Inmuebles que fueron negocios y luego espacios culturales se venden por kilo: Icomos
Creciente preocupación por el patrimonio industrial
Las instalaciones industriales de la otrora Fundidora de Monterrey, la cervecería y la fábrica de vidrio ya están inscritas en la lista indicativa de México para que a futuro sean declaradas Patrimonio de la Humanidad, expresa Javier Villalobos.
El presidente de la sección mexicana del Comité Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos, por sus siglas en inglés), dependiente de la UNESCO, anunció que la versión 26 del Simposio Internacional de Conservación del Patrimonio Monumental tiene precisamente como tema el patrimonio industrial, y del 15 al 18 de noviembre, por vez primera, se realizará en Monterrey, Nuevo León.
Villalobos indica que este año se presentará el expediente ya se había entregado uno para que el campus original de Ciudad Universitaria de la UNAM sea declarado también patrimonio del siglo XX. Cabe recordar que en julio pasado fue inscrito en la prestigiosa lista el paisaje cultural agavero de Tequila, Jalisco.
El tema del simposio, expresa el arquitecto, tiene que ver con la creciente preocupación a escala mundial por el estado que guarda este patrimonio, a raíz de los cambios tecnológicos y el interés por recuperarlo y valorarlo.
Simposio con expertos de varios países
En la decimoquinta asamblea general del Icomos, efectuada en Xi'an, China, hace un año, se decidió que el Día Internacional de Sitios y Monumentos, celebrado el 18 de abril, se dedicaría al patrimonio industrial, modalidad que apenas empieza a ser atendida y comprende desde haciendas hasta fábricas de toda índole.
De acuerdo con Villalobos la primera gran industria en llegar a México fue el ingenio azucarero, junto con Hernán Cortés. En el siglo XIX arribó la gran industria, junto con el ferrocarril. De pronto, ''de un plumazo se acabó este patrimonio y se vende por kilo'', situación que ''seguramente en un futuro se nos va a criticar fuertemente a los mexicanos, de dejarlo ir". Es decir, muebles, herramientas y máquinas convertidos en bodoques de acero o hierro para fabricar otras cosas.
El objeto de la reunión, explica el entrevistado, es abordar el tema desde diferentes ángulos. Asistirán especialistas de España, Francia, Italia, Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Costa Rica y Perú para disertar sobre cómo reutilizar ese patrimonio. También hay estudiosos mexicanos que se interesan por el tema.
No sólo se ha invitado a arquitectos, sino también a industriales porque son los dueños de esas haciendas y fábricas, pero a veces no saben que ese patrimonio tiene valor cultural.
En México tenemos muchos ejemplos de fábricas que ''se pierden prácticamente ante la vista, sin mayor intervención, ni de los institutos nacionales de Antropología e Historia y Bellas Artes''.