Usted está aquí: miércoles 22 de noviembre de 2006 Política Canalizará el gobierno federal mil millones para reactivar Oaxaca

Los otorgará antes del 1º de diciembre: senador del PRI

Canalizará el gobierno federal mil millones para reactivar Oaxaca

FABIOLA MARTINEZ

Ampliar la imagen Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública trataron de replegar a los manifestantes oaxaqueños que llegaron a las instalaciones de la Secretaría de Gobernación Foto: Alfredo Domínguez

El gobierno federal comprometió mil millones de pesos para la reactivación económica y turística de Oaxaca, y pretende que los recursos sean liberados antes de que concluya la administración foxista, afirmó el senador del PRI Adolfo Toledo.

Un grupo de legisladores, presidentes municipales y organizaciones sociales vinculadas al tricolor se entrevistaron ayer con el titular de la Secretaría de Gobernación (SG), Carlos Abascal, quien se habría comprometido ­también de acuerdo con la versión de Toledo­ a finiquitar diversas acciones derivadas del conflicto en Oaxaca, con el propósito de no dejar pendientes a Felipe Calderón.

Antes del encuentro con los oaxaqueños, quienes apoyan abiertamente la permanencia del gobernador Ulises Ruiz, Abascal dijo que "no hay ultimátum para los involucrados en la problemática registrada en la entidad desde mayo pasado".

Un día después de que se suscitó otro enfrentamiento entre elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP) e integrantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), en el que los uniformados arrojaron gases a participantes en una manifestación, el funcionario expresó que seguirán trabajando para solucionar el conflicto, porque todavía hay mucho por hacer.

"El reto es enorme. Todos hagamos nuestra parte, y por eso pido al gobernador del estado y a la APPO que hagan la suya", aseveró.

El responsable de la política interna del país ha reconocido en diversas ocasiones que la administración foxista heredará el conflicto a Calderón. En tanto, fuentes de la SG admitieron que la salida de Ulises Ruiz (principal demanda de la APPO) queda a decisión del mandatario estatal, lo mismo que la presencia de las fuerzas federales enviadas a Oaxaca desde el pasado 28 de octubre.

A poco más de una semana de que concluya el sexenio foxista, el secretario recibió a un grupo de legisladores y dirigentes oaxaqueños, quienes arropados por sus huestes (traídas desde Oaxaca en autobuses) vinieron a decir que en esa entidad la situación se ha normalizado.

Toledo, quien es el único senador del PRI por Oaxaca y, por tanto, posible sucesor de Ruiz, aseveró que en la conversación con Abascal el tema relativo al mandatario estatal "es asunto superado".

Según él, el conflicto oaxaqueño está ante "un nuevo horizonte" y el paso siguiente será consolidar, en los nueve días que restan a la administración foxista, el pacto de reconciliación, precisamente impulsado por Ruiz.

A su llegada a Bucareli, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública trataron de repeler a los manifestantes, quienes dijeron ser parte del foro de organizaciones de Oaxaca. En el conato de enfrentamiento los uniformados arrojaron gases lacrimógenos y detuvieron momentáneamente al presidente municipal de Santa Cruz Amilpa, Miguel Garza Quintana. Después de aclarada la situación, el edil fue liberado e inclusive el subsecretario de Gobierno de la SG, Arturo Chávez, le habría ofrecido una disculpa.

Los representantes de dicho foro también pidieron a Abascal castigo para los integrantes de la APPO, quienes "impunemente se pasean por las calles y sus rasgos no corresponden a los de indígenas oaxaqueños, incluso ni a mexicanos".

Toledo solicitó que se haga valer el estado de derecho, el cual, dice, pasa por "encausar, en cualquier sentido", las averiguaciones que están a cargo de la PGR.

­¿Qué le dijo el secretario respecto de la permanencia de la PFP en Oaxaca?

­En lo que se refiere a la normalidad en la capital del estado, se comentó que es importante que la PFP pueda seguir cubriéndola para ir distensando los hechos vandálicos ­respondió Toledo.

Por la tarde, Abascal se trasladó al Centro de Investigación y Seguridad Nacional para encabezar una comida de trabajo con su equipo.

 
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