Usted está aquí: viernes 3 de noviembre de 2006 Estados El hábitat de la monarca, en peligro

Alertan sobre manejo forestal inadecuado, turismo desorganizado y uso de herbicidas

El hábitat de la monarca, en peligro

ERNESTO MARTINEZ ELORRIAGA CORRESPONSAL

Ampliar la imagen La Profepa calcula que 200 millones de mariposas monarca llegarán este año al municipio de Ocampo Foto: La Jornada Michoacán

Morelia, Mich., 2 de noviembre. Como cada año, dio inicio el arribo de aproximadamente 200 millones de mariposas monarca en la región oriente de Michoacán, provenientes de Estados Unidos y Canadá, informaron fuentes de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

Para las comunidades mazahuas del municipio de Ocampo, este fenómeno representa el retorno de las almas de los niños muertos y por eso las reciben con júbilo, comentó Homero Gómez, representante de la comunidad El Rosario.

''Para quienes vivimos cerca de los santuarios de Huacal Chivati, San Andrés, Sierra Chincua, El Campanario y Cerro Pelón, adonde llega a hibernar la mariposa, nos da gusto recibirlas, pero también sabemos que los bosques siguen siendo saqueados'', añadió.

El decreto del 12 de febrero de 2001 amplió la zona de amortiguamiento de la reserva de la biosfera de la monarca a 56 mil 707 hectáreas y el núcleo a 16 mil 552.

El especialista Carlos Galindo explicó que cada año nace una generación de mariposas que vive hasta siete u ocho meses, lapso en el cual migran de ida y vuelta.

Sin embargo, otros investigadores afirman que son varias las generaciones que participan en un solo periodo migratorio, debido a que viven entre cuatro y cinco semanas.

La monarca llega a 16 municipios y 180 comunidades de Michoacán y el estado de México. En 1937 se iniciaron los primeros estudios sobre la mariposa y en 1975 se descubrieron las zonas de hibernación en los bosques de oyameles de Michoacán, añadió Galindo.

La mayoría de estas comunidades tienen elevados índices de pobreza, analfabetismo, desnutrición y desempleo. Sus habitantes viven de cultivos y ganadería precarios, y hay algunos poblados que ya agotaron sus recursos forestales, explicó el investigador.

''Las monarcas se enfrentan a la exterminación de su alimento, las asclepias (plantas), por uso de herbicidas, cambio de uso de suelo, deforestación de los bosques, turismo desorganizado y manejo forestal inadecuado'', subrayó.

 
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