Usted está aquí: viernes 5 de enero de 2007 Capital Pierde PRD edificio emblema derivado de un juicio laboral

Resultó mejor que remodelarlo, justifican militantes

Pierde PRD edificio emblema derivado de un juicio laboral

Estaba en garantía para indemnizar a dos ex trabajadores

ROCIO GONZALEZ ALVARADO

Por una demanda laboral que derivó en un litigio que duró poco más de cuatro años, el PRD en el Distrito Federal perdió uno de sus edificios, que había otorgado en garantía para el pago de la indemnización fijada en 3.7 millones de pesos, el cual debido a las presiones económicas a las que estuvo sujeto el año pasado no pudo llevar a cabo.

Aunque a mediados de 2006, después de que se dictó la sentencia definitiva que favoreció a dos ex trabajadores del sol azteca que se desempeñaron como contadores durante la gestión de Porfirio Martínez, el Comité Ejecutivo Estatal (CEE) había elaborado un plan de pagos, los gastos extraordinarios que se suscitaron durante el proceso electoral obligó a entregar el inmueble ubicado en la esquina de Monterrey y Zacatecas, en la colonia Roma, sede en un principio del otrora Partido Comunista Mexicano.

El edificio de cinco niveles, que a su vez había donado el PRD nacional cuando fungía como su presidente Andrés Manuel López Obrador, en pago a un adeudo con su par en el Distrito Federal, se encontraba en desuso, pues resultó afectado durante los sismos de 1985.

"Se hizo un balance de qué era lo más conveniente para el partido y al no contar con los recursos para cubrir la indemnización ni para rehabilitar el inmueble, pues incluso resultaba más barato demolerlo que reconstruirlo, se decidió que lo más viable era entregarlo", detallaron fuentes cercanas al PRD.

El conflicto laboral inició en 2002, después del cambio en la dirigencia del sol azteca, cuando el ahora diputado local Víctor Hugo Círigo Vázquez entró en sustitución de Porfirio Martínez, a quien se le adjudica haber asesorado, para interponer la demanda por despido injustificado, a los dos ex trabajadores, que formaban parte de su equipo cuando antes de asumir la presidencia interina en lugar de Carlos Imaz fungió como secretario de Finanzas.

"Se trató de un abuso, porque no había argumentos reales en la demanda, pidieron todo lo que quisieron, pero lo inadmisible es que no se haya hecho una adecuada defensa, se descuidó el problema y se hizo cada vez más grande, cuando de haberse actuado a tiempo, sólo se habrían pagado como 200 mil pesos", admitió un dirigente perredista.

A la actual administración, agregó, sólo le tocó negociar el pago, cuando se notificó de la sentencia definitiva, pues ni en la gestión de Círigo ni en la de Agustín Guerrero se logró resolver el problema.

 
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