Usted está aquí: sábado 20 de enero de 2007 Política No toleraremos desafíos al Estado, advierte Calderón

"Nadie tendrá impunidad"; estaré cercano a las fuerzas armadas, dice en Acapulco

No toleraremos desafíos al Estado, advierte Calderón

Casi 8 mil efectivos buscan establecer "condiciones mínimas de seguridad" en Guerrero

JESUS ARANDA, CLAUDIA HERRERA, MISAEL HABANA ENVIADOS, CORRESPONSAL

Ampliar la imagen El presidente Felipe Calderón durante su sexto encuentro con las fuerzas armadas en lo que va de su gobierno, ayer en Acapulco Foto: José Carlo González

Acapulco, Gro., 19 de enero. "Seré un Presidente cercano a las fuerzas armadas", aseveró Felipe Calderón a bordo del buque escuela Cuauhtémoc, de la Armada de México, y agregó: "estamos decididos a no tolerar desafíos a la autoridad del Estado".

En una ceremonia marcial inédita recibió el sable de mando, que representa "el liderazgo del guía que conduce a sus subordinados a la batalla", luego de la cual sostuvo que en su gobierno "no habrá impunidad para nadie", y que al igual que en Michoacán, Guerrero, Tijuana, Sinaloa, Durango o Chihuahua, "o en todas las poblaciones que lo requieran", las fuerzas federales trabajarán de manera coordinada con los gobiernos estatales y municipales para hacer que prevalezca el cumplimiento de la ley por encima de la violencia.

Después de casi ocho días de que empezó el Operativo Guerrero para combatir el crimen organizado y el narcotráfico en la entidad, Calderón, en su calidad de comandante supremo de las fuerzas armadas, informó que su gobierno busca establecer "las condiciones mínimas de seguridad" de los guerrerenses, así como de los visitantes nacionales y extranjeros, además de erradicar 3 mil plantíos de droga ilícitos detectados en el estado.

Esto, con la participación de 7 mil 600 efectivos de Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Policía Federal Preventiva, quienes tienen la encomienda de restablecer las condiciones de seguridad que merecen todos los guerrerenses, no sólo quienes viajan o residen en Acapulco.

Le entregan el sable de mando

Calderón arribó al filo de las 10:15 horas a las instalaciones de la Octava Zona Naval, y fue conducido al buque escuela Cuauhtémoc, donde encabezó la ceremonia de entrega del sable de mando, acompañado por los secretarios de Marina y Defensa Nacional, almirante Mariano Francisco Saynez Mendoza y general Guillermo Galván Galván, respectivamente, además del gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca, y el edil de Acapulco, Félix Salgado Macedonio, ambos perredistas.

A diferencia de su último encuentro con las fuerzas armadas en Michoacán, el Presidente no vistió ni gorra ni chaqueta militares, sino guayabera y pantalón oscuro.

Después de rendirle los honores militares, el almirante Saynez explicó que el sable de mando ­el ex presidente Vicente Fox fue el primero que lo recibió, en una ceremonia pública al inicio de su mandato, pero en las instalaciones de la Secretaría de Marina­, "desde la antigüedad es la distinción de la señoría, del mando y del liderazgo del guía que conduce a sus subordinados a través de la batalla".

En éste, que fue su sexto encuentro con las fuerzas armadas en 50 días de su gobierno, Calderón "reconoció y agradeció la lealtad que la Armada profesa a la República, a la Constitución y a nuestras instituciones democráticas".

Su labor para preservar el estado de derecho "es fundamental para que México avance por el camino del progreso y la libertad".

Con su trabajo incansable ­sostuvo­, ustedes ayudan a generar las condiciones para que México crezca y para que sea más atractivo invertir en el país, y con ello se generen más y mejores empleos.

"En suma, el cumplimiento de sus deberes repercute en la calidad de vida de nuestra gente, independientemente de que garantizan la seguridad del país", además de su actuación "firme y solidaria" en las labores de protección, auxilio y ayuda humanitaria.

En este contexto, dijo que es invaluable la participación de la Armada en las acciones del gobierno federal, en las que se están "cerrando espacios" a la delincuencia organizada.

"Nuestros mares y costas no deben ser ruta para la acción de los criminales; no permitiremos que el territorio nacional, sus mares y sus costas sean utilizados para consumar acciones que atentan contra la salud, la integridad física y la vida de los mexicanos. Debemos hacer valer el estado de derecho en el territorio nacional y en el mar", advirtió.

Previamente había puesto énfasis en que siempre ha estado comprometido con la causa de la democracia y los derechos ciudadanos.

"Y al propio tiempo, también seré un Presidente cercano a las fuerzas armadas; no por otra cosa ­aclaró­, sino porque es mi obligación, como comandante supremo, velar por el cumplimiento del deber de las fuerzas armadas, que es el mío propio y, en consecuencia, el procurar las mejores condiciones para el cumplimiento de tal deber".

Y concluyó: porque al igual que todos los mexicanos, "tengo un profundo respeto y aprecio por los soldados y marinos de México".

Protesta perredista

Momentos después de que terminó la ceremonia, y cuando Calderón y los funcionarios presentes admiraban un "zafarrancho" de maniobra de las velas, consistente en que la tripulación del barco sube a los mástiles para desplegar velas, dos pequeñas embarcaciones con banderas amarillas y negras, del Partido de la Revolución Democrática, trataron infructuosamente de acercarse al buque escuela.

De inmediato, una lancha interceptora y otras dos pequeñas bloquearon a los manifestantes, quienes llevaban una gran manta que decía: "Ni narcos ni subversivos, mucho menos espurios".

Cuando salía de la Octava Zona Naval, una decena de personas se encontraban en la acera sosteniendo varias pancartas. Una decía: "Calderón espurio, no es grato en Guerrero".

 
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