Usted está aquí: domingo 12 de noviembre de 2006 Capital Es de "primer mundo" la Ley de Sociedades de Convivencia: activistas

El Colegio de Abogados Católicos buscará que se declare inconstitucional

Es de "primer mundo" la Ley de Sociedades de Convivencia: activistas

EMIR OLIVARES, LAURA POY

Integrantes de la comunidad lésbico gay, bisexual, transexual y transgénero (LGBT) y de organizaciones de defensa de los derechos sexuales expresaron su satisfacción por la aprobación de la Ley de Sociedades de Convivencia, la cual "permitirá que en la ciudad se tenga un mejor desarrollo social y garantía de los derechos humanos".

Mario Arteaga, dirigente del Comité Orgullo México-Gay, señaló que aunque parecía imposible, "por fin salió", y ahora el reto será mejorar la ley en siguientes legislaturas.

El actor y empresario Tito Vasconcelos reiteró que la aprobación de esta ley "era una deuda de honor y la izquierda no tuvo más que ponerse justa por la vía de la democracia". Señaló que con esa ley la ciudad "alcanza el primer mundo", porque se garantiza el respeto a los derechos de los diferentes. Ante los llamados de diputados locales del PAN a interponer en la Corte una controversia constitucional contra la ley, los activistas coincidieron que sería poco probable una decisión en contra.

Vasconcelos señaló que "sería estúpido que el PAN intentara dar un caballazo. Si son congruentes con su discurso", no intentarán eso. Además llamó "a las conciencias católicas a que sean mesurados y hagan uso y abuso de su espíritu cristiano de amor por sus semejantes y dejen de estar chingando".

Por su parte, el Colegio de Abogados Católicos de México calificó la aprobación de la Ley de Sociedades de Convivencia de "golpe a la verdadera tolerancia", promovido por la mayoría parlamentaria en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, que "actuó por consigna de elites oscuras y oportunistas".

En una declaración difundida por la Arquidiócesis Primada de México, Armando Martínez, presidente del organismo, destacó que la "falta de honestidad ideológica y el espíritu mercenario" de los legisladores que aprobaron la ley, permitió que la democracia y pluralidad parlamentaria "se pusieron al servicio de algunas facciones falazmente progresistas".

Al respecto, Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis, sostuvo que a la Iglesia católica le asiste el "deber moral de expresarse en lo que no está de acuerdo y en las acciones que creemos dañan a la familia, sin caer en actitudes fanáticas e intransigentes. Por el contrario, son otros los que nos insultan, quienes incurren en acciones de fanatismo".

Adelantó que con el apoyo de organismos como el Colegio de Abogados Católicos de México "buscaremos contar con los elementos jurídicos para saber si es posible alegar la inconstitucionalidad de la ley".

 
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