Usted está aquí: sábado 20 de enero de 2007 Espectáculos "La televisión ha sido nefasta para la actuación; cualquiera puede ser figurita"

El actor Germán Robles recibirá un homenaje en Bellas Artes por La dama de negro

"La televisión ha sido nefasta para la actuación; cualquiera puede ser figurita"

Reconoce que la oferta teatral en el país es pobre y no hay manera de formar un público nuevo

ARTURO CRUZ BARCENAS

Ampliar la imagen Este año será de trabajo, celebraciones y homenajes para Germán Robles. En la imagen, el actor durante la entrevista en el Centro Veracruzano Foto: Carlos Cisneros

De ideales quijotescos, el actor Germán Robles avanza en su profesión peleando contra molinos de viento. Ha ganado batallas, tantas que en este año tiene varios proyectos, algunos por concretarse y otros ya en marcha: representará y producirá una obra de teatro sobre el genio Leonardo da Vinci, imparte clases y dirige su escuela Faces (Formación Actoral Especializada), se le rendirá un homenaje en Bellas Artes por la perdurabilidad de la puesta La dama de negro y uno de sus personajes cinematográficos cumple 50 años: El vampiro.

Nació en Gijón, España, en 1929, y llegó a México en 1946. No le agrada que se le recuerde sólo por su trabajo como chupasangre. Ha hecho clásicos. Del lado opuesto, histriónicamente hablando, por ejemplo, está su representación de Cristo en la obra de teatro El mártir del Calvario. Entre el mal y el bien. Tal es su potencial.

"Lo importante para mí, en este momento, en primer lugar, es citar la importancia de mi escuela de teatro, que ya lleva siete años trabajando por la necesidad de formar actores y actrices que puedan cubrir los huecos que se van formando por la desaparición de otros profesionales.

"Mi misión es poner de manifiesto todo lo que conozco dentro de la actuación, los trucos de un actor, que no existen en ningún tratado; difícilmente puede orientarse a un posible futuro actor sobre cómo mover las cejas o las manos con alguna acotación de libro. Se puede plasmar en letras, pero es difícil que los alumnos lo entiendan.

"Configuramos con el físico las posibilidades que tienen como alumnos, los deseos, la vocación, el sacerdocio y la cantidad de crema para echarle a los tacos, es decir, lo que le quieran meter a su carrera. En tanto le pongan entusiasmo, mejor asimilarán lo que los maestros les damos.

"Lo que quiero es que sepan actuar, pararse en el escenario, educar su voz, que es la mensajera, el instrumento para poder llevar adelante el idioma. La misión del actor es contar esta tremenda mentira que es el teatro, pero contada de forma que el mundo crea que es una verdad. El resultado demuestra si un actor es bueno o malo."

Su escuela cuenta con una matrícula de más de 60 alumnos. La carrera dura tres años. "Los estudiantes salen protegidos por la Asociación Nacional de Actores para que no sean sorprendidos por gente malintencionada, para que no los exploten por el hecho de ser nóveles".

Cincuenta años de El vampiro

El próximo primero de febrero, Robles cumplirá 55 años de actor. "Llevo 60 viviendo en México; en este 2007, en julio, se cumplen 50 años de la película El vampiro, y también 50 de la secuela, El ataúd del vampiro".

Crítico, dijo: "Hoy no hay actores porque se perdió el respeto, la disciplina, la puntualidad, la admiración hacia las figuras que anteceden, el cariño hacia el público, ese que adoraba a Sara García, a Prudencia Griffel, a Fernando Soler.

"Eso no existe ahora, pero yo, un poco quijotescamente, trato de reconquistar y traer a la palestra esta forma de ser, esta educación, entrega y respeto para la actividad representativa que incluye ser buen actor de teatro. Quien es actor de teatro lo puede ser de cine o de televisión.

"En el teatro no hay toma dos. La haces o la haces. La televisión ha sido un tanto nefasta para la actuación. Evita la entrega total y cualquiera puede ser actor, figurita, artistita."

Define la oferta teatral en México como "pobre, a la par del tipo de películas que se están haciendo: carente de imaginación, con sus honrosas excepciones. En general, se van sobre unos conceptos perfectamente definidos: sexo y violencia, sangre y balazos, y la destrucción de muchos coches.

"En el teatro no hay mucha violencia, pero sí mucho sexo y erotismo. Los estadunidenses tienen la culpa de que haya tanta violencia en el cine, porque crean un mercado para ese tipo de películas.

"El teatro de ahora ni siquiera repite obras del pasado que están justificadas por su éxito; prefieren hacer una película con una niñita de televisión que tuvo un éxito, con dos tíos muy guapos y fornidos, hasta con músculos en el cerebro, y que a la hora de hablar no cubren."

En México hay poco apoyo al teatro, agregó. "Antes había un porcentaje (de dinero) de parte del gobierno de la ciudad, y se apoyaba a empresarios. Desgraciadamente, no hay manera de formar un público nuevo. No se va a formar con una cuestión de sexo. Yo quiero hacer teatro teatro".

Sin cultura y sin lectura la gente no irá al teatro o no lo entenderá, expuso. "Para que la gente sepa lo que es el teatro y tenga ganas de ir a verlo tiene que leer, conocerlo por medio de los autores. No se requiere una genialidad, sino saber que existen la música, los conciertos, la pintura, el ballet y el teatro como expresiones del hombre.

"Va cierta elite que tiene dinero o buen gusto, pero quienes van al ballet son menos de uno por ciento de la población. El promedio de lectura del mexicano es de medio libro de 60 páginas al año. Yo leo dos novelas o ensayos al mes. Soy culto porque se me pegó. No soy maestro de nada, soy aprendiz de todo. Me siento orgulloso de cómo soy."

Representar a un genio

Sobre la obra teatro de Da Vinci, que se llamará El divino Leonardo, precisó: "Es sobre sus últimas horas de vida. Lo voy a interpretar; no es un monólogo, sino es una obra de teatro donde aparecen Maquiavelo, César Borgia y otros personajes.

"Es de las obras en las que hay que pedirle al público que ya la vio que no cuente el final, porque es sorpresivo. Está escrita por Ana María Vázquez, Premio Nacional de Teatro 1991. No la he podido estrenar porque me dieron La dama de negro, con la que estuve 11 años.

"En febrero se realizará un homenaje a esta obra, en Bellas Artes. Me van a dar una plaquita... un homenaje al Robles, en fin. Todo eso va a engrosar mi egoteca,lo cual siempre es importante. ¿Quién no es vanidoso?"

Respecto de quién debe administrar la cultura, señaló: "Cualquier intelectual o artista preparado que desconozca por completo la política".

­¿Cuál es su opinión sobre los recortes presupuestales a la cultura?

­Es... es... ¡No tienen madre! Somos un país productor de maíz y resulta que lo estamos importando. Lo subimos y el pobre pueblo tiene que pagar las consecuencias políticas de la mala administración de este país desde hace 50 o 60 años. ¿Cómo no va a haber recortes al arte o a la cultura? ¡De a postura de gallina! ¡Pues cómo no!

"¡Total, qué! ¿Quién quiere ser actor? Ese dinero lo metemos acá y ya vemos cómo lo sacamos en publicidad para el partido y nos embuchacamos 3 o 4 millones de pesos. La Universidad Nacional Autónoma de México está haciendo su batalla a brazo partido. También un poco quijotes: luchando contra los molinos de viento", concluyó el actor.

 
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