Usted está aquí: viernes 19 de enero de 2007 Opinión Astillero

Astillero

Julio Hernández López

Vuelta al pasado

Los verdugos se portan buena onda

Espino espanta con petate de Fox

Gordillo y Salinas pelean por el PRI

Los principales acaparadores y beneficiarios de la especulación con el maíz estuvieron de acuerdo ayer en establecer un provisional precio máximo al kilogramo de tortilla que en los hechos significa la formalización de un aumento forzado y el reconocimiento del calderonismo de que lo único que puede hacer frente a hechos consumados es aparentar pactos y explorar políticas supuestamente repudiadas como la de establecer virtuales precios oficiales a productos básicos.

Propaganda gubernamental al máximo, con un presidente general de México que pretende convencer oratoriamente de que defiende los intereses populares mientras firma convenios con los mismos destinatarios de sus palabras presuntamente justicieras. Castigo a los malvados que se enriquecen con la miseria popular, trata de decir el habitante de Los Pinos justamente cuando suscribe claudicaciones frente a los causantes de esos abusos a los que ha solicitado que le hagan favor de atemperar en unas cuantas semanas su voracidad para que no estalle la inconformidad social acumulada. Empresarios y negociantes jijos del mais que provocaron la crisis actual, que ya han ganado millonadas con la primera oleada especulativa y que ahora se muestran dóciles ante la palabra formalmente presidencial que les pide bajarle de grado a la depredación a cambio de no castigarlos a ellos sino a uno que otro pobre tortillero de barrio.

Política económica peligrosamente contradictoria la del fiscal general de la nación (el licenciado Calderón), pues mezcla el pragmatismo neoliberal de su Chicago Boy, el rotundo Carstens, con manejos evocatorios de las glorias echeverristas y lopezportillistas de los "acuerdos" con los "representantes" de las fuerzas productivas para someter la economía a lineamientos politiqueros. Calderón ha destrozado, con su opción preferencial por lo militar, las posibilidades de que la política resuelva los problemas sociales, y ahora está destrozando la economía con la indefinición pendular que está arrojando en manos de los verdaderos dueños del poder, los hombres del dinero que mucho invirtieron en frenar lo que consideraban "un peligro para México" y ahora exigen ganancias para sus inversiones y sujeción de ese falso poder civil a la rectoría verdadera que es la de los grandes capitales.

Los tempranos desajustes de la maquinaria calderonista son más evidentes a la luz de la resistencia que en su propio partido le exhibe como incompetente. Que sus adversarios le impugnen y le desconozcan autoridad y legitimidad es un hecho que le acompañará a lo largo de su sexenio, pero el colmo resulta que el dirigente del partido formalmente en el poder le juegue abiertamente las contras ­como sucede con Manuel Espino­ y que inclusive esté anunciando la posibilidad de reinstalar en el foro a Vicente Fox, como integrante de ese virtual gobierno paralelo que pretende conformar el citado Espino, recolectando ex funcionarios del foxismo para darles carteras partidistas y ahora amagando con el petate de quien se niega a darse por políticamente muerto (ya nada más falta que Espino nombre a Marta Sahagún como vicepresidenta ejecutiva y a los hijos Bribiesca como coordinadores de alguna comisión de finanzas). El simple amago de reinstalar a Fox en el escenario político es una confesión de que las maniobras de Espino contra Calderón han contado con la bendición vicentina y, sobre todo, martística. Ese amago es, además, una declaración pública, a cargo del comité nacional panista, de que el actual ocupante de Los Pinos carece de fuerza y presencia, a tal grado que es necesario adosarle a su antecesor pujante.

En ese asomo al túnel del tiempo que se vivió ayer ­los "pactos" sociales y el "maximato", esta vez caricaturalmente convertido en minimato­, los priístas aportaron su dosis de nostalgia. Como en los viejos tiempos, hubo acarreo y demagogia en los actos de registro de los dos principales aspirantes a presidir lo que queda del partido tricolor (dos candidatos, en realidad, aunque oficialmente sean siete, pues sólo Jackson Enrique y Paredes Beatriz están en la pelea verdadera). La explanada del edificio del comité nacional priísta no lució llena, como habría sucedido con cualquier pretexto una década atrás, pero los esfuerzos escenográficos de Quique y Bety se produjeron en la mejor línea de la vieja escuela tricolor. El hijo de Jack y la mujer pared son ­como en los viejos tiempos­ representantes de poderes ocultos o semiocultos. Enrique tiene tras sí la fuerza de la profesora Gordillo que quiere consumar su revancha contra Roberto Madrazo impulsando al sinaloense que abriría la puerta a retornos magisteriales y eventuales fusiones electorales con el Panal. Beatriz, por su parte, es apoyada por el Chupacabras político, el ex presidente Salinas que juega en cuanta mesa de apuestas le ponen enfrente pero a quien la diosa de la fortuna no le ha pagado buenos dividendos. Gane quien gane de esos dos aspirantes, el madracismo habrá quedado como parte de un pasado que pocos quieren recordar en el PRI. Dos personajes que en su momento fueron cercanos al tabasqueño (uno era su secretario particular, y otro fue uno de sus varios voceros), demuestran con su escasa capacidad de competencia el grado de extinción de esa corriente derrotada.

Astillas:

En el colmo del oportunismo, se ha planteado en el comité nacional perredista la tesis de que postular a Ana Rosa Payán como candidata al gobierno de Yucatán es una forma de "fracturar a la derecha", pues siendo la señorita Payán una representante del pensamiento más conservador, e integrante de la organización clandestina El Yunque, sería un "golpazo" a esas corrientes y estructuras que la emblemática apareciera postulada por la "izquierda" del PRD...Un sobrino de Pedro Díaz Parada, el "cacique" oaxaqueño de las drogas, ha dicho que la aprehensión de su pariente no es más que una maniobra de apariencias. "Guerra fecal", ha etiquetado Luis Díaz Pantoja a los despliegues de fuerzas armadas y la detención de presuntos capos... ¡Feliz fin de semana (y, mañana, conferencia en Torreón con el Movimiento Ciudadano Lagunero José Santos Valdés, los Mocilas)!

Fax: 56 05 20 99 * [email protected]

 
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