Usted está aquí: miércoles 17 de enero de 2007 Mundo Más de 34 mil civiles muertos deja la violencia en Irak durante 2006: ONU

Bagdad, el centro de la violencia sectaria, indica informe del organismo mundial

Más de 34 mil civiles muertos deja la violencia en Irak durante 2006: ONU

Atentados en diversas partes del país ocupado provocan casi un centenar de decesos

Unos 30 mil iraquíes, la mayoría sunitas, están detenidos sin enfrentar cargos o un juicio

AFP, REUTERS

Ampliar la imagen Voluntarios y bomberos auxilian a las víctimas del doble atentado ocurrido ayer en la universidad de Mustansiriya, al este de Bagdad, que provocó 70 muertos y 169 heridos Foto: Ap

Ampliar la imagen Un iraquí besa la tumba del medio hermano de Saddam Hussein, Barzan Tikriti, ejecutado en la horca el lunes pasado y enterrado en Auja, pueblo natal del derrocado presidente iraquí Foto: Reuters

Bagdad, 16 de enero. Más de 34 mil civiles murieron y 36 mil resultaron heridos en actos de violencia en Irak durante 2006, indica un reporte dado a conocer hoy por la Organización de Naciones Unidas (ONU), en momentos en que en la nación ocupada vivió este martes un día sangriento con casi un centenar muertos en varios atentados en la capital.

Según el informe, en el bimestre de noviembre y diciembre de 2006, "6 mil 367 civiles murieron y al menos 6 mil 875 resultaron heridos en actos de violencia, lo que eleva a 34 mil 452 el número total de civiles muertos, y a 36 mil 685 el de los heridos durante 2006".

Según este reporte, en promedio murieron 94 civiles cada día en Irak el año pasado.

Casi la mitad de los actos de violencia ocurrieron en Bagdad, donde fueron contabilizados 16 mil 867 muertos por el instituto médico legal, mientras que 17 mil 585 se contaron en el resto del país.

"La situación es particularmente grave en Bagdad, donde la mayoría de los cadáveres sin identificación que se encuentran cotidianamente tienen también huellas de tortura", destacó la ONU.

"Bagdad es el centro de la violencia confesional. Los grupos armados sunitas y chiítas tratan de tomar el control de los barrios mixtos intimidando y asesinando a las poblaciones civiles, obligadas a refugiarse en barrios de la ciudad habitados o controlados por su propio grupo étnico", refirió el informe.

Las estadísticas de la ONU son recogidas a partir de informaciones del Ministerio de Salud iraquí, de las morgues y de los hospitales del país.

Por lo pronto, 30 mil 842 iraquíes, en su gran mayoría sunitas, están actualmente detenidos en Irak, 14 mil 534 de los cuales por la fuerza multinacional, la mayoría sin haber sido juzgados o acusados, según el Ministerio de Derechos Humanos, citado por el informe de la ONU.

La Casa Blanca estimó que el año pasado murieron demasiados civiles en Irak y culpó a los extremistas por este saldo, declaró el vocero, Tony Snow.

Agregó que el saldo refleja "actividad deliberada de los terroristas para usar las muertes de civiles como una manera no sólo de sacar a Estados Unidos, sino de ganar adherentes en Irak".

Por otro lado, un doble atentado en la universidad de Mustansiriya, al este de Bagdad, mató a 70 personas e hirió a 169, cuando un atacante suicida se hizo estallar al mediodía ante la entrada secundaria de la universidad de Mustansiriya, cuando estudiantes y profesores abandonaban el centro escolar.

Instantes más tarde, un coche bomba estalló en la entrada principal, a diez metros del lugar del primer atentado.

Decenas de cuerpos yacían en la calle y numerosos teléfonos celulares sonaban sin parar.

El primer ministro iraquí, Nuri Maliki, condenó este "crimen horrible contra inocentes estudiantes" y prometió que "los autores de este acto cobarde serán encontrados y llevados ante la justicia".

Por lo menos 15 personas perdieron la vida en un doble atentado con bomba en el centro de Bagdad, mientras que otra bomba en el interior de un autobús en el barrio popular chiíta de Ciudad Sadr causó otras cuatro víctimas.

Además, 10 personas fallecieron en un ataque lanzado contra un mercado situado en el noreste de la capital iraquí.

Los ataques, los más sangrientos desde el pasado 23 de noviembre, tuvieron lugar un día después de las ejecuciones del medio hermano del derrocado presidente Saddam Hussein, Barzan Tikriti, y del ex presidente del tribunal revolucionario, Awar Hamed Bandar.

A su vez, el presidente estadunidense, George W. Bush, calificó el ahorcamiento del depuesto mandatario Saddam Hussein como "una especie de matanza por venganza", y señaló que gestos como ese indican que el gobierno del primer ministro Nuri Maliki "todavía tiene que madurar".

"Cuando se lo ejecutó, parecía que se trataba de una suerte de revancha mortal. Y envió una señal contradictoria al pueblo estadunidense y a los pueblos de todo el mundo", expresó Bush a la cadena pública PBS.

Dudas sobre la voluntad de Maliki para frenar la violencia

Agregó que la ejecución, ocurrida el pasado 30 de diciembre, "reafirmó las dudas" sobre la voluntad de Maliki de terminar con la violencia.

El presidente agregó que "la ejecución de Hussein, sin embargo, fue en cierta medida un momento importante, porque cerró un capítulo terrible y le da al gobierno de unidad la posibilidad de avanzar".

En tanto, centenares de personas rindieron homenaje a Tikriti y Bandar, en el pueblo natal de Hussein, Auja, al norte de Bagdad, donde fueron sepultados.

Una vasta tienda de duelo fue levantada, conforme a la tradición iraquí, cerca del jardín donde reposan los cuerpos de Tikritiy Bandar, cada uno de ellos bajo un montículo de tierra cubierto con la bandera iraquí.

Centenares de iraquíes se congregaron en la tienda, donde escucharon versículos del Corán, antes de trasladarse a la tumba de los dos ejecutados.

 
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