Usted está aquí: martes 12 de diciembre de 2006 Economía El impuesto a refrescos perjudicará a familias pobres y pequeños negocios

La menor demanda haría que se perdieran 5 mil 800 empleos, según productores

El impuesto a refrescos perjudicará a familias pobres y pequeños negocios

Se reducirían inversiones y caería la industria del azúcar y otras ramas, afirman

MIRIAM POSADA, LAURA GOMEZ

El aumento de 5 por ciento al impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) para refrescos afectaría a 13 millones de familias mexicanas de bajos recursos, que privilegian el consumo de este producto sobre el de tortillas y frijol, advirtió la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC). El gerente de estudios económicos del organismo, Daniel Arenas, detalló que el gravamen real a los refrescos sería de 20.75 por ciento por impuesto al valor agregado (IVA) e IEPS, lo que ocasionaría una disminución de 638 millones de litros en la demanda.

Puntualizó que el impacto en la economía mexicana, la segunda en consumidores de refrescos a nivel mundial representaría la pérdida de 5 mil 800 empleos directos y 30 mil 700 indirectos y se verían afectadas inversiones de mediano y largo plazo por 500 millones de dólares.

Los industriales pintaron un panorama más que negro, ya que según sus estimaciones habría una caída en la demanda de azúcares de 73 mil toneladas; una reducción de 2 mil 250 millones de pesos en las demandas intermedias de la industria a ramas proveedoras, y el valor de la producción de país caería en 8 mil 920 millones de pesos.

Explicó que la suma de impuestos provocaría que el precio de los refrescos se incremente entre 50 centavos y un peso, lo que daría lugar a una reducción en la demanda de 638 millones de litros, equivalente a 4 por ciento de las ventas nacionales, que afectaría en primer término las ventas de un millón 200 mil micro, pequeños y medianos establecimientos.

Dichos puntos de venta son principalmente abarrotes y misceláneas, que atienden más de 90 por ciento del mercado, y que estarían en riesgo de cerrar, al no realizar ventas por 5 mil millones de pesos, advirtió el presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño de la Ciudad de México, Enrique Guerrero Ambriz.

También se vería mermada la economía de las familias más pobres del país debido a que, explicó Jorge Romo, director de Comunicación Interinstitucional de la ANPRAC, los hogares de ingresos más bajos son los mayores consumidores de refrescos porque representan una fuente de ''agua potable'' y de energía por el contenido calórico.

Detalló que según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2004 realizada por el INEGI, los cinco primeros deciles de la economía abarcan a cerca de 13 millones de familias que perciben los menores ingresos e invierten hasta 5.2 por ciento de su gasto en comprar refrescos.

 
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