Usted está aquí: miércoles 20 de diciembre de 2006 Cultura Recorrido por el mundo de sorpresas que depara una tradición popular

Presentan la muestra Nacimientos mexicanos en el Palacio de Cultura Banamex

Recorrido por el mundo de sorpresas que depara una tradición popular

Reúne 250 trabajos en varios tamaños para sumar alrededor de 2 mil 75 piezas

La exposición incluye creaciones de España, Portugal y Guatemala, entre otros países

MERRY MACMASTERS

Ampliar la imagen Uno de los nacimientos, de entre la gran variedad de creaciones alrededor de esa tradición, que se pueden apreciar en el Palacio de Iturbide Foto: Fomento Cultural Banamex

Las manos de un talentoso e imaginativo artesano convierten al tradicional nacimiento en un mundo de sorpresas.

De eso no hay duda al recorrer la siempre esperada Nacimientos mexicanos: arte y tradición popular, muestra montada en el Palacio de Cultura Banamex, Palacio de Iturbide, en avenida Madero 17, Centro Histórico.

Por cierto, el recorrido empieza con el enorme nacimiento de la comunidad de San Agustín Oapan, Guerrero, en cuya creación participaron varias manos.

En su obra de 2000 María Patixtán Licanchitón, de San Cristóbal, Chiapas, incluyó a una partera entre los personajes ataviados con trajes de la región.

Dicen que gusta mucho el nacimiento de cera moldeada y modelada de Jacona, Michoacán, porque del lado izquierdo un diablo observa el conjunto.

Después de una pausa, el año pasado Fomento Cultural Banamex (FCB) retomó la tradición de exhibir nacimientos. En esta ocasión ofrece 250 trabajos de todos los tamaños, que reúnen alrededor de 2 mil 75 piezas realizadas en una diversidad de materiales, como madera labrada y laqueada; fibras vegetales, como mimbre, chuspata, tule, hoja de maíz, pasta de caña, vainilla, amate pintado y papel; cera; metal y hoja de lata; concha y caracoles; vidrio; plumaria; filigrana de plata y cantera.

Termina la exposición con una sección dedicada a los nacimientos iberoamericanos, con ejemplos de España, Portugal, Ecuador, Perú, Guatemala y de los indígenas navajos del suroeste de Estados Unidos.

El barro negro de Oaxaca

La riqueza de la muestra pone en evidencia ''cierta obsesión entre los diferentes grupos indígenas de México por la representación del tema", dice Fernando Gómez, de la coordinación de Servicios Educativos de FCB.

Muchas de las obras fueron creadas por los Grandes Maestros del Arte Popular Mexico, del Programa de Apoyo al Arte Popular establecido en 1996 por FCB. Y muchos han recibido premios nacionales e internacionales.

Gómez señala el trabajo de barro moldeado y modelado de Zenón Martínez, de Tlaquepaque, Jalisco, que retoma los tipos populares mexicanos tan recurrentes en el siglo XIX.

El trabajo de la ceramista oaxaqueña Irma García Blanco se caracteriza por la elaboración de unas grandes muñecas, vestidas con huipiles que evocan la vestimenta local.

Además, no pinta sus piezas sino que trabaja con el color natural del barro y utiliza la técnica del pastillaje, de la que hay evidencia que se usa desde la época prehispánica, anota Fernando Gómez, arqueólogo de profesión.

Oaxaca también es cuna de otra tradición, la del barro negro, presente en el trabajo del artesano Antonio Eurípides Pedro González, de San Bartolo Coyotepec, quien tiende a dar a sus piezas un mayor resaltado mediante el tallado con grafito.

Los personajes del nacimiento de Antonio Eurípides se distinguen por sus vestimentas y atributos correspondientes a cada una de las diferentes regiones de ese estado.

Por ejemplo, los Reyes Magos visten como los danzantes de la pluma en la festividad de la Guelaguetza, mientras que la Virgen está ataviada de juchiteca.

El resto de las figuras evocan los poblados de regiones como La Cañada, las dos Mixtecas y la sierra Mixe.

Los árboles de la vida, de Metepec

Metepec, estado de México, es famoso por sus árboles de la vida. Ahora la familia Soteno, la de más renombre local, ofrece árboles de Navidad.

Mientras el de Alfonso Soteno mantiene un carácter más popular, el de su papá, don Francisco, tiende más hacia el trabajo ''hasta cierto punto academicista en la medida que se pierden un poco las singularidades populares y retoman los modelos clásicos", observa Fernando Gómez.

Continúa: ''Inclusive, la temática del árbol de Francisco Soteno obedece más a una exaltación de lo religioso en la medida que tenemos la representación del génesis, la expulsión del paraíso, el nacimiento de Cristo y al final la apertura de la gloria con la presencia de Dios hijo, Dios padre, el Espíritu Santo, etcétera.

''Mientras tanto, los otros árboles de la vida equilibran las dos temáticas: por un lado, la representación del nacimiento pero por otro la exaltación de los elementos tradicionales plasmados mediante los ornamentos. Vemos frutas de la época, la caña, el tejocote, plátanos, y las típicas flores que tienen entre cinco, seis y a veces siete pétalos. Pero, en cuanto a forma, son una herencia directa de la plástica indígena que ya comienza a sufrir sus transformaciones a partir de la época de la Colonia."

La muestra Nacimientos mexicanos: arte y tradición popular está abierta todos los días de 10 a 19 horas y concluirá el 28 de febrero. También a diario se realizan visitas guiadas a las 12, 14 y 16 horas.

 
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