Usted está aquí: miércoles 24 de enero de 2007 Política Abandona la PFP la ciudad de Oaxaca

Enfilaron hacia los límites con Guerrero "para apoyar acciones contra criminales"

Abandona la PFP la ciudad de Oaxaca

Un alto mando explica: los agentes usaron sólo la fuerza necesaria; mentadas de transeúntes

OCTAVIO VELEZ ASCENCIO CORRESPONSAL

Oaxaca, Oax., 23 de enero. Unos 150 agentes de la Policía Federal Preventiva (PFP) que permanecían en esta ciudad la abandonaron anoche aparentemente con rumbo a la región de la costa, en los límites con el estado de Guerrero, para participar en un operativo contra el crimen organizado.

Durante su estancia, la PFP tuvo al menos cinco enfrentamientos con simpatizantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), especialmente el 29 de octubre, cuando ingresó a esta ciudad, y el 2 y el 25 de noviembre pasados, cuando detuvo a unas 200 personas, algunas de las cuales siguen en prisión. En lo más alto del conflicto, en la ciudad hubo al menos 4 mil agentes de esa corporación.

Los que quedaban salieron casi a las 22 horas del lunes del cuartel de la 28 Zona Militar, en Santa María Ixcotel, municipio de Santa Lucía del Camino, al oriente de la ciudad, en un convoy de 11 tanquetas, siete camionetas pie grande y tres camiones.

En su recorrido por esta capital, algunos transeúntes los abuchearon e insultaron, principalmente frente a la terminal de autobuses situada en la avenida Héroes de Chapultepec, donde el 25 de noviembre detuvieron a decenas de personas después de un choque con simpatizantes de la APPO. "¡Pinches asesinos!", les gritaron unos jóvenes. "Que Dios los perdone por tanto daño que hicieron aquí", clamó una mujer.

Custodiados por patrullas de la Policía Preventiva del Estado, los agentes de la PFP cruzaron la ciudad y tomaron la carretera internacional 190 Cristóbal Colón rumbo a la ciudad de México. El convoy se detuvo en las inmediaciones del municipio de San Pablo Etla, donde el 29 de octubre tuvieron sus primeros choques, para que las pesadas tanquetas fueran subidas a tráileres.

Un alto mando de la PFP dijo que la corporación solamente sale de la ciudad, "pero para otro lado del estado, a la costa, a cumplir otras tareas, ahora contra el crimen organizado, principalmente el narcotráfico".

Dijo que "no tiene ningún sentido mantener el estado de fuerza en lugar donde las cosas están tranquilas, mientras en otros lados hay operaciones bastante fuertes". No obstante, la PFP podría regresar a la ciudad "en menos de dos horas, dependiendo de las circunstancias", advirtió.

Ante las denuncias de violaciones a derechos humanos cometidas por sus subalternos, descartó cualquier anomalía porque "se utilizó la fuerza estrictamente necesaria para controlar un problema grave" y haciendo uso solamente del equipo autorizado: "escudos, chalecos, macanas y gases".

Florentino López Martínez, vocero de la APPO, dijo que las "fuerzas de ocupación se van dejando una estela de represión y sangre. No solamente hubo detenciones ilegales y arbitrarias, sino también torturas, violaciones sexuales y asesinatos", apuntó.

Destacó que la intervención de la "soldadesca gris" solamente vino a agravar más el conflicto social en la entidad porque "no vinieron como fuerzas de paz a restablecer el estado de derecho, como lo dijo el entonces secretario de Gobernación Carlos Abascal, sino a sostener al tirano (el gobernador Ulises Ruiz) a pesar del amplio rechazo popular a su gobierno".

Ante ello, demandó castigo a los autores intelectuales y materiales de la violencia ejercida contra el pueblo de Oaxaca porque "las cosas no se pueden quedar así. Los genocidas como (el entonces presidente) Vicente Fox Quesada, Carlos Abascal Carranza, Eduardo Medina Mora y Ulises Ruiz Ortiz, así como Felipe Calderón Hinojosa y Francisco Ramírez Acuña, tienen que ser castigados", afirmó.

En relación a las acusaciones de violación a los derechos humanos hechas en el informe de la Comisión Civil Internacional de Observación de Derechos Humanos, el gobernador Ulises Ruiz Ortiz lamentó hoy que los organismos civiles "no hayan defendido también los derechos de un millón 300 mil alumnos.

"Estoy de acuerdo en que se violentaron los derechos humanos de la población, como los comerciantes del Centro Histórico que se vieron impedidos para abrir sus negocios; la población que tuvo que soportar barricadas; presuntos delincuentes que fueron exhibidos en el zócalo, oaxaqueños que no se les permitió la libertad de tránsito", dijo.

 
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