Usted está aquí: miércoles 24 de enero de 2007 Política El maíz transgénico mejorará la productividad: Monsanto

Espera que este año autoricen cultivos experimentales

El maíz transgénico mejorará la productividad: Monsanto

ANGELICA ENCISCO L.

Debido a la situación que enfrenta México por el abasto de maíz, la trasnacional Monsanto afirmó que el transgénico resolverá los problemas de productividad y espera que este año se autoricen los permisos para cultivos experimentales. Respondió a sus críticos acerca de los eventuales riesgos que este cultivo podría ocasionar, como la "contaminación" de las siembras tradicionales, y estimó que más que un daño, puede ser un "beneficio".

El director de desarrollo de tecnologías para América Latina de Monsanto, Eduardo Pérez Pico, sostuvo que el papel de la empresa ha sido "mal interpretado" y reconoció que la compañía tiene interés en el maíz, porque es el cultivo más importante de México y su principal alimento.

Indicó que Monsanto se estableció en México desde 1950, por lo que no tiene previsto abandonar el país. La trasnacional aprovecha la actual coyuntura de desabasto de maíz para promover sus productos. Durante largo tiempo omitió hacer declaraciones a la prensa, pero ahora diferentes directivos se han encargado de hacer pronunciamientos.

Ante la demanda de maíz, Pérez Pico consideró en entrevista que entre las principales necesidades están elevar la producción del grano y acotar la brecha de producción y consumo, "sentimos que existe oportunidad de considerar el maíz biotecnológico como alternativa".

Agregó que los desarrollos que podrían introducirse darían altos rendimientos y responderían a problemas de México, aunque originalmente se desarrollaron para las características del suelo de Ohio, Estados Unidos.

"Parte del rezago productivo de México tiene que ver con sistemas de producción, con la adopción de tecnologías mejoradas, de utilización de insumos, de prácticas de optimización, de humedad en el suelo, de prácticas en la nutrición de los cultivos y, en gran parte, debido al mal cuidado del control de plagas y malezas".

Aseguró que el gobierno ya ha considerado la posibilidad de empezar a cultivar grano transgénico en el norte del territorio nacional y, "en la medida en que se genere información que permita científicamente demostrar hechos, se podría avanzar en otros estados. El maíz se produce en todas las entidades, creo que la tecnología podría estar disponible en cualquiera donde haya variedades o híbridos mejorados adoptados geográficamente en esa región".

­El hecho de que México sea centro de origen del maíz, ¿representa limitaciones?

­El gobierno va a entrar en un proceso de definición de las áreas consideradas centros de origen, no es todo el país. Hay ciertas zonas originarias del maíz y, de acuerdo a la ley de bioseguridad, se limitará la liberación de organismos transgénicos en las zonas consideradas centros de origen. Esa va a ser una limitante.

Pérez Pico agregó que no se han fijado plazos para el desarrollo de cultivos. "Hemos esperado pacientemente 10 años. México es un país muy importante para Monsanto y hemos estado aquí durante más de 50 años. Por otro lado, tenemos infraestructura, instalaciones, plantas, empleamos a más de mil 500 personas aquí, creo que el arraigo de la empresa es muy grande como para pensar irse".

Aseveró que "buscamos estar pendiente de los avances del gobierno en términos de regulación, con la idea de aportar los elementos que permitan reanudar la experimentación agrícola; esperamos que este año ocurra. El año pasado hubo avances en términos de diálogo y regulación, pero finalmente no se aprobaron los permisos".

Destacó que para Monsanto el maíz es importante, porque "es uno de los principales alimentos de la población, es la siembra más importante y se cultivan alrededor de 8 millones de hectáreas, pero tiene muy baja productividad y son deficitarios. No tener mecanismos que permitan incrementar la productividad desabastece el mercado y provoca situaciones como la que se está viviendo. El desarrollo de la tecnología de la empresa puede ser muy útil para el desarrollo agrícola de México".

Al preguntarle si la finalidad de la trasnacional es cubrir los 8 millones de hectáreas que se cultivan de maíz, responde: "no sé en qué tiempo, sin duda la adopción de la tecnología puede hacer a México autosuficiente, pero eso depende del impulso que el gobierno otorgue al desarrollo de tecnología en el campo y a su adopción".

­¿El propósito sería sustituir el maíz criollo por el de Monsanto?

­No creo que eso vaya a suceder, porque el tiempo nos lo ha dicho. Por ejemplo, las semillas híbridas mejoradas de maíz se introdujeron a México en 1946, han pasado 60 años y hoy se siembran 1.7 millones de hectáreas, no es ni 22 por ciento de la superficie nacional.

Refirió que al ser el maíz un cultivo de polinización abierta no está exento del entrecruzamiento ­como ocurrió en Oaxaca en 2001, cuando se encontraron rasgos de transgénico en cultivos tradicionales­. Que ocurra esto no necesariamente es sinónimo de daño, "no creo que pueda haber erosión, en el peor de los casos será un beneficio".

Confió en que este año se autoricen los permisos experimentales de maíz y en tres años más comenzar el cultivo comercial. Estimó que el papel de la empresa ha sido "mal interpretado, desvirtuado, en cuanto a sus intenciones".

 
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