En un local prestado y sin servicios sobrevive la escuela Sentimientos de la Nación
Abandono oficial, estigma para maestros y alumnos de primaria en Hichochitlán
Toluca, Mex., 15 de noviembre. Hace dos años, la escuela Sentimientos de la Nación, ubicada en la comunidad de San José Guadalupe Hichochitlán, una de las zonas de mayor rezago social en esta capital, obtuvo el reconocimiento oficial del gobierno del estado de México para niveles básicos. Desde entonces, las autoridades no han proporcionado ningún apoyo al centro educativo.
En iguales condiciones están otras 50 escuelas en las regiones más pobres de la entidad, operadas por la Coordinadora por la Defensa de la Educación Básica en condiciones deplorables. Desde hace una semana, ocho profesores de esa organización se mantienen en huelga de hambre frente al palacio de gobierno, en demanda de ayuda para dichos espacios.
En la actualidad, más de 150 alumnos de primaria y secundaria de la escuela Sentimientos de la Nación reciben clases en viviendas prestadas que los encargados del plantel habilitaron como aulas. Los menores enfrentan a diario la vicisitud de tomar clases en instalaciones que carecen de baños, agua, luz y drenaje.
Los pupitres que ahí se encuentran son desperdicios de otros centros escolares mientras los pizarrones son prestados.
Los maestros carecen de escritorio y material didáctico. Salario, "ni soñarlo". A pesar de esta situación dedican una hora al día para enseñar a los menores el dialecto otomí, ya que gran parte de los alumnos tienen origen en esa etnia.
Cristóbal, de ocho años de edad, camina diariamente más de un kilómetro para asistir a clases. Las calles de la comunidad son de terracería y, como se carece de drenaje, cuando llueve se convierten en lodazal. Su escuela ha cambiado de sede dos veces en el último año. La primaria Sentimientos de la Nación opera en inmuebles prestados.
Actualmente, un vecino ofreció una casa en construcción con tres cuartos que fueron habilitados como salones. No hay baño, sólo una letrina que desahoga en el canal de aguas negras, a un costado del espacio educativo.
La secundaria también opera en un inmueble prestado. Sólo tiene dos salones de cuatro por cuatro metros, con techos de láminas de asbesto y cartón. El baño es un pequeño retrete rodeado de mantas.
Los mentores que se mantienen en plantón frente al acceso principal de la sede del Ejecutivo estatal manifestaron que "lo único que pedimos es cumplimiento a los compromisos. Apoyo para las escuelas, porque los niños no merecen estudiar bajo esas condiciones".