Usted está aquí: sábado 16 de diciembre de 2006 Política Cabilderos acosan a diputados para que rechacen nuevos impuestos a empresas

Enviados de tabacaleras y refresqueras argumentan que se dañaría a los más pobres

Cabilderos acosan a diputados para que rechacen nuevos impuestos a empresas

Algunos legisladores tienen nexos con los despachos que contratan las firmas afectadas

ENRIQUE MENDEZ, ROBERTO GARDUÑO

En un despliegue inusual, decenas de empleados de empresas nacionales y extranjeras pretenden que los diputados de la Comisión de Hacienda voten en contra de las cargas impositivas al consumo de tabaco, refrescos y alimentos procesados que el gobierno de Felipe Calderón propuso en su paquete económico.

Esta presión atoró la aprobación del dictamen de la miscelánea fiscal, y será motivo de un nuevo debate este sábado durante la reunión de la comisión, en la que se tratará también la Ley de Derechos y el Código Fiscal. A su vez, los senadores han comenzado a operar para que los diputados aprueben, a más tardar el martes, todo el paquete fiscal y de ingresos, para votarlo, a su vez, antes de Navidad y ya no tener que regresar hasta enero a la Comisión Permanente.

La administración federal pretende captar, por medio de esos rubros, más de 15 mil millones de pesos, con objeto de distribuirlos en las áreas de impacto social. Tal medida, a decir de los propietarios de las empresas productoras de bebidas y comida chatarra, así como de cigarros, provocarían "impactos sociales", como "un fuerte deterioro en la capacidad de compra de las familias, principalmente de las clases más desfavorecidas, afectando su nivel de bienestar".

Con ese tono alarmante, presentaron un folleto a los legisladores donde se advierte de "un importante proceso de desempleo, con las secuelas negativas en lo social, familiar y de seguridad que ello conlleva".

A esto se suma el argumento de que, en el caso de un incremento de cinco por ciento al precio de los refrescos, productos que tienen "fuerte arraigo en los hábitos del consumidor mexicano, en particular en los estratos de menores ingresos", dañaría la economía familiar.

Promoción de bondades

Como cada año sucede, durante la discusión de los impuestos a productos manufacturados y servicios, grupos de empleados ­conocidos como cabilderos­ ocupan el área conocida como Los Cristales en San Lázaro, y establecer contacto con los legisladores, para tratar de convencerlos de las "bondades" de sus empresas y de la necesidad de no aprobar nuevas cargas impositivas ni incrementar las ya existentes.

El discurso de los cabilderos se finca en el argumento de que se pone en riesgo el empleo de los trabajadores a su cargo, y con la amenaza de salirse del país. Hace apenas un año, la British American Tobacco participó en un escándalo al tratar de impedir, como finalmente ocurrió, que los legisladores aprobaran una normatividad que obligara, en definitiva, a las tabacaleras a pagar un impuesto especial, calculado en un peso por cajetilla, con objeto de destinar esos recursos a la atención de las personas enfermas por el consumo de ese producto.

En aquella ocasión, los diputados José Luis Flores y María Esther Sherman, ambos del PRI, presentaron en tribuna la iniciativa para obtener el peso adicional por cajetilla ­resultado de gravar cada cigarrillo con 5 centavos­, y de inmediato la trasnacional emprendió una campaña de convencimiento entre los integrantes de la Comisión de Hacienda.

A la mayoría de los diputados los invitó a Barcelona para que presenciaran el Gran Premio de Fórmula Uno que se realizó en esa ciudad catalana. El ofrecimiento consistió en boletos de primera clase viaje redondo para cada uno de los diputados y sus parejas, hospedaje de cuatro días en hotel de cinco estrellas, viáticos y una atención personalizada que los llevaría hasta las mismas gradas del autódromo.

Quienes cayeron en el garlito de la British American Tobacco, que finalmente logró su cometido, fueron los diputados Juan Carlos Pérez Góngora y Luis Antonio Ramírez Pineda ­hijo del dirigente de la CNC, Heladio Ramírez López­, y el panista Felipe Puelles. Los tres se convirtieron en los más férreos opositores a la iniciativa de Flores y Sherman, que fue rechazada en la Comisión de Hacienda.

Fuentes de la citada comisión revelaron que en el mismo viaje participó el ex secretario de Hacienda y Crédito Público, José Angel Gurría, actual titular de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

Antecedentes nebulosos

Cabe destacar que Pérez Góngora, quien en la pasada legislatura jugó un papel determinante en esa comisión por parte del PRI, y ahora es asesor económico en la Cámara de Senadores, dirige en Monterrey, Nuevo León, un despacho de contadores inhabilitado por la Secretaría de Hacienda por manejos irregulares.

Es el mismo diputado que impulsó con vehemencia que no se aprobara el cobro del IVA a los call centers, con lo que dejaron de recaudarse 3 mil millones de pesos que se destinarían a la reconstrucción del sureste mexicano afectado por los huracanes Stan y Wilma. Ahora se sabe que es propietario de uno de esos negocios en la capital regiomontana.

A este caso se suma el de las legiones de despachos que se rentan para mediar entre las grandes empresas y los diputados. Destaca entre ellas la de los primos Sebastián y Fernando Lerdo de Tejada, este último yerno de Lorenzo Servitje, el prominente propietario de Bimbo e impulsor abierto de Felipe Calderón Hinojosa.

Sebastián Lerdo se asoció con su ex compañero en la 56 Legislatura Luis Antonio Godina, para establecer un despacho que en tiempos del dominio priísta en la Cámara de Diputados asesoraba directamente a la Comisión de Presupuesto para elaborar el dictamen final del gasto anual federal, e inclusive cuenta en su nómina con reporteros que le nutren de información.

Estos despachos, que se ofrecen al mejor postor, son entre otros los que actúan en San Lázaro con la promesa de que su intervención en las negociaciones generará resultados positivos a quienes los emplean.

Para los alimentos chatarra o procesados, Sigma envió a su propio grupo de empleados a cabildear contra las modificaciones fiscales. De acuerdo con su portal de Internet, dicho consorcio es "líder en la producción y distribución de alimentos refrigerados y congelados" y, de acuerdo con su propia información, en 2004 registró ventas por mil 220 millones de dólares y 488 mil toneladas de alimentos procesados".

 
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