Usted está aquí: jueves 9 de noviembre de 2006 Sociedad y Justicia Requiere el IMSS ley flexible para afiliar a 10 millones de empleados

Propone Fernando Flores contratos complementarios de servicios privados para cubrir demanda

Requiere el IMSS ley flexible para afiliar a 10 millones de empleados

Urgente, solución definitiva al problema de pensiones y jubilaciones, dice en informe a la asamblea

ANGELES CRUZ MARTINEZ

Ampliar la imagen Durante el informe que rindió ante la 97 Asamblea General Ordinaria del IMSS, el director general del instituto, Fernando Flores (izquierda), convocó a los sectores a encontrar una solución integral a los grandes riesgos, retos y oportunidades del instituto, ya que el futuro de México no se puede proyectar sin un Seguro Social sano

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) requiere que la ley sea más flexible para permitir el ingreso de casi 10 millones de trabajadores, debido a que en las condiciones actuales la seguridad social "no está cumpliendo cabalmente como mecanismo redistribuidor de la riqueza", advirtió el director del organismo, Fernando Flores.

Con la finalidad de cubrir la demanda de servicios médicos, también planteó la opción de realizar contratos complementarios de servicios privados en "esquemas novedosos" de pago por evento y arrendamientos, entre otros.

Asimismo, señaló la necesidad de realizar cambios a la Ley del Seguro Social, con los que además de la ampliación de cobertura se logre la solución del déficit financiero que aqueja a la institución, en el entendido ­dijo­ de que ninguna reforma estará exenta de costos.

Al presentar su informe de actividades a la 97 Asamblea General Ordinaria del IMSS, el funcionario resaltó que el instituto sólo tiene asegurada a 64 por ciento de la población económicamente activa (PEA), debido a la estructura del mercado laboral, la evolución de la actividad económica global y a las limitaciones que impone la ley vigente.

Mencionó que en el país predominan relaciones contractuales nuevas, creciente movilidad de la fuerza de trabajo y expansión de los sectores de comercio y de servicios, en los cuales disminuye el porcentaje de empleados incorporados al instituto.

Además ­continuó Fernando Flores­, en muchos de los casos los contratos son verbales, lo que hace muy difícil la labor de afiliación y defensa de los derechos de los trabajadores, por lo que los cambios legales deberán incluir mayores definiciones respecto a cuáles deben estar obligatoriamente afiliados al IMSS.

Resaltó que "la falta de cobertura repercute en la misión social del instituto, ya que su presencia disminuye en espacios donde más se necesita para la atención de los sectores vulnerables y, por tanto, la seguridad social no está cumpliendo cabalmente como mecanismo redistribuidor de la riqueza". Entre los retos del Seguro Social, Flores planteó nuevamente el financiamiento de las prestaciones médicas, en específico del ramo de gastos médicos de pensionados y el seguro de enfermedades y maternidad, cuya solución pasa por el incremento en el monto de las cuotas obrero-patronales, pero antes ­dijo­, el IMSS debe "explotar sus reservas de eficiencia" y proponer otras reformas legislativas que permitan la transferencia de recursos de los seguros superavitarios ­los de riesgos de trabajo y de invalidez y vida­ a los deficitarios, lo cual mejoraría la situación financiera general del instituto.

En relación con la explotación de las reservas de eficiencia, explicó que consiste en aplicar medidas de redistribución del gasto, restructuración organizacional y rediseño de procesos administrativos y operativos. También implica la revisión del marco normativo, que "en muchos casos es el principal promotor de ineficiencias".

Otro de los problemas que aquejan al IMSS tiene que ver con la insuficiencia y obsolescencia de su infraestructura. Hasta diciembre de 2005 se requerían 52 mil 178 millones de pesos para subsanar el rezago y, adicionalmente, mantener un ritmo sostenido de inversión de 5 mil 107 millones por cada medio millón de trabajadores incorporados.

Para este rubro, Fernando Flores propuso explorar "opciones de mayor alcance", como la contratación complementaria de servicios privados en "esquemas novedosos" de pago por evento o arrendamientos, entre otras posibilidades.

El tema del Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP) de los trabajadores del IMSS volvió a ubicarse como parte de los retos pendientes de resolver en el organismo. Fernando Flores señaló que el gasto de la nómina del RJP se incrementa proporcionalmente más rápido que los ingresos del instituto. A diciembre de 2001, el pasivo laboral era de 300 mil 728 millones de pesos, y para el mismo mes de 2005 alcanzó 775 mil 995 millones, equivalentes a 9.3 por ciento del producto interno bruto.

Aunque Flores reconoció que el acuerdo alcanzado con el Sindicato del Seguro Social "marcó claramente el rumbo y el método para atenuar el pasivo laboral del RJP", también destacó que éste, junto con la reforma a la ley, en agosto de 2004, constituyen un primer paso para resolver la problemática que el RJP plantea a la salud financiera del IMSS.

El reto, subrayó, se mantiene vigente, y es urgente continuar los esfuerzos para alcanzar una solución definitiva. Se refirió a la necesidad de modernizar el contrato colectivo de trabajo, para adecuarlo a las nuevas tecnologías, diseñar estímulos salariales y organizacionales con los que, además de mejorar los ingresos de los empleados, se reducirá el costo de operación por la disminución del ausentismo, la creación de plazas polivalentes y subrogación de servicios no sustantivos, entre otros.

El informe del director del IMSS, aprobado por los sectores obrero y patronal, reportó que a septiembre de 2006, los ingresos ascendieron a 180 mil 962 millones de pesos, mientras el gasto se ubicó en 167 mil 935 millones.

Al cierre de la administración, el monto de los recursos financieros ascenderá a aproximadamente 100 mil millones de pesos, cifra cinco veces superior a los casi 20 mil millones existentes al cierre de 2000.

Por otro lado, comentó que se cuenta con una estructura de reservas de largo plazo para financiar compromisos ya adquiridos con los trabajadores asegurados y con los empleados del propio instituto, así como riesgos jurídicos. Además, se han establecido las medidas para salvaguardar el poder adquisitivo de las reservas, mediante su inversión en valores financieros.

 
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