Usted está aquí: lunes 22 de enero de 2007 Política El desabasto de maíz, signo de que se "adelantaron los efectos del TLCAN"

Si no se corrige el rumbo habrá escasez de alimentos, afirma el rector de la UACh

El desabasto de maíz, signo de que se "adelantaron los efectos del TLCAN"

GABRIEL LEON ZARAGOZA

Ampliar la imagen Las medidas para contener el precio de la tortilla podrían resultar insuficientes, señala el rector de la Universidad Autónoma Chapingo, Sergio Barrales Foto: Francisco Olvera

La crisis nacional con el presunto desabasto de maíz para la producción de tortillas es una realidad que ya vive México y es un tema que especialistas lo venían señalando desde que se habló de signar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), cuyos efectos no preveíamos que se iban a adelantar, evaluó el rector de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), Sergio Barrales Domínguez, quien detalló que con esta situación estamos viviendo "el primer impacto de cuando uno decide entrarle al mercado libre".

A unos meses de la apertura total del acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, dijo que en el país "se van a intensificar más los problemas de abasto interno (de maíz y otros productos), porque el impacto ya está" presente a escala nacional.

"No dejemos pasar la oportunidad de este llamado de atención. Esto en realidad es lo que varios preveíamos, pero no sabíamos que se iba a adelantar. Este es el primer impacto de cuando uno decide entrarle al mercado libre, y hay momentos donde nuestra dependencia es tal que cualquier ausencia de productos provoca una situación de crisis", puntualizó.

El especialista agrónomo destacó en entrevista que las medidas anunciadas por el presidente Felipe Calderón Hinojosa son paliativos y que éste tiene la obligación de corregir la falta de producción nacional de nuestros propios alimentos para que el país abandone la dependencia internacional.

"Si no corregimos el rumbo, este país va a tener problemas serios de abastecimiento de comida y eso nos va a causar una inestabilidad social muy seria, indiscutiblemente", sentenció el representante de la casa de estudios, al recordar que la Revolución Mexicana, entre otros factores, se originó ante la escasez de alimentos.

Cuando hay hambre, dijo, "el problema es serio y lo vivimos el siglo pasado en el momento en que grupos de mexicanos decidieron modificar sus condiciones de vida y la salida no fueron las urnas, sino la violencia".

La situación actual del maíz en México, apuntó, "es que lamentablemente ya se están manifestando los efectos reales de la dependencia internacional que tenemos para poder abastecer el consumo de diferentes granos básicos", y aún falta por ver qué problemas serios se generarán cuando las naciones proveedoras decidan ya no vendernos sus productos.

Con base en la información a la que tiene acceso, el rector destacó que "se pone en duda" la falta de maíz en el país, porque la cosecha de este ciclo fue relativamente buena para diferentes áreas agrícolas, "pero lamentablemente los intermediarios lo están acaparando para aprovechar los incrementos en el precio del grano".

Los datos preliminares que se conocen de la producción nacional de maíz refieren 13 millones de toneladas de la cosecha de este ciclo agrícola; sin embargo, desde hace años se presenta un déficit de entre 6 y 8 millones de toneladas en toda la producción nacional.

"En este momento, nosotros hablaríamos de por lo menos 5 millones de toneladas que tendríamos que estar buscando" para todos lo usos, cifra que no coincide con las 750 mil que informó el gobierno federal para cubrir el desabasto de maíz en tanto se regulariza el mercado ante la situación de especulación que vive.

Al evaluar las medidas emergentes aplicadas por Felipe Calderón, dijo desconfiar de éstas y que incluso se logre conseguir esta cantidad de maíz: "le están apostando a Estados Unidos, pero ellos no quieren vender el grano porque lo están destinando a la producción de etanol. Su prioridad es sacar su problema de abastecimiento de energéticos. Y si fuese su maíz, éste sería de muy mala calidad; lo que ellos no quieren.

"Nos mandarían ­agregó­ variedades de granos que no les son útiles en la producción de etanol y que para consumo humano tampoco podrían ser muy favorable, pero como en México no cuidamos la calidad, pues al rato nos comemos lo que nos vendan."

Para resolver el problema de desabasto "este país no tiene salida. Tiene que decretar que el programa de abastecimiento de granos básicos debe ser una política de Estado, en la que deben intervenir todos los sectores sociales", puesto que "prácticamente de todos los alimentos que consumimos, en una buena parte ya dependemos del exterior", enfatizó.

 
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