Usted está aquí: martes 23 de enero de 2007 Capital Arte de caminar sentado ayuda a discapacitados a mejorar su vida

Desde hace 4 años la policía montada de la SSP ofrece sin costo esta terapia

Arte de caminar sentado ayuda a discapacitados a mejorar su vida

Quienes lo practican hoy caminan o hablan de manera más fluida: Mario Migoya

ALEJANDRO CRUZ FLORES

Ampliar la imagen Elementos de la policía montada de la SSP-DF proporcionan terapia gratuita con caballos del agrupamiento a niños, jóvenes y ancianos con capacidades diferentes, en las instalaciones de avenida Guelatao, en la zona oriente de la ciudad Foto: Alfredo Domínguez

Niños y jóvenes con discapacidad, problemas sicomotores y de lenguaje, que hoy pueden caminar y hablar de manera más fluida es el resultado de las sesiones de equinoterapia que desde hace cuatro años se llevan a cabo en el cuartel de la policía montada del Distrito Federal.

Allí más de mil infantes, jóvenes y personas de la tercera reciben de manera gratuita esta terapia complementaria que por medio de la monta de caballos el paciente recibe diversos beneficios motrices, conductuales y neuronales, basado en la motricidad de este animal y su calor corporal.

El coordinador de este programa, Mario Migoya Calette, explica que los equinos registran una temperatura de entre 1 y 1.8 grados mayor que la del ser humano, además de que tiene el mismo patrón de marcha que el de una persona, es decir, de entre 90 y 110 pasos por minuto, y su movimiento tridimensional, ya que al caminar realiza un movimiento ascendente y descendente.

Estas dos últimas características, continua Migoya Calette, dan como resultado que en media hora de cabalgata, el jinete reciba aproximadamente dos mil ajustes al tono muscular, lo que ayuda a mejorar la motricidad del paciente y su posición de espalda, por lo que esta terapia es de grandes beneficios físicos.

Agrega que la equitación "es el arte de caminar sentado", ya que a través de los movimientos del caballo "el cerebro percibe que se está caminando", se produce una comunicación neuronal, a través del sistema nervioso central y se estimula la segregación e neurotransmisores como endorfinas, serotoninas y adrenalina, lo que permite una mejor coordinación entre el cerebro y el resto del cuerpo.

El funcionario precisa que la equinoterapia no cura ninguna discapacidad, pero sí es de gran ayuda para lograr que el menor logre una mejor calidad de vida y se pueda valer por si mismo.

Historias para contar

Aunque los resultados son producto también de una atención médica integral y otras terapias según el problema del que se trate, los familiares de los pacientes, en muchos casos madres solteras, aseguran que es a partir de que inician con esta terapia, cuando pueden observar mejoras en los movimientos motrices y de lenguaje de sus hijos.

"Hace dos años, cuando traje aquí mi hija no hablaba bien, apenas si pronunciaba algunas palabras, y a estas alturas ahora habla más fluido, todavía no puede completar un enunciado, pero ya se da a entender, además ahora ya puede brincar con un solo pie, andar en triciclo, muchas cosas que antes no hacía, porque no entendía indicaciones", dice la señora Alejandra Cabañas, quien se muestra satisfecha por los avances de su hija Yunuet, quien padece de un trastorno global en su desarrollo.

Personas de varios lugares de la ciudad e incluso de otros estados de la República llegan hasta el cuartel de la policía montada, ubicado en avenida Guelatao, número 100, colonia Alvaro Obregón, de la delegación Iztapalapa, con la esperanza de que sus hijos puedan acceder a este programa, incluso de instituciones como el DIF del municipio de Chicoloapan, estado de México.

Cada lunes, la coordinadora de discapacidad de esa instancia, Guadalupe Flores, acompaña a 20 niños de familias con pocos recursos económicos para que reciban su sesión de equinoterapia, la cual, asegura, ha dado muy buenos resultados, incluso en casos en los que se había diagnosticado que un menor no iba a volver a caminar, y con este programa, además del tratamiento adecuado, se ha logrado que lo puedan hacer.

De acuerdo con la funcionaria, en un centro privado una terapia de este tipo, tiene un costo de entre 800 y mil pesos a la semana, lo cual significa una gran ayuda porque se trata de familias con pocos recursos económicos.

Los familiares de los menores que son atendidos de lunes a sábado, indican que el trato que reciben es "excelente". Todos los instructores son muy amables con los niños, los tratan muy bien, a nosotras (las mamás) nos tratan con muchísimo respeto", señala la señora Elizabeth Clemente.

En este programa se utilizan 30 caballos e igual número elementos de la policía montada, quienes han sido capacitados para llevar a cabo esta tarea por la alemana Edith Gross, una de las principales percusoras de esta terapia, pero que además tratan se enriquecer sus conocimientos comprando libros o buscando información en Internet, y se sienten orgullosos de ver que varios de los niños que atienden han logrado caminar por si mismos, luego de un arduo trabajo, que requiere de "mucha paciencia y constancia".

 
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