Número 126 | Jueves 4 de enero de 2007
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Director: Alejandro Brito Lemus

Firmeza emocional

Por Antonio Medina

¿A qué responde que hombres sanos físicamente sufran de disfunción eréctil? Fue una de las preguntas que una veintena de periodistas le formularon al doctor David Barrios, sexólogo y terapeuta sexual, durante una reunión informativa convocada por Pfizer el pasado mes de noviembre a propósito de los ocho años de la famosa pastilla azul en el mercado.

La respuesta, lejos de explicaciones médicas, fue concreta: “Porque no existe firmeza emocional en el hombre”. Las preguntas y dudas de las y los periodistas bombardearon al especialista, quien de manera coloquial comenzó a dar respuesta a las inquietudes.

¿Qué quiere decir esto?, dijo Barrios, “bueno, que hay una firmeza todavía más importante que la rigidez del pene, que es la tranquilidad emocional del hombre, pues un varón que siempre está ansioso, tenso, obsesionado con el control, con el poder, puede tener problemas de erección, independientemente que física y orgánicamente esté muy sano”.

La explicación anterior suscitó mayores reflexiones del especialista, quien aseguró que los psicoterapeutas, sexólogos y urólogos escuchan en consulta a hombres, de hecho, cada vez de menor edad, que relatan sus angustias por no lograr una buena erección durante sus experiencias sexuales.

“Nos encontramos ante hombres que al revisarlos de su sistema nervioso y vascular están en condiciones óptimas de salud, pero que relatan que la insuficiencia de sus erecciones o de plano disfunción eréctil”.

Luego de varios años de reflexión y estudios, el autor de los libros Resignificando lo masculino y En las Alas del placer, explicó: “he llagado a la conclusión que ese fenómeno se da por la obsesión de cumplir como hombre, que es una condición cultural implícita, pues cuando hacen el amor los varones asumen que su pene estará erecto obligatoriamente, y cuando eso no sucede, va dejando en su memoria un dejo de angustia que se puede convertir en un verdadero problema que merma sus desempeños futuros”.

Ante esa problemática, David Barrios precisó que alternativas como la famosa pastilla azul, fabricada por el laboratorio Pfizer, lejos de ser un afrodisíaco, es una alternativa que puede contribuir a que los hombres liberen las tensiones o temores ante el miedo de “no cumplir porque no se le para”.

“Si un hombre está seguro que con su desempeño sexual no tiene que demostrarle nada a nadie porque se suelta plenamente en el encuentro de los cuerpos, lo más probable es que se convierta en un mejor amante, ya que se va a prestar más a las caricias, al escarceo sexual y a la búsqueda del placer propio y el de su pareja”.

A ese respecto, el también director de la asociación civil Caleidoscopía, aseguró que alternativas médicas como Viagra han facilitado la firmeza emocional de muchos hombres al ver que no necesitan un esfuerzo adicional ni una hiperconcentración para lograr una erección firme y sostenida.

“Una vez que asumen esa alternativa como un elemento de apoyo para su desempeño sexual se olvidan de la preocupación por el buen funcionamiento de su pene y dejan fluir su energía, lo que les dará tranquilidad y firmeza emocional, pues el acto amoroso y la pasión es lo más importante”.