Usted está aquí: lunes 13 de noviembre de 2006 Sociedad y Justicia México, con trabajadores pobres y empresas ricas: Alcalde Justiniani

El laborista señala que se interpondrán amparos individuales contra el minisalario

México, con trabajadores pobres y empresas ricas: Alcalde Justiniani

Podría lanzarse campañas contra firmas, como Wal-Mart, que sobrexplotan a empleados

PATRICIA MUÑOZ RIOS

Ampliar la imagen El abogado Arturo Alcalde Justiniani comentó que se analiza denunciar a la CNSM Foto: Archivo/Guillermo Sologuren

La restricción salarial que subsiste en México se ha convertido en un verdadero "despojo de orden social", en el que el promedio nacional de percepción de los trabajadores es de apenas dos salarios mínimos, es decir, 8 dólares por jornada ­cuando en otras naciones se paga eso por una hora­, y el país padece el "empobrecimiento generalizado de su sector laboral".

Arturo Alcalde Justiniani, abogado laborista y representante legal de diversos sindicatos independientes, advirtió lo anterior y dijo que los trabajadores mexicanos no sólo están entre los más mal pagados del mundo, sino también entre los que mayormente se acogen a la economía informal, se vinculan al submundo laboral ­trabajar sin pago, sin derechos sociales, ni prestaciones como eventuales­, o bien emigran.

En entrevista con este diario, Alcalde lanzó una premisa apabullante: en México la mayor parte de los trabajadores están empobrecidos, pero las empresas tienen los porcentajes más altos del mundo de rentabilidad y plusvalía.

Ante ello y frente al hecho de que otra vez el gobierno y las representaciones empresariales impondrán un mísero incremento al salario y el Estado pondrá un "tope" para las negociaciones contractuales de 2007, se ha diseñado una Jornada por la Restitución del Salario y el Empleo, desde la cual pretende generar una lluvia de "amparos" individuales y colectivos contra esta determinación, además de emprender campañas contra empresas que sobrexploten a sus trabajadores.

Incluso se analiza la posibilidad de denunciar a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CNSM) por la "simulación" y la tarea de "parapeto" que hace a favor del gobierno, y se exhibirá a escala nacional que las supuestas negociaciones que hay entre tres sectores para determinar los incrementos a estos salarios sólo son un teatro repetido anualmente, dijo el abogado laborista.

Se presentará además una iniciativa para que la CNSM sea sustituida por un instituto de salarios mínimos, productividad y reparto de utilidades, a cuyo frente estén profesionales de la materia y puedan realmente orientar un mejor y más justo manejo de los salarios en el país. Incluso hay una iniciativa para que el tema sea competencia del Congreso de la Unión, vía la Cámara de Diputados.

En esta jornada, que ha sido lanzada a iniciativa del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y otras organizaciones del Frente Sindical Mexicano, y que ha sido apoyada desde el inicio por la Unión Nacional de Trabajadores y gremios, como el minero, se están delineando diversos campañas como la de solicitar a Petróleos Mexicanos (Pemex) que a su vez obligue a las gasolineras, a las cuales les otorga la concesión, que sólo se dará si se comprometen a pagar aunque sea un salario mínimo a los trabajadores y a otorgarles seguridad social, ya que éstos sólo están por las propinas y totalmente desprotegidos.

Sin embargo, la más fuerte de las medidas que se podrían iniciar es armar campañas contra empresas que son rotundas violadoras de los derechos laborales de los trabajadores, como Wal-Mart, o bien localizar firmas que no cumplan salarialmente con sus empleados y castigarlas por la vía del consumo, es decir, hacer una especie de "certificación social" que avale a las empresas laboralmente responsables, explicó Alcalde Justinini.

Hizo ver que las principales acciones serán la presentación de una demanda debido a que no se cumple con el señalamiento constitucional establecido para el salario mínimo, el cual debe servir para satisfacer las necesidades básicas de los trabajadores y sus familias; así como levantar múltiples demandas de amparo contra la aplicación de los míseros incrementos al mínimo, entre otras.

El Estado, agregó, en manos de Vicente Fox abandonó a quienes deberían ser su principal preocupación: los trabajadores, y dio mano ancha para que los empresarios sobrexplotaran a los obreros, sobre todo en sectores productivos donde el capital es extranjero, como la industria electrónica y textil, la maquila, los servicios comerciales ­tiendas departamentales­, bienes de capital, etcétera.

En gran parte de las empresas de estos rubros productivos, el costo laboral se ubica entre 3 y 4 por ciento, de forma que mejorar los salarios no les significaría nada, pero el gobierno les permite tener una rentabilidad altísima y simplemente la toman. Todo ello ha provocado un enojo generalizado de los trabajadores, sobre todo porque se ha recurrido hasta el hastío a la premisa falsa de que de que los aumentos de salarios son inflacionarios y esto no es necesariamente cierto, sobre todo cuando los incrementos están respaldados con productividad, dijo.

Hizo ver que el gobierno está atrapado en su miedo hacia el sector empresarial, y por ello apuesta mejor a "apretar más la tuerca" a los trabajadores antes que crear políticas fiscales para favorecer el incremento salarial y el ahorro, iniciativas para promover que los empleos informales se conviertan en formales; pedir bonos de actuación a las empresas, etcétera. El gobierno panista está en la parálisis en la "visón chiquita", ya que lo que menos le interesa es la población.

 
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