Usted está aquí: miércoles 6 de diciembre de 2006 Capital Círigo empañó la rendición de protesta en la Asamblea Legislativa

La sesión en la ALDF fue tersa hasta que introdujo el tema Oaxaca sin acuerdo previo

Círigo empañó la rendición de protesta en la Asamblea Legislativa

Ante los reclamos del diputado perredista, los legisladores del PAN salieron del recinto

Raúl Llanos, Rocío González, Josefina Quintero, Agustín Salgado y Alejandro Cruz

Ampliar la imagen Integrantes del Frente Popular Francisco Villa enfrentan a policías en la esquina del Eje Central Lázaro Cárdenas y 5 de Mayo, en su intento por llegar a la Asamblea Legislativa durante la toma de posesión de Marcelo Ebrard como jefe de Gobierno Foto: Alfredo Domínguez

Un diputado y un tema impidieron a Marcelo Ebrard rendir protesta sin sobresaltos ante el pleno de la Asamblea Legislativa: Víctor Hugo Círigo y el caso Oaxaca.

En punto de las 11:30, Ebrard ingresó al salón de plenos entre los aplausos de sus simpatizantes y la indiferencia de los legisladores del PAN; rindió protesta superando la expectativa de que los panistas quisieran cobrarle la factura del primero de diciembre en la Cámara de Diputados; leyó su discurso durante poco más de 40 minutos, sin interpelaciones ni mantas.

Todo marchaba bien. La negociación política para evitar problemas estaba dando resultados, pero cuando Víctor Hugo Círigo, presidente de la Comisión de Gobierno y uno de los dirigentes de la corriente perredista Nueva Izquierda, leyó su discurso, antes del cierre de la sesión, se iniciaron los conflictos.

El mensaje de respuesta al jefe de Gobierno entrante debía ser institucional ­como había sido el acuerdo con las bancadas de oposición­, pero cuando Círigo empezó a ensalzar los logros de Andrés Manuel López Obrador y Alejandro Encinas en el gobierno de la ciudad y a criticar el embate del gobierno federal durante seis años, incomodó a los diputados de PRI y PAN, quienes a señas y en comentarios en corto proponían salirse del recinto.

Lejos de cambiar la línea, Círigo remachó a los panistas el fraude electoral de julio pasado y la "intervención ilegal" de Vicente Fox. La tolerancia de la oposición llegó a su fin cuando, fuera de su discurso, el perredista censuró la respuesta del gobierno federal en el caso Oaxaca: "ofrece diálogo y aprehende a los líderes del movimiento magisterial", señaló, y desde la tribuna legislativa exigió la liberación de los detenidos. Hasta ahí llegó la tregua. Los priístas Jorge Schiaffino y Martín Olavarrieta brincaron de sus curules y a gritos exigían institucionalidad, mientras que los 16 diputados del PAN no esperaron más y abandonaron el salón de plenos, opacando el acto.

Al final, Círigo aceptó que lo hizo con toda intención. "Sabía que ésa iba a ser la respuesta de los panistas, pero era necesario hacerlo".

Nutrida asistencia

Salvo ese incidente, la sesión solemne de ayer se desarrolló sin contratiempos. Afuera del recinto de Donceles y Allende cientos de simpatizantes perredistas se concentraron desde temprano para recibir con porras a Marcelo Ebrard quien, a diferencia del presidente Felipe Calderón, entró por la puerta principal de la ALDF.

Adentro, todos los lugares estaban ocupados. Respondieron a la invitación varios embajadores en México, como Antonio Garza, de Estados Unidos; Jorge Bolaños, de Cuba, y María Cristina Barrios, de España.

También asistieron dirigentes de partidos políticos, como Leonel Cota (PRD), Tomás Ruiz (Panal), Carlos Gelista (PAN), Jesús Robles (Alternativa), y senadores, así como los gobernadores de Zacatecas, Amalia García; de Hidalgo, Miguel Osorio, y del estado de México, Enrique Peña. Igualmente, acudieron integrantes del mundo artístico y empresarial, y de diversas iglesias, como el cardenal Norberto Rivera, quien a su arribo a la ALDF fue abucheado por la multitud.

