Usted está aquí: lunes 15 de enero de 2007 Economía Fortalecer la ideología empresarial, meta de los candidatos al CCE

La IP está más fuerte que nunca y tiene gran injerencia, dice Martínez Gallardo

Fortalecer la ideología empresarial, meta de los candidatos al CCE

El organismo cúpula del sector privado acordó celebrar la elección de un nuevo dirigente

Tiene especial relevancia el desarrollo del campo por la apertura arancelaria, afirma Paredes

SUSANA GONZALEZ

Ampliar la imagen Alejandro Martínez Gallardo, ex dirigente de la Concamin, en imagen de archivo Foto: Francisco Olvera

Ampliar la imagen El dirigente de la Concanaco-Servytur, Luis Antonio Mahbub Sarquis, en conferencia de prensa en agosto del 2006 Foto: José Carlo González

El máximo organismo cúpula del sector privado, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), dejó de posponer el proceso de elección de su nuevo dirigente nacional, el cual debió haberse celebrado hace más de medio año; sin embargo, el ambiente político que provocó la elección presidencial lo obligó a extender la presidencia de José Luis Barraza hasta marzo.

En la que fue su primera reunión de 2007, celebrada la semana pasada, los presidentes de las asociaciones y confederaciones empresariales que conforman el CCE acordaron abrir el proceso y lanzar la convocatoria para que a finales de este mes comience la inscripción formal de los candidatos propuestos por sus sectores empresariales.

Si bien el CCE está integrado por 12 organismos, sólo siete tienen derecho a voto: el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), la Asociación de Bancos de México (ABM), la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) y la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio y Servicios Turísticos (Concanaco-Servytur).

De entrada, los primeros nombres que comenzaron a mencionarse entre las cúpulas empresariales son los de Armando Paredes Arroyo, ex presidente del CNA y actual tesorero del CCE; Luis Mahbub Sarquis, dirigente de Concanaco-Servytur, ambos con menos de 45 años, y que se perfilan como parte de una nueva generación; así como Alejandro Martínez Gallardo, ex dirigente de la Concamin, de 62 años y quien ya ha aspirado a dirigir el CCE.

Los tres coinciden en que el organismo cúpula debe mantener la fuerte presencia que, como nunca antes, los empresarios han logrado conquistar en la escena nacional, sobre todo frente a los pronósticos de que 2007 no será un año favorable para la economía mundial y de México, con un gobierno que apenas inicia y al que habrá que darle seguimiento en sus promesas de campaña.

Quien sea designado nuevo presidente del Consejo Coordinador Empresarial, sostienen, tendrá como reto fortalecer la unidad de los sectores del empresariado mexicano a fin de lograr mayor presencia e injerencia en el diario acontecer nacional.

''Lo que se tiene que fortalecer son las ideologías empresariales. Tenemos un Presidente de la República (Felipe Calderón Hinojosa) que proclama ser presidente del empleo, pero no puede haberlo si no hay empresas. El CCE siempre ha hablado de generar empresas, progreso y desarrollo económico, por eso hay que fortalecerlo. Eso, después del problema de inseguridad pública, es lo principal en este país'', expresó Mahbub Sarquis.

­¿Se necesita una voz fuerte para exigir eso al gobierno?

­Creo que el CCE siempre la ha tenido y debe seguir como hasta ahora: con una voz fuerte, contundente, con una posición y tesis que hay que defender en nuestro sector. Hay que aplaudir lo bueno y reprobar lo malo, pero por supuesto que si se hace esto último debe ir acompañado de una buena propuesta ­expresó quien a la fecha dirige a los comerciantes del país

Martínez Gallardo, socio de la empresa Herdez y dueño de una cadena de tiendas de decoración, consideró a su vez que la iniciativa privada ''está más fuerte que nunca'', pues tiene gran injerencia en el acontecer político diario y son notorias y fundamentales las labores de cabildeo que realiza en el Congreso ''no sólo para defender los temas empresariales''. Al CCE, dijo, le conviene contar con un líder ''con vocación de servicio y experiencia, sin cola que le pisen, que pueda hablar fuerte y tenga una participación decisiva''.

Para Armando Paredes Arroyo, un productor de leche de Querétaro, de 42 años, el CCE debe insistir en la defensa de sus tesis empresariales y pugnar porque sean aprobadas las reformas estructurales, ''porque no hay otra solución para crear empleos y abatir la pobreza''.

Destacó también que aunque como dirigente del CCE debe velar por los intereses de todos los sectores representados, el desarrollo del campo mexicano cobra particular relevancia debido a la apertura arancelaria de los productos agropecuarios prevista para 2008 en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

El proceso

Cada uno de los tres aspirantes a dirigir el CCE ha sido promovido por el organismo empresarial al que pertenecen. No podría ser de otra manera, toda vez que los estatutos establecen que cada uno de los siete organismos con derecho a voto puede proponer una terna de candidatos.

La inscripción por escrito debe hacerla cada organismo ante el CCE, lo mismo que la disposición del candidato en cuestión, entre la última semana de este mes y la primera de febrero. Posteriormente, el consejo nacional del CCE, integrado por 70 miembros ­diez por cada uno de las confederaciones y asociaciones con derecho a voto­ elige únicamente una terna final entra todos los candidatos propuestos, que como máximo pueden llegar a ser 27. Por último, de esa terna final, los siete dirigentes del CCE con derecho a voto serán quienes determinen quién habrá de representarlos a partir de marzo.

 
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