Usted está aquí: viernes 15 de diciembre de 2006 Opinión México SA

México SA

Carlos Fernández-Vega

No hay recursos para salud pero sí para mantener a la banca

Nada de fondos para la leche popular y $1,600 millones para el Boletazo

El recorte presupuestal al sector educativo propuesto por el gobierno entrante ha concentrado, por su trascendencia, el análisis y opinión de actores políticos y sociales, así como medios de comunicación, pero lamentablemente no es el único. Otras áreas de interés nacional han recibido el mismo trato por parte de quien en campaña aseguró que con él en Los Pinos los mexicanos "vivirán mejor".

En este sentido, destaca la propuesta presupuestal de la "continuidad" para el sector social, aunque aparentemente las asignaciones a la Sedesol reportarían un incremento de 0.4 por ciento en 2007, comparadas con las de 2006, que se traducirían en mil 53 millones de pesos adicionales.

De entrada, los recursos presupuestales de los principales programas para atender los urgentes requerimientos de la población de menores recursos y oportunidades (los llamados Programas Sujetos a Reglas de Operación) en el país fueron vilmente cercenados, incluso "erradicados", en la propuesta del gobierno calderonista.

Dicho recorte en los referidos programas alcanza las siguientes proporciones, todas en términos reales: de Abasto Rural a cargo de Diconsa, 64.4 por ciento; de Ahorro, Subsidio y Crédito para la Vivienda "Tu Casa", 48 por ciento; de Apoyo Alimentario, 19.5 por ciento; de Atención a Adultos Mayores en Zonas Rurales, 3.4 por ciento; de Coinversión Social, 3.4 por ciento; de Empleo Temporal, 3.4 por ciento; de Opciones Productivas, 3.4 por ciento; 3 x 1 para Migrantes, 3.4 por ciento; Jóvenes por México, 3.4 por ciento; Hábitat, 3.4 por ciento; Vivienda Rural con 1.7 por ciento, y de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas, para Implementar y Ejecutar Programas de Prevención de la Violencia Contra las Mujeres, 100 por ciento.

Lo anterior es verdaderamente lamentable, y nadie podría sustentar cómo los millones de mexicanos involucrados en este tipo de programas sociales (obvio es que de escasísimos recursos) podrán "vivir mejor" (Calderón dixit) con este tipo de criterios y recortes.

Y en el exceso, el presupuesto calderonista fomenta la siguiente propuesta, de lesa patria: no asignar recursos para un par de programas prioritarios para la salud y alimentación de casi 6 millones de mexicanos depauperados: Abasto Social de Leche y de Adquisición de Leche Nacional ambas a cargo de Liconsa, es decir, 100 por ciento menos que en 2006. No se trata, en este caso, de recortar recursos, sino de desaparecerlos. Mil millones de pesos en números cerrados.

El gobierno se niega a cobrar a la banca trasnacional que opera en México los 18 mil millones de pesos que adeudan en impuestos "diferidos", no obstante que a lo largo de 2006 reportan más de 49 mil millones de pesos en utilidades netas (hasta septiembre pasado), pero sí aplica la tijera a los programas sociales de primerísimo orden, como el de la leche popular, cuyo precio de venta semanas atrás aumentó más de 28 por ciento.

En sentido contrario, y para que "vivamos mejor", los siguientes programas se propone un aumento en la asignación de recursos presupuestales: de Desarrollo Humano Oportunidades, 3.1 por ciento; para el Desarrollo Local (Microrregiones), 15.4 por ciento; del Fondo Nacional de Fomento de Artesanías (Fonart), 24.7 por ciento, y de Atención a Jornaleros Agrícolas, 10.4 por ciento.

De igual manera se incrementarían los recursos públicos para evaluar el impacto del Programa Nacional de Desarrollo Social (levantar encuestas a hogares beneficiarios y evaluar el impacto del programa), 53.9 por ciento; representación legal, asesoría jurídica, proyectos de disposiciones normativas e instrumentos legales, 40.3 por ciento; Evaluación Autónoma (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), 93.2 por ciento, y Programa Nacional de Combate a la Corrupción y Fomento a la Transparencia y Desarrollo Administrativo, 42.8 por ciento.

De acuerdo con el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, el proyecto presupuestal 2007 para la Secretaría de Desarrollo Social involucra 27 mil 626.1 millones de pesos, lo que representa un incremento de 0.4 por ciento, en términos reales, con respecto al presupuesto aprobado en 2006. Con este monto, la Sedesol participaría con 1.7 por ciento del gasto programable y con 0.3 por ciento del PIB.

Sin embargo, los recursos propuestos para los principales programas de alto impacto social a cargo de la Sedesol se reducen o "desaparecen" totalmente, como en el caso de la leche popular. Y esos programas (sujetos a reglas de operación) representan 88 por ciento del presupuesto total de la dependencia.

Así, indudablemente, "viviremos mejor", mientras el titular de Liconsa, Jesús Galván Muñoz, celebró ante senadores de la República el aumento al precio de la leche popular (aplicado en la transición del "cambio" a la "continuidad"), porque "con él se consiguió el equilibrio financiero" de la institución, amén que los beneficiarios del programa "han manifestado una enorme solidaridad y comprenden las razones por las cuales subió el precio".

Las rebanadas del pastel

Justicia ante todo: cero recursos públicos a la leche popular y aumento superior a 28 por ciento en el precio, pero más de mil 600 millones del presupuesto para Boletazo, un programa gubernamental para que los banqueros coloquen más tarjetas de crédito y "regalen" camionetas, sin considerar los 18 mil millones de pesos que adeudan en impuestos "diferidos". Total, sobra el dinero.

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