En el salón de plenos estuvieron los integrantes de los gabinetes saliente y entrante, así como titulares de los órganos autónomos. Resaltó la ausencia de dos diputados locales: Agustín Guerrero (PRD) y Daniel Armas (PAN), por cuestiones de salud. También llamó la atención la ausencia de los ex gobernantes del DF Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Robles. En el caso de Andrés Manuel López Obrador, se tomó el acuerdo en la Comisión de Gobierno de no invitarlo, pero tampoco a Felipe Calderón.

En el palco central se ubicaron los hijos y la esposa de Ebrard, Mariagna Pratts.

Fue evidente la rispidez entre el jefe de Gobierno y Víctor Hugo Círigo, sobre todo cuando Marcelo Ebrard rindió protesta y fue felicitado por su antecesor, Alejandro Encinas, y diputados, excepto por el dirigente de Nueva Izquierda.

Ciudadanos resguardaron la entrada

Minutos antes de la siete de la mañana, cuando ya se encontraban los cuerpos de seguridad custodiando la Asamblea Legislativa, diversas organizaciones lograron llegar a la esquina de Donceles y Allende, a unos pasos de la escalinata del recinto, detrás de la valla metálica que colocaron los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina.

Entre la gente se abrió el camino a los asistentes a la toma de posesión de Marcelo Ebrard Casaubón. Las organizaciones mejor ubicadas eran Redes Ciudadanas, Revolución Blanca, Entre Ciudadanos y Movimiento por la Constitución del Distrito Federal, las dos últimas, creadas durante la campaña del ahora mandatario local, para combatir la oposición perredista a su postulación, que ayer quedó en el olvido. Esta vez la seguridad también estuvo a cargo de ciudadanos que repartían serpentinas y confeti que se lanzaron a la llegada de Ebrard.

Los más abucheados fueron los priístas Jorge Schiaffino y María de los Angeles Moreno, la panista Gabriela Cuevas y el embajador de Estados Unidos en México, Tony Garza. Por varias horas, los integrantes de las organizaciones se mantuvieron afuera de la Asamblea y no cesaron las porras destinadas al gran ausente, Andrés Manuel López Obrador, a quien muchos esperaban ver caminar por el paso que abrió la gente.

Impidieron el paso a los panchos

La organización que no pudo llegar frente a la sede de la ALDF fue el Frente Popular Francisco Villa Independiente (FPFVI), que demanda la restitución del predio del que sus integrantes fueron desalojados el pasado 29 de noviembre. Este grupo sólo alcanzó a llegar a la esquina de Isabel la Católica y 5 de Mayo, donde los granaderos les impidió al paso.

Ante ello, empezaron los empujones, y una camioneta blanca con el logotipo del FPFVI, que encabezaba al contingente, no detuvo su paso y golpeó a tres elementos policiacos, quienes fueron trasladados al hospital Mocel, donde horas más tarde fueron dados de alta.

Pronto los uniformados lograron controlar la situación, por lo cual los villistas decidieron trasladarse al Eje Central Lázaro Cárdenas y Tacuba, donde de nuevo se enfrentaron con otro grupo de granaderos, a los que lanzaron botellas de vidrio y piedras. Los integrantes del FPFV permanecieron en ese lugar unas dos horas; aseguraron que la zacapela comenzó cuando los uniformados los agredieron, y dijeron que por lo menos cinco de sus compañeros fueron golpeados por policías. La Secretaría de Seguridad Pública informó que fueron desplegados 489 elementos policiacos para resguardar las inmediaciones de la ALDF. Desde temprano fueron cerradas las calles de Donceles, Allende, Tacuba y Bolívar.

 
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