Usted está aquí: viernes 17 de noviembre de 2006 Cultura ''Me gusta esa naturalidad del dibujo que traspasa cualquier moda'': Rafael Cauduro

Se conocerá hoy al ganador de la Primera Bienal Internacional de Dibujo que lleva el nombre del artista

''Me gusta esa naturalidad del dibujo que traspasa cualquier moda'': Rafael Cauduro

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

Ampliar la imagen Rafael Cauduro, en entrevista con La Jornada, celebra que Tijuana haya auspiciado el foro internacional sobre el dibujo, al que ''nunca se le ve en las grandes exposiciones'' Foto: Marco Peláez

Ampliar la imagen Rafael Cauduro, en entrevista con La Jornada, celebra que Tijuana haya auspiciado el foro internacional sobre el dibujo, al que ''nunca se le ve en las grandes exposiciones'' Foto: Marco Peláez

Cuernavaca, Mor. En el principio, mucho antes que la palabra escrita, fue el dibujo: el trazo de una imagen sobre una superficie; la representación del mundo en dos dimensiones. Lo testimonian las pinturas rupestres. Con el tiempo, con la civilización, dibujar devino arte: imaginación, creatividad, destreza, virtuosismo.

No obstante su abolengo y los cíclicos periodos de esplendor que ha atravesado a lo largo de la historia (Leonardo da Vinci es una de sus cumbres), el dibujo también pasa por etapas recurrentes de marginación y desdén en las que, incluso, hay quienes han llegado a extender su acta de defunción.

Actualmente vivimos una de esas etapas. Para contribuir a remontarla, para recordar las virtudes del dibujo, para fomentar su producción, su difusión y a final de cuentas su revaloración, el ayuntamiento de Tijuana organizó este año la Primera Bienal Internacional de Dibujo Rafael Cauduro, cuyo ganador se dará a conocer hoy en aquella ciudad fronteriza.

Con este motivo, La Jornada sostuvo en días pasados una conversación con el artista que da su nombre a la bienal: un pintor en cuya obra el dibujo tiene una importancia decisiva: ''Dibujar ha sido parte medular de mi vida, empecé desde niño, como todos, jugando, y hasta la fecha no he dejado de jugar, me sigo divirtiendo cuando dibujo".

La idea de la Bienal llegó de Tijuana: ''Me propusieron un proyecto muy ambicioso que incluye toda América y que tiene como sede una ciudad tan contrastante, la frontera más transitada del mundo, con famas opuestas pero que siempre ha tenido una vida cultural muy intensa".

Lo que terminó de emocionar a Cauduro fue que se tratara de una bienal precisamente de dibujo: ''Es el medio más austero de las artes, en el que tienes pocos recursos para defenderte; en el dibujo eres o no. Si hiciéramos un símil con las armas, el dibujo es como un florete, una espada; no una bazuca o una granada. Me gusta esa naturalidad del dibujo que traspasa cualquier moda, que siempre ha existido y siempre existirá, bien en su forma más primitiva o en propuestas contemporáneas totalmente novedosas, con materiales insólitos".

Amplia respuesta a la convocatoria

La respuesta a la convocatoria para la Bienal fue sorprendente por su magnitud, que rebasó por completo las expectativas de los organizadores. Participaron artistas de 170 ciudades de 25 países. Tan sólo de México se presentaron 600 trabajos procedentes de 31 de los 32 estados; de Colombia llegaron más de 80 obras y de Cuba más de 60.

La calidad ''fue muy buena, obras que van desde el pequeño dibujo sobre papel, a lápiz o con plumilla, hasta trabajos muy sofisticados en cuanto al uso de materiales: con cabello, bordado en tela, quemando el papel".

Ha sido ­celebra Cauduro­ ''una experiencia muy interesante, sobre todo ahora que el dibujo está tan castigado. En las grandes subastas o en las grandes exposiciones nunca verás al dibujo como protagonista. Se me hace absurdo y me da coraje ver que no se puede vender un dibujo a un precio proporcional al trabajo que requiere. Puedo tardar cinco días haciendo un cuadro y venderlo más caro que un dibujo en el que me tardé un mes, por más poética que sea la pieza. Una cuadro tiene muchas defensas, el color es muy alcahuete, mientras que en un dibujo eres o no. Pero sucede que un dibujo está sobre papel, puede ser chiquito, no tiene colorido y esto que castigas son precisamente sus virtudes".

Por eso esta Primera Bienal de Dibujo es ''como poner un toque de atención en este momento, cuando hay tantas propuestas de arte contemporáneo y se están calificando y descalificando constantemente".

A pesar del aparente mal momento que parece atravesar el dibujo, Cauduro hace notar de qué manera está presente en muchos ámbitos: en las artes plásticas, obviamente; en proyectos fotográficos, arquitectónicos, cinematográficos, anatómicos, escultóricos, de diseño: ''Para Leonardo da Vinci el dibujo fue quizá el método más importante y más socorrido de toda su obra; para casi todos sus proyectos hizo una serie de dibujos utilitarios maravillosos.

''Pero quizá el dibujante más maravilloso que conozco es Miguel Angel; sus dibujos son impresionantes. En general los escultores se vuelven grandísimos dibujantes. Y un pintor que hizo dibujos maravillosos fue Picasso; si quería dibujar al estilo clásico lo hacía, era magnífico. Siempre dibujó, murió dibujando."

Actualmente hay pintores que no saben dibujar y se jactan de ello. Cauduro opina al respecto que ''importa la obra y si hay un pintor que no sabe dibujar pero logra una pieza magnífica, está bien. De veras sucede. Está bien. Pero si pensamos en un artista de una manera más integral, llegamos a esa viejísima discusión sobre técnica, oficio y talento. La técnica y el oficio son grandes armas, porque qué pasa si tienes un buen proyecto pero no tienes la habilidad para hacerlo".

La Primera Bienal de Dibujo Rafael Cauduro entregará tres premios: 50 mil dólares al primer lugar; 30 mil al segundo, y 20 mil al tercero: ''Nunca, que yo sepa, ha habido un premio de esa magnitud para un dibujo".

 
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