el saneamiento total de las finanzas públicas, afirma

Gil Díaz: la estabilidad resultó insuficiente para bajar la pobreza

Gravita sobre el balance fiscal la creciente carga de las pensiones públicas, advierte

El sistema tributario está lleno de salvedades que le restan fortaleza financiera a la economía

JOSE GALAN

Ampliar la imagen El secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, y el presidente Vicente Fox, en Los Pinos, durante la inauguración del Congreso de la Sociedad Econométrica Latinoamericana Foto: Guillermo Sologuren

Las tendencias económicas benignas de los últimos cuatro años para América Latina parecen estar llegando a su fin: los precios del petróleo y de otras materias primas han comenzado a descender; disminuyen las tensiones en Medio Oriente, y la economía mundial ha entrado en un proceso de desaceleración, advirtió ayer el secretario de Hacienda y Crédito Público, Francisco Gil Díaz.

Al participar, en presencia del presidente Vicente Fox, en la ceremonia de inauguración del 22 Congreso de la Sociedad Econométrica Latinoamericana y del 11 Congreso Nacional de la Asociación Latinoamericana en el Caribe de Economía, celebrada en Los Pinos, el funcionario dijo que a partir de señales contradictorias o aún débiles, la mayoría de los analistas anticipan una caída significativa en la tasa de crecimiento de la economía de Estados Unidos, ''lo que tendrá efectos negativos sobre otras economías''.

Particularmente, añadió, esas repercusiones se esperan en la economía de los principales socios comerciales: Canadá, China, Japón y la región europea.

Señaló que una señal que frecuentemente anuncia la debilidad inminente en la economía de Estados Unidos es que el ciclo de vivienda se materialice a la baja, ''algo que ya está sucediendo''.

Al mismo tiempo, explicó que es ''claramente perceptible'' el esfuerzo de China para lograr su crecimiento, así como ''cambios específicos'' en la estrategia de crecimiento de ese país.

Por ejemplo, la decisión de buscar y utilizar fuentes de energía diversas al petróleo como el carbón, lo que tiene ya un impacto directo en su demanda del hidrocarburo y, por lo tanto, en los precios de ese energético.

''La primera pregunta que deberíamos hacernos es si en conjunto hemos aprovechado las circunstancias favorables para atacar los problemas de fondo que aquejan a la mayor parte de nuestras economías'', dijo, y añadió que la respuesta genérica es que ''tal vez desaprovechamos de nueva cuenta una oportunidad única''.

Sostuvo que si bien México ha avanzado en la consolidación de las finanzas públicas y en la búsqueda de la ''anhelada'' estabilidad macroeconómica, sin embargo los frutos de la estabilidad económica ''todavía son insuficientes; por una parte, para disminuir la pobreza con el ritmo y la intensidad que todos desearíamos y, por otra, el proceso de saneamiento total de las finanzas públicas dista de haber concluido en nuestro caso''.

En el horizonte inmediato gravita sobre el balance fiscal la creciente carga de las pensiones públicas, ''problema grave que sólo se resolverá con una reforma específica en la materia, tal y como ya se propuso en el Congreso'', además de la persistencia de un sistema tributario ''lleno de salvedades y excepciones que le restan fortaleza financiera a la economía''.

Gil Díaz consideró que este diagnóstico parece ser común a las economías latinoamericanas que, según varios analistas, siguen siendo vulnerables, ''y a pesar de que los niveles de deuda en general han caído, en muchos países siguen siendo altos''.

El funcionario advirtió que ''la experiencia nos muestra que cuando las condiciones externas empeoran, la estructura y nivel de la deuda pública se deterioran rápidamente'', por lo que resulta vital consolidar más la fortaleza de la situación financiera y aprovechar mejor el entorno internacional favorable para avanzar en el cambio estructural.

Sostuvo que es necesario aprovechar la oportunidad para hacer reformas que transparenten el proceso presupuestario y el ejercicio del mismo, ya que un reto importante en este escenario menos favorable será la eficientización del gasto público.

Reconoció que, en el caso de México, si bien se aprovechó el entorno internacional favorable para consolidar la estabilidad, ''fue en cambio poco lo que pudimos hacer para abatir obstáculos a la productividad en áreas clave de la economía''.

Enumeró las ''reformas pendientes'' que forman ''un catálogo abultado'' para crecer al mismo ritmo que otras economías: reforma energética, laboral, educativa y en telecomunicaciones. Más adelante, afirmó que queda aún ''un largo camino por recorrer'' para poder hablar de una auténtica liberalización de los mercados, y añadió que resulta absurdo culpar del bajo crecimiento de las economías en Latinoamérica ''a reformas que ni siquiera se han llevado a cabo''.

Subrayó que ''es perverso atribuir nuestros males a una medicina, la auténtica liberalización de los mercados, para que se establezca una plena competencia que hasta ahora no hemos tomado''. Añadió que no se trata sólo de políticas de apertura comercial, sino de crear al interior de cada una de las economías nacionales condiciones de plena competencia a favor de los consumidores.

 
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