Usted está aquí: viernes 1 de diciembre de 2006 Capital Ambulantes exigen impedir que arribe Domino's Pizza al atrio de la Basílica

"Los curas no pueden negociar con algo que no les pertenece", aseveran

Ambulantes exigen impedir que arribe Domino's Pizza al atrio de la Basílica

Expresan su enojo ante el proyecto de la trasnacional, cuando a ellos los sacaron de la zona

JOSEFINA QUINTERO M.

Ampliar la imagen Vendimia en los alrededores de la Basílica de Guadalupe, en imagen de 2002 Foto: José Carlo González

La información acerca de la concesión que pretenden otorgar las autoridades de la Basílica de Guadalupe a la empresa Domino's Pizza molestó a los comerciantes ambulantes de la zona, quienes exigieron al gobierno federal impedir que la Iglesia autorice la instalación de la trasnacional, "porque para ellos primero son los que más tienen y luego los pobres. Además los curas no pueden negociar con algo que no les pertenece".

Los comerciantes recordaron que hace siete años, cuando se instalaban en el atrio de la Basílica de Guadalupe, sus ventas eran mejores porque estaban justo en la entrada del templo y la cercanía con la gente les favorecía.

"El ambulante es así, anda de aquí para allá, ofreciendo lo que la gente necesita; que si hace sol, saca la viseras; si llueve, los paraguas, y si hay hambre, las tortas", comentó Guadalupe, quien ejerce desde hace varios años el comercio informal.

El vendedor afirmó que ellos necesitan estar en el paso de la gente, "pero nos dijeron que teníamos que salir, nos pasaron al corredor del peregrino, de donde también fuimos desalojados, ahora por el proyecto de la Plaza Mariana".

Explicó que uno de los argumentos "para sacarnos fue que quienes nos dedicamos a la venta de comida poníamos en riesgo la vida de la gente al tener braceros, comales y tanques de gas, lo que podría ocasionar algún siniestro.

Otra vendedora añadió que sería contradictorio que permitieran la instalación de los hornos donde la empresa extranjera elabora las pizzas, "porque eso sí sería un riesgo para la gente; además afectaría nuestras ventas, que ya de por sí bajaron".

Los comerciantes se encuentran instalados en un campamento provisional que construyó la delegación Gustavo A. Madero mientras se lleva a cabo el proyecto de la Plaza Mariana. Sin embargo, cuando se realice la regularización de los vendedores, muchos de ellos quedarán fuera del proyecto, por "los enjuagues de las autoridades delegacionales", comentó el comerciante conocido como Nilo.

Frente a dicha empresa de pizzas, agregó, "nosotros le apostamos al gusto del mexicano, que prefiere los sopes, el pambazo, la quesadilla, el guarache, los antojitos, pero aún así nos lleva ventaja".

Aseguró que las autoridades de la Basílica reciben cuotas de los comerciantes autorizados, además de las rentas de locales que están en el estacionamiento subterráneo del templo.

Por su parte, Rocío, quien vende en el paseo del peregrino, aseveró que la trasnacional "sólo invierte para tener más ganancias", mientras "muchos de nosotros vivimos al día y a veces sólo se sacan los gastos del día". Los comerciantes externaron su temor de que las autoridades de la Basílica de Guadalupe ignoren su opinión, porque "la gente no les importa, sino sólo el negocio".

 
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