El cantante francés denunció ''una especie de cábala en su contra''
Entre abucheos del público, Roberto Alagna abandonó el escenario de la Scala de Milán
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Roberto Alagna, en su papel de Radamés, en la Aída que dirige Franco Zeffirelli
Foto: Ap
París, 11 de diciembre. El tenor francés Roberto Alagna, quien abandonó entre silbidos el domingo por la noche el escenario de la Scala de Milán, en plena representación de Aída, ópera del compositor italiano Giussepe Verdi, denunció el lunes ''una especie de cábala" contra él.
El cantante, quien interpretaba el papel de Radamés, abandonó el escenario en el primer acto tras haber cantado el aria de apertura Celeste Aída, entre los silbidos de parte del público.
El estreno, el jueves pasado, de esta Aída, con dirección escénica del italiano Franco Zeffirelli, fue ensalzada por la crítica, que se mostró empero menos entusiasta con la actuación del tenor Roberto Alagna. Este manifestó su indignación por ello en declaraciones a la prensa.
La representación del domingo no fue interrumpida, pues el tenor francés fue emplazado inmediatamente por el italiano Antonello Palombi.
Sala hostil
El domingo por la noche, ''los silbidos empezaron ya antes de que yo cantara", declaró a la Afp Roberto Alagna, vía telefónica.
''Comprendí que la sala me era hostil. El problema es que cuando una sala es hostil, uno tiene dificultades para controlar la voz y corre el riesgo de 'quebrarse'", agregó Alagna, que precisó que prefirió abandonar el escenario a correr ese riesgo.
El tenor, de 43 años, citó varios nombres de artistas líricos que fueron mal recibidos en la Scala, como Maria Callas, Mirella Freni, Enrico Caruso y Luciano Pavarotti.