Usted está aquí: martes 7 de noviembre de 2006 Capital Transporte concesionado del Edomex, un dolor de cabeza para los capitalinos

Ganar pasaje y dinero, común denominador en detrimento de los usuarios

Transporte concesionado del Edomex, un dolor de cabeza para los capitalinos

Vías de acceso y paraderos se ven obstruidos a diario por unas 16 mil unidades

Cientos de concesiones, sin estudio previo

Apremia Setravi coordinar acciones

LAURA GOMEZ FLORES

Ampliar la imagen Sobre Insurgentes Norte, a la altura de Ticomán, vehículos de transporte de pasajeros y de carga provenientes de municipios conurbados del estado de México obstruyen la vialidad al hacer parada en sitios prohibidos Foto: Guillermo Sologuren

Todos los días, 16 mil microbuses, combis y autobuses del estado de México taponan las principales avenidas y paraderos del Distrito Federal. La autorización de cientos de concesiones, sin un estudio de demanda de servicio y líneas existentes, provocó que en los últimos cinco años su número aumentara 80 por ciento, informó el director general de Transporte, Pedro Velázquez.

Sus consecuencias: un incremento de 50 por ciento en el tiempo de recorrido, de las emisiones de contaminantes a la atmósfera y la pérdida de horas-hombre estimadas en 12 mil millones de dólares, de acuerdo con estudios realizados por el Centro de Transporte Sustentable, así como un deterioro de la calidad de vida de los usuarios.

En algunos municipios, como Chimalhuacán, por ejemplo, se tienen cinco empresas que corren en algunas vialidades de acceso al Distrito Federal, sobreponiéndose y provocando se multiplique el esquema de hombre-camión, de ganar pasaje y dinero, en lugar de apostar por un sistema de transporte articulado.

La construcción de nuevos desarrollos habitacionales o centros comerciales, así como la aparición de asentamientos irregulares en la periferia de la ciudad ha favorecido esta política de autorización de concesiones, sin considerar los problemas que significan para la ciudad de México, sus vialidades y paraderos, que se encuentran ahogados, pese a que la tasa de crecimiento de su parque concesionado es mínima, precisó.

El funcionario explicó en entrevista que en los últimos 10 años se tuvo un aumento de 1.47 por ciento, no por la entrega de nuevas concesiones, sino en razón de que algunos transportistas dejaron de prestar servicio porque sus unidades estaban en condiciones ruinosas y no les era un negocio mantenerlas en operación, estaban paradas. Con el programa de sustitución muchas de ellas se chatarrizaron y se entregó un bono a los transportistas para que, nuevamente, operaran en sus rutas.

Grandes estacionamientos

La dinámica de crecimiento del transporte del estado de México, empero, ha respondido a decisiones políticas y de soberanía estatal, sin la conciliación o coordinación de ambas entidades, provocando que algunas empresas de servicio público aumenten, de manera exponencial, y otras se encuentren a punto de desaparecer, por la competencia desleal y falta de racionalidad empresarial.

De esta manera, comentó, muchas de las vialidades primarias de la ciudad se han convertido en grandes estacionamientos a las horas de mayor demanda: siete a nueve, 14 a 16 y 19 a 21 horas, e impidiendo la rápida entrada y salida de las unidades de transporte público de paraderos como Indios Verdes o Pantitlán, donde se concentra la mayoría de las 16 mil unidades mexiquenses.

"Ya no podemos estar en condiciones donde el estado de México autoriza concesiones y no hay una conexión racional y coordinada con el transporte del Distrito Federal, que se ha traducido en un congestionamiento vial constante de las principales arterias, donde entre 80 y 90 por ciento de los vehículos son mexiquenses, al sobreponerse la prestación del servicio en líneas existentes", afirmó el funcionario.

Consideró que se está en una situación crítica y cada día que pasa puede complicarse la solución de los problemas de transporte y vialidad de la gente, sin lograr resolverlo. Las acciones metropolitanas representan una primera ventana para concretar proyectos más precisos y con una temporalidad bien definida que evite, en el corto plazo, reducir, aún más, la velocidad de circulación promedio de 17 kilómetros por hora.

El problema del estado de México no solo es transportar a la gente a la capital, sino hacerlo con eficiencia, comodidad y unidades dignas, lo cual no sucede. Por ello, la necesidad de coordinar acciones entre ambas entidades, sobretodo, cuando la evolución del transporte de microbuses a autobuses generó también daños a la infraestructura del transporte en el cuerpo principal del paradero Pantitlán.

"La necesidad de transportar más gente en la zona oriente le ganó a la previsión y hoy es urgente adecuarlo", destacó al mencionar que se está por concluir el proyecto ejecutivo y, antes de concluir esta administración, se colocará la primera piedra de la obra, para la cual se cuentan con 60 millones de pesos.

 
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