Usted está aquí: miércoles 6 de diciembre de 2006 Política Astillero

Astillero

Julio Hernández López

La (A) cuña

Mensajes de Bucareli

Microquinazo ignorante

Ilegalidades, día a día

Ampliar la imagen El lunes por la tarde, al término de una conferencia de prensa en la colonia Roma, Flavio Sosa abordó un taxi para dirigirse al sur del Distrito Federal, donde posteriormente fue detenido y luego trasladado al penal de La Palma Foto: Notimex

Para quinazo fue muy chiquito y para acuñazo resultó proporcionalmente opaco (pa' que el Acuña apriete ha de ser del mismo Paco: breviario por cortesía del toletifílico licenciado Ramírez). Golpe nocturno traicionero para advertir a cualquier convocado a negociaciones en Bucareli que horas antes de las pláticas de avenimiento puede ser oportunamente detenido. Economía procesal por inauguración de changarro: citatorio a pláticas y orden de aprehensión emitidas en un solo paso (¡guau, este cambio de gobierno sí se ve!)

Flavio Sosa como ejemplo de la continuidad foxista-calderonista en la ignorancia respecto a los movimientos sociales. Por más que Sosa sea por razones físicas el más notable de los dirigentes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca no es él quien manda y guía, sino apenas uno más de quienes discuten y acuerdan e, incluso, uno de quienes más sufren malos entendidos y reproches dentro de esa asamblea porque la prensa acude a él en busca de declaraciones como si la APPO fuese un organismo tradicional de liderazgos individuales. Sostenida ignorancia FóxiCa (Fox-Calderón) que sigue sin entender que las fuerzas públicas podrían detener a toda la dirección colectiva de la APPO y aún así el movimiento continuaría, pues hay decenas de dirigentes con formación política y base social que podrían sustituir a los detenidos sin mella grave en los propósitos y el actuar de la organización.

Pero la gobernanza FóxiCa necesita pagar las deudas correspondientes al primero de diciembre (pobre patria nuestra: ahora sale el diputado Emilio Gamboa con que los priístas "salvaron" al país) y por ello los agentes federales detuvieron en la ciudad de México a Flavio, su hermano y dos acompañantes, mientras en algún lugar desconocido del Oaxaca virtual el presunto gobernador sobreviviente, Uno Ruiz de Diciembre, hacía como que pronunciaba ante masas embelesadas una propuesta de reforma de Estado e instalaba una fantasmal comisión encargada de tan noble tarea. Sin embargo, el pago de favores al priísmo no ha de consistir necesariamente en el mantenimiento del cadáver socialmente mal oliente llamado Ulises. La opción de sostenerlo es inviable, pero Ruiz Ortiz quiere irse luego de haber fabricado la ilusión para sí mismo de que ya estaba en pleno control del estado cuando por un arranque tardío de patriotismo decidiera renunciar a lo que ya había vuelto a ser suyo (tuya, mía; mía, tuya). Y, desde luego, Ulises y el gobierno FoxyCal desean que el difunto Ruiz Ortiz se lleve entre las fúnebres extremidades inferiores a la APPO y a sus dirigentes más conocidos, como Flavio, que por un tiempo pareció a los jefes oaxaqueños (Murat y Ruiz), y al propio foxismo, que era suyo, que lo prestaban, que lo perdían: tuya, mía, narraban su partido futbolero de pelota caliente los priístas y panistas que cuando vieron a Sosa entrarle de lleno al asunto de la APPO lo colocaron en la lista de las venganzas necesarias.

Tan importante fue el microquinazo que Las mangas del chaleco del noticiero nocturno de Televisa interrumpieron su trivialización de la política para dar paso a las imágenes del traslado de Sosa de una delegación metropolitana policial a un penal de alta seguridad. Pero eso no es lo más importante ni lo único a lo que debe ponerse atención. Diariamente, a lo largo de semanas, se han practicado en Oaxaca peores detenciones en circunstancias que no logran difusión ni insistencia mayores. Diariamente (es probable que en este momento, mientras estas líneas son indignadamente degustadas) ciudadanos sin fama ni renombre son sometidos a tortura en cárceles clandestinas o son maltratados en penales a centenares de kilómetros de sus casas, adonde fueron trasladados con sentido de castigo extremo como hacía el porfirismo con sus opositores, entre esos casos el de los rebeldes yaquis también exiliados.

Grave, ominosa, ofensiva la detención de Flavio Sosa, pero los paladines del estado de derecho llevan largos días sometiendo a tortura a las presuntamente veneradas leyes (oficialmente esos campeones de la legalidad han tomado posesión de la barandilla constitucional de la República apenas el pasado día primero, pero desde el 25 de noviembre oaxaqueño detentan el poder represor). Como en los peores momentos del diazordacismo y el echeverrismo, la entrante administración federal encabezada por el abogado Calderón está retorciendo las normas jurídicas para acomodarlas a tiempos y ánimos políticos, y está permitiendo la reproducción de prácticas de terrorismo de Estado que consideraron erradicadas los ilusos que creyeron en cambios profundos en México porque en 2000 a Estados Unidos le combino cambiar del PRI al PAN. Hoy mismo, en este momento, en Oaxaca hay vehículos particulares sin placas ni identificación que rondan la ciudad en busca de "sospechosos" a los cuales secuestrar, golpear y, en el mejor de los casos, presentar ante autoridades judiciales de consigna. Hoy mismo, en este momento, en Oaxaca, hay centenares de familias que buscan a alguien desaparecido o que juntan dinero para tratar de emprender la terrible travesía que las lleve a tierras desconocidas en las que "peligrosos" ciudadanos han sido confinados en cárceles de alta seguridad como castigo a sus osadías cívicas o, peor aún, por mala suerte que les hizo ser tomados por los federales en las redadas pasadas por gases lacrimógenos o en las que en seco se siguen realizando todos los días, hoy, en este momento.

Astillas:

Marcelo Ebrard está siendo despreciado en una secretaría de presunta creación por el grupo todopoderoso de la estructura perredista, el de los chuchos, que acostumbrado está a recibir retribuciones con regalías de todo favor político realizado. Ebrard concedió espacios diversos a representantes de otras corrientes (Quintero, Batres), pero asignó las principales responsabilidades a miembros de su equipo personal y, en ese diseño de burocracia funcional, ofreció a Jesús Zambrano un cargo que poca cosa pareció a ese grupo que en todo caso obtendrá más réditos ­por fuera­ convirtiéndose en estratégico adversario interno del único gobierno perredista en abierta resistencia al calderonismo... ¡Hasta mañana, mientras las Chivas ­a pesar de Vergara­ se aprestan a ganar!

Fax: 56 05 20 99 * [email protected]

 
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