Usted está aquí: jueves 7 de diciembre de 2006 Sociedad y Justicia Erróneo, creer que en Holanda se consume droga libremente

Funcionario europeo habla de la política de restricciones

Erróneo, creer que en Holanda se consume droga libremente

ANGELES CRUZ MARTINEZ

Con políticas de mitigación del daño, prevención y relativa permisividad en el consumo de drogas, Holanda se encamina hacia una estrategia cada vez más restrictiva de las adicciones, aseguró Johannes Franciscus Hoogervorst, ministro de Salud, Asistencia Social y Deportes de esa nación.

Al participar en la sesión inaugural del Congreso Internacional de Adicciones, organizado por los Centros de Integración Juvenil (CIJ), el funcionario dijo que su país está en contra de legalizar las drogas, porque "nunca debería ser más fácil" obtener un estupefaciente que un medicamento.

Dijo que la imagen de Holanda de ser un país liberal donde se consume droga libremente y en grandes cantidades, es una idea deformada de la realidad. Es cierto que en algunos aspectos hay tolerancia por la existencia, por ejemplo, de bares pequeños ­conocidos como coffeeshops­ en los que se permite comprar y consumir mariguana.

Sin embargo, sólo 17 por ciento de la población ha consumido cannabis en alguna ocasión, lo que es más o menos igual que la media europea y es mucho más bajo que en Estados Unidos. Lo anterior debido a que el consumo de mariguana está prohibido y sólo se permite su venta en pequeñas cantidades en los coffeeshops.

La política holandesa se basa en tres principios fundamentales: la prevención dirigida sobre todo a jóvenes; cuando ésta no ayuda se da preferencia al tratamiento, que puede ser voluntario o forzado.

En su país, comentó Hoogervorst, existen programas de desintoxicación, así como de distribución de medicamentos sustitutos para evitar la reincidencia. El programa holandés reconoce que el tratamiento es sensato y útil, pero para determinados adictos la desintoxicación total está fuera de sus posibilidades.

Ahí es donde entra el tercer principio de la política holandesa: la mitigación del daño, apuntó el ministro. Durante su conferencia magistral, ayer en la sesión del congreso, mencionó como ejemplo de la mitigación del daño el cambio de jeringas para los adictos a drogas intravenosas, sobre el que estudios científicos han demostrado que logra salvar vidas al limitar la dispersión de enfermedades como el VIH/sida.

Aseguró que menos de uno por ciento de las nuevas infecciones con VIH en Holanda se debe al consumo intravenoso de drogas. Otra parte de la política de la nación europea consiste en permitir la posesión de pequeñas cantidades de droga para consumo personal, lo cual facilita el trabajo de los asistentes sociales, quienes se pueden acercar más fácil a los adictos.

Enseguida se refirió a las contradicciones del sistema y dijo que aunque el consumo de mariguana está prohibido se permite su venta en los coffeeshops, siempre que no rebasen los 5 gramos por cliente, ni más de 500 gramos en el establecimiento. Tampoco pueden traficar con drogas duras ni vender a menores de 18 años.

Sin embargo, el gobierno sí procede legalmente en contra de las personas que producen y distribuyen la mariguana a los coffeeshops, además de que al permitir la venta de la hierba en estos negocios ubicados en las grandes ciudades, también se ha estimulado su producción y el consumo.

Por eso, explicó Hoogervorst, Holanda ha decidido hacer una política más estricta y en los próximos 10 años habrá cambiado sustancialmente.

Rechazó la posible legalización de las drogas, debido a que ya existen suficientes problemas con el alcohol, el cual es un tema de gran preocupación por el abuso en que incurren los jóvenes.

 
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