Usted está aquí: jueves 9 de noviembre de 2006 Cultura Revelan nombres de tres recintos cuya devolución reclama la Iglesia católica

La ''entrega'' se frustró en 1993, según un documento interno del Arzobispado

Revelan nombres de tres recintos cuya devolución reclama la Iglesia católica

JAIME AVILES

Ampliar la imagen Cúpula del Ex Teresa Foto: José Carlo González

Al reiterar que en la oficina de Vicente Fox existe un decreto, no firmado aún, para devolverle a la Iglesia católica el Claustro de Sor Juana y tres recintos más, fuentes clericales revelaron que éstos son la capilla de Santa Teresa, dentro del centro cultural X Teresa, y los ex conventos de San Antonio Abad, en el inicio de la calzada de Tlalpan, y de Montserrat, en Tacubaya.

Que la Santa Madre Iglesia busca, al menos desde 1959, la reapropiación de esos edificios que le fueron expropiados en 1874 por el gobierno de Benito Juárez, consta en un documento interno de la Curia del Arzobispado de México, fechado el 13 de marzo de 1997 y firmado por el obispo Jorge Durán Piñeyro, canónigo que durante muchos años trabajó en la depuración del catastro eclesiástico.

Hace una semana, La Jornada dio a conocer que el presidente Fox tenía todo listo para restituir a la Iglesia católica el Claustro de Sor Juana y tres edificios religiosos más. De inmediato, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes desmintió la noticia, pero ayer trascendió que el entorno del cardenal Norberto Rivera Carrera aceptó que la información era cierta y advirtió que si no logra la devolución antes del 30 de noviembre, como ya lo había convenido con el Ejecutivo federal, ésta se concretará, en breve, durante el sexenio de Felipe Calderón.

Para sustentar sus nuevas revelaciones, las fuentes entregaron a este diario una fotocopia del documento firmado por monseñor Durán Piñeyro, donde se constata el marcado interés de la Iglesia católica por, sobre todo, la capilla de Santa Teresa, y se relata que en 1993 estuvo a punto de recuperar parte del claustro, medida que fue abortada en el último minuto por instrucciones de Carlos Salinas de Gortari. Este es el texto íntegro del documento, con acotaciones mínimas para facilitar su comprensión:

''En 1959 al hacer gestiones para que me entregara (la Secretaría de) Patrimonio Nacional, la Iglesia (sic) de Jesús María, pedí Santa Teresa la antigua (hoy X Teresa), pedí Montserrat pero no se pudo. En Enero (sic) de 1960 me entregaron Jesús María", escribió el prelado en el primer párrafo de una hoja de papel tamaño carta que arriba ostenta el sello y membrete de la ''Curia del Arzobispado de México. Secretaría de Cámara y Gobierno. Apartado Postal m-8877. México 1, D.F."

Y continúa así: ''Poco antes de Octubre (sic) de 1993 al ir a Culiacán 123 5º piso (una oficina de la entonces llamada Secretaría de Patrimonio Nacional) para ver qué posibilidades había de gestionar Santa Teresa a fin de que sirviera como Parroquia del Sagrario ya que ésta está cerrada por reparación me dijo el Lic. Enrique Machaen que era muy difícil pero que haría la investigación, pero que fácilmente podría dar San Jerónimo del claustro) de Sor Juana Inés de la Cruz, sin el claustro y museo pero si con la casita anexa para el Capellán y (el ex convento de) San Antonio Abad pero que la Arquidiócesis formalmente la pidiera".

Añade: ''Le dije al Sr. Cardenal (Ernesto) Corripio (entonces arzobispo primado de México) y le agradó la noticia; fui a buscar al p(adre) Belisario Panizo, que estaba de Capellán de San Jerónimo para reintegrarlas (sic) no encontré al P. Panizo pero su Superior el Padre José Feliz Parr(oco) de Nuestra Sra. Rosario de Fátima de Irrigación me dio el Teléfono (sic) pero que no se harían cargo de San Jerónimo".

Compilador del directorio eclesiástico

En su abigarrado informe dirigido quizá a nadie más que él mismo, Durán Piñeyro agrega: ''El P. Antonio Roqueñí hizo una carta pidiendo San Jerónimo y San Antonio Abad al Director de Asuntos Religiosos en Gobernación al Lic. Nicéforo Guerrero con copia a mí, al Lic. Ballinas de Patrimonio Nacional, Culiacán 123 Edif. Anexo por Bajío y llevé esta carta con su copia y saqué otra copia para el Lic. Enrique Machaen".

Y prosigue: ''Además junto con la anterior e igualmente con sus copias a Ballinas y a Machaen (el padre Roqueñí) pidió Santa Teresa. Después de entregar esto aunque no encontré a Nicéforo, ni a Guevara en gobernación (sic), ni a Machaen ni a Ballinas en Patrimonio Nacional pedí cita para el Martes 19 y fui pero no estaba Machaen a las 11, regresé a las 14 y me dijo que fijara yo la fecha para entregarme físicamente San Jerónimo y San Antonio Abad. De Santa Teresa NO. Fijamos el Lunes 25 a las 11 para recibirla y el Viernes 29 de Octubre de 1993 para recibir San Antonio Abad".

Entonces, apunta, ''bajé al 4º piso con el Lic. Fernando Ramírez Casasola C. Jefe de Bienes Inmuebles que había ofrecido ayudar y le comuniqué lo anterior(,) me dijo que Santa Teresa seguiría con el INBA y San Jerónimo y San Antonio que tenía que hacerse actas etc pero le dije que su jefe así me lo prometió".

A renglón seguido, en el párrafo último, antes de su rúbrica, el obispo cuenta que ''por fin el 26 de octubre de 1993 me entregó el Lic. Machaen y el Lic. Ramírez Casasola firmando ellos y Yo (sic) la entrega formal de San Jerónimo pero la Sra. Margarita López Portillo no quiso firmar hasta que llegara su sobrina que era la Directora y estaba en la oficina contigua. Después de 4 horas de espera ordenó (quién?) que no se entregara quizá fue el Presidente Salinas o Tovar".

La sobrina de Margarita López Portillo aludida por el obispo en su texto es Carmen Beatriz López Portillo, hija del ex presidente José López Portillo y actual rectora de la Universidad del Claustro de Sor Juana. Tovar, sin duda, es Rafael Tovar y de Teresa, ex titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y en aquella época esposo de Carmen Beatriz.

El documento, aparentemente, forma parte de las notas de trabajo de Durán Piñeyro, quien durante décadas compiló el Directorio Eclesiástico de la República Mexicana, obra de mil 650 páginas dividida en dos tomos que en 1994, poco antes de morir, dedicó, describiéndolo como ''insignificante trabajo", al papa Juan Pablo II.

Gracias a ese directorio, que registra las entradas y salidas de todos los sacerdotes que trabajan en los templos católicos del país, la policía estadunidense que investiga una denuncia contra el cardenal Norberto Rivera Carrera, logró establecer que cuando éste era obispo de la diócesis de Tehuacán, Puebla, en 1988, encubrió al sacerdote Nicolás Aguilar Rivera, quien debió huir del país acusado de abusar sexualmente de varios niños, y cuando regresó a México en 1995, ahora escapando de Los Angeles, California, donde se había aprovechado de 26 niños más, Rivera Carrera, convertido ya en arzobispo primado de México, volvió a protegerlo asignándolo a una parroquia del Distrito Federal, de acuerdo con un reportaje de Proceso del domingo anterior. El Directorio Eclesiástico puede consultarse en www.arquidiocesismexico.org.mx

 
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