Usted está aquí: martes 21 de noviembre de 2006 Política El acto de López Obrador, por reclamo social, no por capricho: el obispo Vera

Insta a Calderón a no actuar con soberbia ante el movimiento que lidera el tabasqueño

El acto de López Obrador, por reclamo social, no por capricho: el obispo Vera

El momento actual, similar al vivido con el levantamiento del EZLN en 1994, asevera

EMIR OLIVARES ALONSO

La asunción de Andrés Manuel López Obrador como "presidente legítimo" obedece más a un reclamo social que a un capricho personal, consideró el obispo de la diócesis de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López. "Es producto de una inconformidad más profunda de buena parte del pueblo mexicano de cómo se ha conducido al país", aseveró.

El prelado expresó que el acto de ayer en el Zócalo proviene además de la inconformidad con la manera en que se condujo el proceso electoral, pues existe una sospecha, "que muchos consideran fundada", de que hubo fraude electoral.

En consecuencia, López Obrador será "presidente de una parte no insignificante, sino muy significativa del pueblo mexicano, que le está reconociendo autoridad moral", señaló Vera López.

Por ello, exhortó a quienes critican la actitud del ex candidato presidencial a "ver con realismo lo que pasa en México", sobre todo "quien oficialmente es reconocido como presidente (Felipe Calderón)", debido a que "no es cosa nada más de un capricho de un personaje, sino de todo un reclamo social, que a mí me parece muy justo".

El obispo consideró que el movimiento no es sólo de "un líder mesiánico, o de un loquito al que se le ocurre; porque si se tratara solamente de un personaje no hablaríamos de inconformidad social".

El momento actual, abundó, es similar al que se vivió en 1994 con el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, cuando "el subcomandante Marcos no hizo solo la sublevación, sino que fue raíz de una inconformidad de un pueblo que estaba cansado, marginado, dañado y vejado. En ese momento había dos ejércitos, el oficial y el que representaba los reclamos, como ahora habrá dos presidentes".

El movimiento encabezado por López Obrador, añadió, tiene un respaldo moral muy fuerte, por lo que podrá actuar como "una instancia calificada de protesta de la sociedad civil o como grupo de verificación, que se entienda como una comisión de la verdad".

Recomendó a Felipe Calderón no actuar con soberbia ante este movimiento, y exhortó a ambos presidentes a no caer en la confrontación, con el fin de evitar que México pueda llegar a una guerra civil.

Por separado, Adrián Ramírez, presidente de la Liga Mexicana de Defensa de los Derechos Humanos, aseguró que el acto en que rindió protesta del ex jefe de gobierno capitalino es un reflejo de la falta de transparencia en las decisiones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Expresó que la actitud que el jefe del Ejecutivo federal y Calderón han asumido contra el movimiento puede generar "una tensión importante" en materia de derechos humanos, por lo que recomendó que "se respeten los derechos legítimos de quienes están en el movimiento" de López Obrador.

En tanto, Edgar Cortez, secretario ejecutivo de la red Todos los Derechos para Todos, refirió que la importancia del movimiento popular, "que no es sólo un capricho, sino una posición política", estará en la medida en que logre mantener su autoridad moral y capacidad de plantear iniciativas en relación con los temas cruciales del país.

 
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