Usted está aquí: viernes 1 de diciembre de 2006 Capital Aumentan el pasaje de micros y autobuses

Ayer cobraron hasta $4.50; "es una chingadera de fin de sexenio", señalan usuarios

Aumentan el pasaje de micros y autobuses

LAURA GOMEZ FLORES

Ampliar la imagen Imagen de archivo durante una falla del Metro en la estación Balderas, lo que ocasionó que los pasajeros abarrotaran microbuses y otros medios de transporte Foto: José Carlo González

Ayer se incrementó la tarifa de los microbuses y autobuses que circulan en la ciudad de México a 3.50 y 4.50 pesos, según la distancia recorrida, frente a la inconformidad de los usuarios, quienes amenazaron a los conductores con reportarlos ante la Secretaría de Transporte y Vialidad, e incluso les dirigieron palabras altisonantes, al considerar la medida una "chingadera de fin de sexenio".

Representantes de algunas de las 106 rutas autorizadas explicaron que después de tres años de mantener la misma tarifa de los camiones y microbuses: de 2.50, 3 y 3.50 pesos, "en solidaridad con la clase trabajadora", se determinó cobrar el pasaje acordado con las autoridades, por los altos costos de mantenimiento de las unidades, que día a día, aumentan y debido a la reciente alza a los combustibles.

Mediante la colocación de grandes cartulinas en las unidades, a un costado de los carteles con la tarifa autorizada en 2004, los prestadores del servicio informan a los usuarios sobre la medida, que debe aplicarse a partir del 4 de diciembre, pero la mayoría lo hizo ayer, "ante la baja rentabilidad del servicio y la politización del tema, que evitará otra vez que se otorgue un nuevo incremento", dijeron.

El aumento de 25 por ciento a las tarifas de microbuses y autobuses, autorizado en la segunda quincena de enero de ese año, recordaron, nunca respondió a la solicitud del gremio, con base en sus costos de operación y de mantenimiento, así como a la obligación de sustituir las unidades con más de 10 años de circulación.

En ese periodo, indicaron, hubo una alza en el precio de los combustibles de 40 por ciento; la paridad peso-dólar cambió de 9.08 a 11.10, afectando las compras de vehículos y refacciones, y la inflación subió 43 por ciento, además de otras variables que inciden en los costos directos e indirectos del servicio; esto provoca "que la prestación del servicio no dé para pagar la cuota diaria y sacar pal' chivo", comentaron.

Consideraron que una alza de entre 50 centavos y un peso, como se sugirió en los estudios entregados a la Setravi, no afectaría a los usuarios, "porque está justificada y permitiría a los concesionarios continuar con la renovación del parque vehicular sin caer en cartera vencida".

Sin embargo, la negativa de los jefes de Gobierno saliente y entrante, Alejandro Encinas y Marcelo Ebrard, así como de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, "nos pone en jaque, porque únicamente ven el impacto que traería la medida en cuanto a ganar o perder adeptos, no en cuestión de rentabilidad y mejoramiento del servicio. No toman en cuenta que nosotros no recibimos ningún tipo de subsidio, como sucede con el Metro, trolebuses, Tren Ligero y Red de Transporte de Pasajeros", argumentaron.

Por ello, la determinación de aplicar la tarifa autorizada en los cerca de 4 mil autobuses que circulan en la ciudad de México "sin correr el riesgo de ser multados o remitidos al corralón, aunque de las mentadas, nadie nos salva", comentaron operadores de la Ruta 3.

 
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