Usted está aquí: sábado 2 de diciembre de 2006 Opinión Si te dan tortillas frías prepara chilaquiles

Gustavo Gordillo

Si te dan tortillas frías prepara chilaquiles

1 A raíz de un devastador artículo de Tony Judt en el London Review of Books acusando a todos los liberales estadunidenses sin excepción de haber consentido la política exterior del presidente Bush, Bruce Ayerman y Toda Huitrin reconocidos liberales y académicos estadunidenses han propuesto un manifiesto que ha concitado la adhesión de importantes figuras del mundo académico liberal del país vecino. Amén de rechazar tajantemente los fundamentos políticos legales y morales de la guerra de Irak, reafirman el gran principio del liberalismo, como lo denominan quienes suscriben este manifiesto: "cada ciudadano tiene el derecho a los medios elementales para tener una buena vida." Pero quizás el párrafo central de este manifiesto intitulado Respondemos al nombre ­o a la denominación­ de liberales y al mismo tiempo la mayor condena a regímenes similares al del presidente Bush como ha sido el caso del régimen del ex presidente Fox, es el siguiente: "La razón es indispensable para el autogobierno democrático... Al debatir las políticas en el ámbito público, nuestro gobierno debería fundamentar sus leyes de manera tal que pudieran ser aceptadas por la gente más allá de sus creencias religiosas. El compromiso público con la razón y la evidencia es básico para una democracia pluralista". El texto completo de este manifiesto en su traducción al español publicada por el periódico argentino La Nación se encuentra en mi blog www.gustavogordillo.blogspot.com

2. Este viene a cuento porque me temo que el "implacable juicio de la historia" al que se refiere el ex presidente Fox en verdad va a ser implacable. En el mejor de los casos sería un chiste macabro. Pero no es un chiste. Es una tragedia. Fox es al mismo tiempo la venganza retrasada de los cristeros contra los símbolos que los derrotaron.. Por otra parte el régimen del ex presidente Fox contribuyó enormemente al desmantelamiento del Estado mexicano. Pero debe resaltarse el singular empeño con el que la tecnocracia financiera ha contribuido a la modernización de este capitalismo de compadres que requiere exactamente de un Estado nacional balcanizado. Para ellos como para la pequeña porción de la elite empresarial que se ha beneficiado, valdrían las sabias palabras del ex secretario de Hacienda en el sexenio salinista: privatizar al sector privado. Fox es al mismo tiempo un resabio del pasado y una escandalosa afrenta contemporánea.

3. Felipe Calderón inicia una sexenio con una presidencia seriamente asediada. Primero porque se trata de un gobierno que obtuvo el voto de un tercio de los mexicanos que votaron, con mínima diferencia frente a AMLO, pero con al menos un tercio más de los ciudadanos que creen que fueron elecciones fraudulentas. Segundo porque frente a un Estado balcanizado, los poderes fácticos del dinero, de las comunicaciones o de la delincuencia han creado un sistema de múltiples vetos que conduce a la parálisis. Tercero, porque hay una enorme pérdida de confianza de los ciudadanos en la acción pública.

4. Pero aquí el problema central es otro. El discurso que el presidente Calderón pronunció en el Auditorio Nacional contiene muchas de las cosas que uno habría pensado debería contener un discurso de iniciación de una presidencia asediada. Primero reconoce varias veces la gravedad del momento actual. Segundo, le habla a quienes votaron por él y quienes ­que por cierto son la mayoría­ no votaron por él. Pide tiempo para ganar su confianza, es decir, para construir una autoridad legítima. Al mismo tiempo que llama a dialogar expresa que no se paralizará esperando el diálogo y afirma que construirá "con quien quiera construir, pero siempre sabré gobernar para todos". Acepta la necesidad de cambiar las reglas, es decir las instituciones pero previene contra quienes invocan la democracia para atentar contra ella. Pone el dedo en el renglón en la que parece hoy por hoy como la palabra mágica entre la ciudadanía: soluciones, soluciones. Y liga todo esto con el tema genérico de seguridad: tanto frente a la delincuencia ­el guiño a todos unidos contra la delincuencia­, así como la seguridad frente a la justicia centrando el discurso en el tema tan sentido por todos de la impunidad. Finalmente, el guiño que no podía faltar a la izquierda, de la pobreza pero vinculada a la desigualdad y de manera destacada, a la discriminación. Su propuesta económica, más nítidamente ahora que antes, propone el mercado interno como motor del crecimiento, habla de precios competitivos y de empleo. Rescata el tema de la corresponsabilidad y hasta cita a Benito Juárez.

5. Al lado de este discurso quedan las imágenes. Decía Norberto Lechner que "la lucha política es también y siempre una lucha por definir la concepción predominante de los que se entiende por política". La toma de posesión a medianoche es preocupante justo por lo que subraya el editorial de ayer de La Jornada: "una ceremonia desesperada y un mensaje retórico". Luego, y antes el terrible espectáculo en la Cámara de Diputados a cuenta de todas las bancadas partidistas ­incluso la que actuó por abstención. El mismo acto en el Congreso de la Unión. Finalmente el bochornoso espectáculo a cuenta de los medios, como si todo fuera business as usual. Hoy más que nunca es relevante la afirmación del historiador inglés E.P. Thompson respecto de que "gran parte de la vida política de nuestras sociedades puede entenderse como una contienda por la autoridad simbólica".

http://gustavogordillo.blogspot.com

 
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