Usted está aquí: viernes 19 de enero de 2007 Ciencias Sismos silenciosos, los monstruos "dulces" que estudia la UNAM

La supercomputadora Kan Balam, herramienta para elaborar modelos geofísicos

Sismos silenciosos, los monstruos "dulces" que estudia la UNAM

Liberan una enorme energía, "pero repartida en abonos" definen científicos

JOSE GALAN

Ampliar la imagen El investigador Francisco José Sánchez Sesma del Instituto de Ingeniería de la UNAM Foto: Luis Humberto González

La supercomputadora recién inaugurada permitirá establecer mecanismos de prevención sobre movimientos telúricos o sismos, y adelantar modelos de cálculo precisamente para entender de mejor manera cómo, cuándo y en dónde la corteza terrestre enfrenta acomodos, porque se debe entender que la Tierra está viva y en movimiento, afirmó Francisco José Sánchez Sesma, del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Informó que la supercomputadora, bautizada como Kan Balam, permitirá analizar fenómenos que comienzan a ser estudiado inclusive en el Instituto de Geofísica de esa casa de estudios: los temblores silenciosos, que no ocurren de golpe sino que tienen lugar a lo largo de un mayor periodo y que usualmente no se sienten.

Sánchez Sesma, miembro del comité asesor de la Dirección General de Sistemas de Cómputo Académico (DGSCA) de la UNAM que avaló la adquisición y configuración de esta nueva máquina, sostuvo que con la nueva capacidad de cómputo disponible, se puede ahora hacer ciencia de buen nivel e inclusive de lograr cálculos semejantes a la de supercomputadoras, como las japonesas, incluyendo la posibilidad de colaborar conjuntamente.

¿Qué nos proporciona el nuevo equipo?, se preguntó, para luego adelantar la respuesta: "nos proporciona la capacidad de resolver modelos que de otra manera nos tomaría meses o años en las máquinas normales, o que resultaría imposible lograrlo en ellas. Se pueden resolver problemas en el ámbito de mi disciplina, que es la sismología, que de otra manera serían intratables".

Uno de ellos, y que Sánchez Sesma ha discutido en los últimos días con algunos académicos, sería la respuesta sísmica del valle de México, o la forma en que se podrían hacer pronósticos de escenarios posibles para la intensidad sísmica de la zona.

"Ahora mismo se pueden generar algunas ideas que han permitido minimizar el riesgo sísmico de manera importante. Pero todavía tenemos muchas incertidumbres, por lo que necesitamos la supercomputadora para trabajar en modelos de respuesta sísmica de la cuenca y de ciudades en peligro".

Grande y lento

Detalló que otro de los fenómenos que han intrigado a la comunidad científica, y que fue descubierto recientemente, es precisamente el de los llamados temblores silenciosos, que son movimientos sísmicos que "no causan daño pero son muy grandes. Son unos monstruos pero que, en vez de ocurrir en unos segundos o minutos, su deslizamiento dura meses, y esos son los temblores que queremos, dulces, suavecitos".

Sin embargo, para los científicos saber qué es lo que ocasiona este fenómeno es parte de la modelación matemática por hacer utilizando el poder de la nueva computadora. "Esos temblores han sido descubiertos en otras partes del mundo, y en México, en el Instituto de Geofísica de la UNAM, un grupo de investigadores ­encabezado por Gustavo Lodoff, de origen ruso, Carlos Valdéz, Enrique Nassín y Javier Pacheco­, ha instalado redes de sistemas electrónicos conocidos como GPS o sistemas de posicionamiento global, que con los sistemas satelitales pueden detectar desplazamientos de centímetros o de metros. Han podido detectar movimientos telúricos muy importantes de los que antes nadie se daba cuenta, porque son muy lentos".

Abundó en que se trata de temblores muy grandes que liberan una enorme energía, "pero repartida en abonos. Así quisiéramos que fueran los temblores, es decir, un buen temblor". Y para estudiarlos a fondo en la supercomputadora, los académicos están ahora en proceso de elaboración de modelos geofísicos, considerando las propiedades viscosas de la corteza y las propiedades de la zona en donde ocurren los movimientos, y viendo qué características requiere tener un temblor para que el deslizamiento de las placas de la corteza se dé poco a poco".

 
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