Usted está aquí: martes 23 de enero de 2007 Política "En ningún momento" se ha planteado eso, señala el prelado

Asegura que hizo la aclaración hace más de un año

"En ningún momento" se ha planteado eso, señala el prelado

ALMA E. MUÑOZ

El obispo de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Felipe Arizmendi Esquivel, desmintió que impulse en su plan diocesano pastoral la apertura a la ordenación sacerdotal de indígenas casados, como difundió el más reciente número del boletín vaticano Notitiae.

"Desde hace más de un año hicimos la corrección del número 58 de nuestro plan, para evitar interpretaciones que no estaban en nuestra mente, (porque) nunca impulsamos el sacerdocio de hombres casados", aseveró.

En la diócesis, subrayó, "estamos en plena comunión con el Papa y sus colaboradores, dispuestos siempre a obedecer, pero con la obligación de dialogar y clarificar lo conveniente, y así evitar interpretaciones que no corresponden a nuestra realidad".

Sostuvo que en la primera redacción del documento notificaron al Vaticano que algunas comunidades chiapanecas les habían planteado esa posiblidad, "y argumentamos que debíamos ayudarles a discernir su planteamiento, siempre de acuerdo con el magisterio de la Iglesia. En ningún momento hemos alentado la esperanza de ordenar sacerdotes a alguno de los diáconos, pues todos ellos son casados", insistió.

Con tiempo, indicó el prelado, "envié a Roma la nueva redacción del número 58 de nuestro plan, en el que se repite lo de escuchar a los fieles, pero con la advertencia clara de que el celibato seguirá siendo válido para los aspirantes al sacerdocio, sean diáconos permanentes o seminaristas".

Se dijo "convencido de la bondad del celibato para el sacerdocio en la Iglesia latina, pero no podemos dejar de escuchar las voces que se oyen en sentido contrario, no sólo entre nosotros, sino en la iglesia universal", comentó.

Por ejemplo, recordó, "en el sínodo de obispos de todo el mundo, efectuado en Roma a finales de 2005, varios obispos pidieron que se examinara ese asunto, aunque la mayoría opinó que todo debía seguir igual". Es decir, aclaró, "no se prohibió hablar sobre el tema, pero la decisión fue que se continuara exigiendo el celibato a quienes sean llamados al sacerdocio, y yo estoy plenamente de acuerdo con ello".

 
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