Usted está aquí: jueves 18 de enero de 2007 Política Migrantes contribuyen con más fondos a las economías de México y EU que el TLCAN

El flujo de inversiones al país es mucho menor comparado con las remesas: estudio

Migrantes contribuyen con más fondos a las economías de México y EU que el TLCAN

Una reforma íntegra beneficiará a ambas naciones, concluye investigación californiana

DAVID BROOKS CORRESPONSAL

Nueva York, 17 de enero. Los migrantes mexicanos aportan más a las economías de México y Estados Unidos que lo que genera el comercio bilateral entre ambos países, según una investigación realizada por el Centro de Integración y Desarrollo de América del Norte de la Universidad de California en Los Angeles.

La liberalización de la política migratoria podría aportar hasta 10 veces más que cualquier otra de la política comercial para ambos países, concluye el análisis.

"Desde la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), más de 10 millones de inmigrantes mexicanos han cruzado la frontera, y la contribución económica de éstos 10 millones es mayor que la generada por el TLCAN", señala a La Jornada Raúl Hinojosa Ojeda, uno de los investigadores principales de este documento.

Tanto la participación productiva en Estados Unidos de estos mexicanos como las remesas representan una aportación que supera los supuestos beneficios del comercio binacional. De hecho, las remesas son ya muy superiores al flujo de inversión directa extranjera a México, y el dinero que envían a sus familiares representa en promedio 10 por ciento de los ingresos de estos trabajadores mexicanos, pues el 90 por ciento restante es gastado en Estados Unidos en consumo, inversión, ahorro y más, en beneficio de la economía estadunidense.

Empleando la misma metodología para medir la contribución del comercio a las economías nacionales, los investigadores evaluaron la aportación económica de los inmigrantes al PIB, además de incorporar las remesas a su análisis.

La contribución económica anual de migrantes mexicanos a Estados Unidos es de un billón de dólares. Hacia México, los migrantes envían más de 20 mil millones de dólares anuales. Por el lado comercial, las exportaciones estadunidenses a México tuvieron un valor total de 120 mil millones en 2005, mientras que las exportaciones mexicanas a Estados Unidos fueron de 170 mil millones ese año, parte de un total de exportaciones al mundo de 213 mil millones. Por tanto, el comercio bilateral fue muy inferior a la aportación total de los migrantes a la economía estadunidense en particular, según estas cifras presentadas por el doctor Hinojosa. Señaló, asimismo, que la aportación por medio de remesas a México fue superior al total de la inversión extranjera directa.

"La contribución económica de la integración del mercado laboral entre Estados Unidos y México es mucho mayor que la que resulta de la integración comercial y de inversión", dijo Hinojosa. Indicó que la migración laboral representa "comercio en servicios no comerciales" y es subsidiada por los contribuyentes de impuestos en México (por medio de educación, salud y otros servicios que se prestan a ciudadanos antes de migrar). México se beneficia mediante los traslados de moneda extranjera (las remesas). A la vez, recordó que gran parte de la contribución de los migrantes permanece en Estados Unidos, tanto en torno de su labor como también respecto del crecimiento del consumo.

Si en esta evaluación se toma sólo el estado de California, resulta que aunque es el principal socio comercial de México, el comercio total con el país sólo representa 3 por ciento del producto interno bruto (PIB) de ese estado. Sin embargo, durante los pasados 15 años la migración mexicana representa 100 por ciento del crecimiento del mercado laboral en términos netos. O sea, sin los trabajadores mexicanos el crecimiento del PIB en California, y otras entidades de este país, no hubiera sido posible.

Así, los analistas muestran que una reforma migratoria plena que incluya la legalización de los indocumentados, la regulación legal del flujo futuro de inmigrantes y una regulación formal de la circulación de las remesas, podría multiplicar la contribución económica de los migrantes en ambos países, elevando salarios en ambos lados de la frontera y promoviendo el desarrollo. "Cualquier avance que se logre en materia de política migratoria superará por mucho cualquier cosa que se logre en materia de política de comercio", afirmó Hinojosa.

Aunque en términos económicos la expulsión de mano de obra es factor negativo para una economía, los investigadores señalan que se puede considerar el desarrollo de políticas que busquen multiplicar el impacto positivo de las remesas y, por tanto, proponen una "reforma de remesas". Por el momento, éstas operan en un mercado informal que resulta en abusos y la ineficiencia en el traslado de fondos, vulnerable a fuerzas corruptas y servicios limitados. Por tanto, mecanismos para incorporar a los migrantes y las remesas al sector formal, otorgando servicios financieros como crédito y mecanismos de inversión comunitaria empleando estos mismos fondos, podrían multiplicar las aportaciones de los migrantes para el desarrollo de sus comunidades y de la economía nacional.

Estas evaluaciones revelan algunas sorpresas en torno a la toma de decisiones sobre una reforma migratoria. Resulta que la posición más antimigrante, la de una deportación masiva de los indocumentados, tendría un potencial impacto positivo para la economía mexicana, pero devastador en niveles salariales y, por supuesto, la interrupción del flujo de las remesas. A la vez, aquí también tendría un impacto negativo sobre el PIB estadunidense (de hasta 1.2 por ciento). Mantener las cosas como están ahora, según Hinojosa, genera las condiciones que todos conocen, lo cual se reduce a un tipo de "política apartheid" en Estados Unidos, en la que se mantiene a una subclase sin derechos y sujeta a súper explotación.

Pero una legalización plena resultaría benéfica para ambos países, sobre todo Estados Unidos, ya que elevaría los salarios de los migrantes aumentando a la vez su poder de consumo, generaría mayor productividad y, en el corto plazo, más remesas y rompería el sistema apartheid. Si, adicionalmente, se realiza una reforma del sistema de remesas, en donde los ahorros locales son inyectados a proyectos productivos entre otros mecanismos, se multiplicarían hasta por 10 veces los beneficios que se podrían lograr por medio del comercio o la inversión privada. "Para México, una reforma migratoria en Estados Unidos no beneficia en gran medida a México, se necesita a la vez una reforma de las remesas", aconsejó Hinojosa.

Así, lo que antes se contemplaba como el "motor" del crecimiento económico ­el comercio­ ahora es superado por otro motor, los migrantes.

El informe fue elaborado y presentado en un foro auspiciado por la Comisión sobre Cooperación Laboral de América del Norte, la institución que nació como parte del TLCAN, en la ciudad de México a finales del año pasado. El análisis se llama Competitividad e interdependencia de mercado laboral en América del Norte, en el que participaron también los investigadores Robert McCleery, Fernando de Paolis y Terrie Walmsley.

 
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