Usted está aquí: sábado 25 de noviembre de 2006 Cultura Me voy plenamente satisfecha de mi labor en el CNCA: Sari Bermúdez

No haber logrado el marco jurídico para el consejo ''es lo que más me duele'', dice

Me voy plenamente satisfecha de mi labor en el CNCA: Sari Bermúdez

Hicimos grandes proyectos en los ámbitos nacional y mundial, expresa a La Jornada

''Amar nuestra cultura me dio fuerza para resistir las críticas y las diferencias políticas''

ANGEL VARGAS

Ampliar la imagen En el gobierno federal estamos aún muy cuadrados, pero tenemos que arriesgar mucho más, manifestó Sari Bermúdez, ayer, en entrevista con La Jornada Foto: José Antonio López

Cuestionada ampliamente por la comunidad cultural y artística al tomar hace seis años las riendas del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), Sari Bermúdez se despidió ayer de forma protocolaria de su cargo en medio de prolongados aplausos de su equipo de trabajo y un grupo de intelectuales y creadores que asistieron a la presentación de su informe final de actividades.

Entrevistada por La Jornada al término del acto, efectuado en la Biblioteca Vasconcelos, la funcionaria se asumió ''plenamente contenta, muy satisfecha" por estos seis años de trabajo. ''Hicimos ­enfatizó­ proyectos fascinantes en los ámbitos nacional y mundial. Tuve un equipo inmejorable".

Sostuvo que su gestión fue una experiencia que, en lo humano, le significó un importante crecimiento: ''Conocí mucho mejor el país, sus necesidades, y salvo que uno no tenga corazón, es imposible no conmoverse con México y no querer dar lo mejor de uno y contribuir para tratar de mejorarlo.

''En lo profesional, puedo decir (en sentido figurado) que entré con licenciatura y salgo con varios doctorados: en políticas públicas, difusión cultural, arquitectura, ingeniería, en fomento a la lectura e historia del arte.

''Amo tanto a mi país y a nuestra cultura, me enorgullece tanto apoyar la extraordinaria creación contemporánea, que eso me dio la fuerza para resistir las críticas, así como las diferencias políticas y partidistas."

Enfasis en la promoción de la lectura

­¿Cuál asume como el principal legado de su gestión y cuál es la deuda más dolorosa?

­La infraestructura cultural que dejamos en estos seis años es única en la historia. Estamos hablando, por ejemplo, de cinco centros de las artes inaugurados, cuatro por inaugurar en las próximas semanas, con lo cual sumaremos nueve; cinco grandes centros culturales en todo el país, varios pequeños; mil 100 bibliotecas municipales, ocho estatales y la gran biblioteca Vasconcelos.

''También fue esencial darle importancia a la promoción del libro y la lectura, con el programa Hacia un país de lectores; reconocemos que le falta mucho, pero creo que vamos por el camino correcto. Dejar 40 por ciento de las bibliotecas con tecnología de punta es, asimismo, un acierto.

''Salir al mundo fue muy criticado, pero ¡miren los resultados!: aquí está Faraón..., que ha sido la exposición más visitada en la historia del país, y ahora la de Persia, de la cual estoy segura que será un éxito.

''Recabamos mucha información, hicimos muchas encuestas, las cuales publicamos y en lo cual nos basamos. Ese trabajo servirá para que la próxima administración tenga las bases sobre infraestructura cultural.

''Ahora, lo que me duele es que no hayamos dejado al CNCA con su marco jurídico. Aunque sí cumplimos con nuestra promesa y obligación de dejar la iniciativa de ley."

­¿Qué tanta dificultad implicó poner en marcha una política cultural dentro de un gobierno de derecha al que se le califica de poco interesado en la cultura?

­No somos tan de derecha. Para mí no existe la derecha ni la izquierda; no creo en las ideologías, creo en la humanidad y en los proyectos que la benefician, los que le hacen bien al país, los que nos ayudan a ser mejores mexicanos y personas, mejores creadores y funcionarios. Es decir, no me fijo si los proyectos vienen de la izquierda o de la derecha, sino sólo que sean de excelencia.

''Sí, de repente saltan algunos; ha sucedido en la derecha, que salen con cosas realmente absurdas, que si es o no arte; pero también de la izquierda salen radicales con cuestiones absurdas.

''Para mi trabajo, me basé mucho en la defensa que hizo el juez John Woolsy del libro Ulises, de James Joyce, cuando intentó censurarlo el gobierno de Estados Unidos. Básicamente, el juez dijo que cuando una obra tiene intención de ser pornográfica, lo es; pero cuando no es su intención, entonces no es pornografía."

­¿Mantiene su afirmación de hace tres años, de que varios de los mayores obstáculos para realizar su trabajo estaban dentro del gabinete presidencial?

­Tuve gran número de obstáculos de compañeros del gabinete para realizar mi labor, tantos como los tuve de fuera; pero también dentro del gabinete encontré los mayores apoyos.

''Por ejemplo, para lo de la ley del libro el obstáculo fue tremendo por parte de la Comisión Federal de Competencia, mientras que la Secretaría de Educación Pública fue mi mayor apoyo.

''Hacienda y Crédito Público me puso en aprietos con lo del IVA al libro, pero también fue muy generosa y me apoyó en muchos proyectos. Hay, pues, un equilibrio.

''En el gobierno federal estamos aún muy cuadrados, tenemos que abrirnos a nuevas formas de la administración pública; tenemos que ser más facilitadores, mucho más arriesgados."

 
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