Usted está aquí: sábado 27 de enero de 2007 Política El alza al precio de la tortilla podría detonar estallidos sociales: UNORCA

Exigen que Felipe Calderón aplique "una política de fomento a la producción"

El alza al precio de la tortilla podría detonar estallidos sociales: UNORCA

El gobierno favorece a los grandes importadores, acusa Vía Campesina

SERGIO OCAMPO ARISTA CORRESPONSAL

Chilpancingo, Gro., 26 de enero. La Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA) acusó ayer que las empresas trasnacionales que provocaron el incremento al precio de la tortilla están llevando a los campesinos a la desesperación, y advirtió que el descontento podría derivar en estallidos sociales.

En el encuentro nacional Maíz-tortilla y soberanía nacional, las agrupaciones que conforman la UNORCA dieron a conocer la Declaración de Chilpancingo, en la cual se manifiesta el rechazo al aumento en el costo de ese alimento.

A la reunión asistieron alrededor de 200 campesinos y representantes de la mayoría de los 26 estados del país donde la UNORCA tiene presencia.

Los asistentes atribuyeron dicho incremento a las "prácticas especulativas y monopólicas de las grandes empresas comercializadoras e industrializadoras que controlan el mercado mexicano del maíz".

Exigieron al gobierno de Felipe Calderón Hinojosa que "aplique una política de fomento a la producción nacional y cumpla su función de regular el abasto y los precios de los cultivos y alimentos básicos".

También demandaron que se "establezca un aparato regulador del mercado del grano y de productos básicos, por parte del Estado, y que se prohíba la siembra de maíz transgénico, porque fortalecería la dependencia de campesinos y productores".

El futuro de la clase campesina está en riesgo: Alberto Gómez

El dirigente de la organización Vía Campesina, Alberto Gómez Flores, advirtió que si no se escucha la voz de los productores, "el futuro de los labriegos estará en peligro".

Señaló que las autoridades actuaron de manera irresponsable y convenenciera, para favorecer a los grandes importadores. "El gobierno se hace de la vista gorda, se hace el loco. Primero fue la leche, luego el huevo y hoy el maíz", resaltó.

Por su parte, Olegario Carrillo Meza, coordinador nacional de la UNORCA, atribuyó el alza al precio del grano y la tortilla a las políticas de apertura comercial pactadas en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, así como a la eliminación de la Conasupo.

Además, "a las políticas basadas en ventajas comparativas de trasnacionales, como Cargill, Maseca, Archer Daniels Midland, Minsa, Arancia Corn Products y Agroinsa, que controlan 70 por ciento de importaciones y exportaciones de maíz".

Descartó que el alza al precio de la tortilla esté relacionada con la falta de producción nacional o una reducción de las importaciones. "Más bien, a prácticas especulativas de esas empresas y a la ausencia de planeación y regulación del mercado por parte del gobierno".

Entrevistado durante un receso, Carrillo Meza denunció que el gobierno desalentó la producción del grano para favorecer las importaciones provenientes de Estados Unidos, profundizando así la dependencia alimentaria.

Explicó que el consumo nacional de maíz blanco es de 14 millones de toneladas y la producción de 20 millones; o sea, hay un superávit de6 millones y pese a ello se importan 6 millones.

"Veintiseis por ciento del consumo del grano depende de las importaciones, 51 por ciento de tortillas que se consumen son fabricadas con masa nixtamalizada y el resto con harina de maíz, controlada en 73 por ciento por Grupo Industrial Maseca", añadió.

El coordinador nacional de la UNORCA denunció que el pacto propuesto por Felipe Calderón para detener la escalada de precios de la tortilla fracasó por medidas coyunturales, sin eficacia ni viabilidad económica.

Aseguró que el tope al precio del kilogramo, 8.50 pesos, perjudicó a gran parte de la población y benefició a las industrias productoras de harina y maíz, pero, dijo, "lo indignante es que el gobierno nos quiera ver como ingenuos e ignorantes".

Apuntó que el gobierno debe rectificar el rumbo de la política agropecuaria. "Hay una protesta nacional, irritación y hartazgo. Empresarios y gobierno viven en amasiato, impulsando el modelo económico neoliberal".

En ese sentido, anunció que la UNORCA y otras organizaciones campesinas del país van a impulsar un plan de acción en defensa del grano y la tortilla, y realizarán una manifestación en la ciudad de México el próximo 31 de enero en repudio a esa política.

 
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