Usted está aquí: martes 28 de noviembre de 2006 Política Migración: otro saldo negativo del foxismo

Ana María Aragonés

Migración: otro saldo negativo del foxismo

La migración de mexicanos a Estados Unidos no sólo se mantuvo, sino que en el sexenio foxista se incrementó en forma importante. Según el Consejo Nacional de Población, el flujo de migrantes temporales que se dirigieron a Estados Unidos fue de 269 mil 938 personas del año 2000 a 2001; de 318 mil 587 de 2001 a 2002; y de 598 mil 954 entre 2002 y 2003. La tasa de crecimiento de ese flujo fue de 122 por ciento de 2000 a 2003; para 2005 había alcanzado los 600 mil. Tampoco se logró el tan ansiado y cacareado programa migratorio y para colmo el gobierno estadunidense construye un muro y toda la infraestructura necesaria para mantenerlo en funciones ­detección y supervisión electrónica, incorporación de una serie de sofisticadísimos instrumentos, así como la contratación del personal para su administración­, que tendrá un costo aproximado de 37 mil millones de dólares. Así termina la administración foxista: recibiendo México una bofetada del gobierno vecino, supuestamente "amigo" del Presidente saliente.

Si bien es cierto que los ataques del 11 de septiembre pudieron haber retrasado un acuerdo migratorio, la verdad es que lo único que podía convencer a Estados Unidos de llevar a cabo un verdadero debate al respecto hubiera sido si los flujos migratorios estuviesen en peligro de continuar su hasta ahora imparable movimiento. ¿Esto es posible? Sí, siempre y cuando el gobierno, en lugar de aceptar la migración como hecho consumado y mantener un discurso plañidero justificando sin empacho ni pudor que los mexicanos se van porque en su país no encuentran formas de vida digna, hubiera iniciado un cambio de estrategia económica, superando esta visión que ha dominado a los gobiernos desde hace décadas, y se hubiera trabajado para revertir la tendencia.

El famoso gobierno del cambio siguió aplicando sin pausa las prácticas neoliberales, excluyentes, privatizadoras, depredadoras del campo y de la pequeña y mediana industria que provocaron enormes desigualdades sociales y repercusiones nefastas sobre el empleo.

Cada vez nos alejamos más de la posibilidad de la autosuficiencia alimentaria. De acuerdo con datos de José Luis Calva, hubo un incremento de 112 por ciento de las importaciones de productos agrícolas, en tanto que nuestras exportaciones principales fueron, en primer lugar, el tequila, seguido del jitomate y la cerveza, por lo que, como señala este autor, perdimos soberanía alimentaria, aunque ganamos soberanía etílica. El salario real en el campo fue descendiendo y para 2002 había perdido 52 por ciento de su poder adquisitivo por lo que el número de pobres en el ámbito rural pasó de 22 millones 139 mil 967 a 23 millones 828 mil 638, entre 2004 y 2005. En contraste, Estados Unidos, gracias a los enormes subsidios que otorga al sector agrícola y a la importante incorporación de trabajadores mexicanos indocumentados y legales, es uno de los más importantes exportadores de productos alimentarios alcanzando 70 mil millones de dólares en 2006. Esta enorme debilidad de la política económica, que coloca a México en la dependencia total de Estados Unidos, debe y puede revertirse como han hecho Corea del Sur, India y China.

La estrategia de aceptar la migración como algo "cultural" y "natural", ya está permeando a algunos gobiernos estatales y municipales que sacan jugo del asunto, pues ahora empiezan a suplir a los contratistas y se dedican a llevar migrantes al país vecino bajo la visa temporal H2A, beneficiándose de lo que se cobra a cada uno. Cuando se les pregunta por qué apoyan este procedimiento en lugar de desarrollar proyectos económicos que busquen la incorporación de esa fuerza de trabajo, la respuesta es: "ellos están acostumbrados, ellos se quieren ir; además es una forma legal de llegar a Estados Unidos, los estamos protegiendo".

Migración es destino para estos funcionarios y Estados Unidos no firmará ningún acuerdo migratorio hasta que sienta el peligro de sus límites tal como sucedió con el Programa Bracero.

[email protected]

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.