Usted está aquí: viernes 17 de noviembre de 2006 Economía Por incongruencia de políticas públicas se depende de petrolíferos importados

Se pierde la soberanía energética, pues 40% de las gasolinas se importan: experto

Por incongruencia de políticas públicas se depende de petrolíferos importados

En tres años aumentaron 274% las compras de combustibles, revelan cifras de Pemex

ISRAEL RODRIGUEZ

La incongruencia en las políticas públicas, que por un lado establecen normas ambientales propias de países desarrollados con una industria de la refinación muy próspera, y por otra parte se mantiene el cerco fiscal y presupuestal del gobierno a Petróleos Mexicanos (Pemex), impidiendo que se impulse la elaboración de gasolinas limpias, ponen a México en una situación de franca dependencia de los petrolíferos importados, opinó Fluvio Ruíz Alarcón, especialista en temas energéticos.

La soberanía energética prácticamente se está perdiendo, si se toma en consideración que 40 por ciento de las gasolinas que se consumen en México son de importación, pese a que somos un país productor y exportador de crudo, indicó el experto.

Esta situación se reflejó en la creciente importación de productos petrolíferos registrada durante el sexenio del presidente Vicente Fox. Incluso sin un crecimiento económico vigoroso las importaciones de diesel observaron un aumento de 513 por ciento, al pasar de 6 mil 700 barriles diarios en 2001 a un promedio al día de 41 mil 100 barriles a septiembre de 2006.

En el caso de las gasolinas las importaciones aumentaron 274 por ciento sólo en los últimos tres años, al pasar de 54 mil 500 barriles al día en 2003, a 204 mil barriles a septiembre de 2006, revelan las cifras oficiales de Pemex.

Ruíz Alarcón, de profesión físico e ingeniero con maestría en exploración petrolera por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y con doctorado en economía del petróleo por la Sorbona de París, aseguró que es absurdo que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) haya impuesto la Norma 086, la cual obliga a Pemex a comercializar combustibles bajos en azufre, medida que no tiene coherencia con el resto de las políticas establecidas en el sector energético.

Absurdo, respaldar la refinería en CA

Adicionalmente, es absurdo que el gobierno del presidente Fox Quesada haya promovido y respaldado la eventual construcción de una refinería en Centroamérica, que comprometería casi 13 por ciento de las exportaciones petroleras, tomando en consideración que es un crudo que se requiere en México.

Explicó que una primera repercusión se presentará en las finanzas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), cuyo gasto para la generación de energía eléctrica mediante sus plantas termoeléctricas se incrementará por el uso intensivo del diesel.

Esta situación, agregó, generará una presión adicional a las tarifas e incidirá en el reparto de los excedentes petroleros. Ahora la CFE tendrá más excedentes para cubrir sus mayores gastos en combustibles.

El analista consideró que el aumento extraordinario de 4.16 por ciento en el precio de la gasolina Premium al pasar de 7.92 a 8.25 pesos por litro, y de 3.3 por ciento en el diesel, con lo que su precio se elevó de 5.50 a 5.68 pesos por litro, tiene sólo un propósito recaudatorio sin ningún beneficio para la industria ni para los consumidores.

Fluvio Ruíz manifestó que pese a que el gobierno del presidente Vicente Fox obtuvo ingresos extraordinarios por ventas de crudo, por más de 53 mil millones de dólares, es inconcebible que nunca haya reactivado la industria de la refinación mediante la construcción de una o más refinería en México.

Además, la política de transferencia de precios aplicada en las cuatro subsidiarias de Pemex también ha provocado pérdidas virtuales en Pemex-Refinación. Es decir que los precios a los cuales se venden entre sí sus productos entre las cuatro filiales las obliga a fijar los llamados precios de oportunidad a cotizaciones internacionales, lo cual no ocurre en ninguna compañía petrolera del mundo

 
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